✩𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 2✩

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A la mañana del día siguiente el director me llevó a la sala de reuniones donde estaba el profesor All Might, Aizawa, Present Mic, Midnight y otros de los profesores de la Academia.

El director Nezu les comento quién era yo y los profesores se quedaron sorprendidos y me miraban fijamente con sorpresa y duda, al estar en una sala parada frente a nueve personas casi diez me estaba poniendo bastante nerviosa, en realidad nunca fue mi fuerte estar rodeada de tantas personas y más que me miraran fijamente.

El director le dijo a Aizawa que se haría cargo de mí a partir de ahora, él bastante sorprendido por la repentina noticia, no dijo nada y hace un suspiro profundo y con una expresión cansada aceptó.

No lo podía creer, ahora más que nunca podría decir que esto es un sueño; había imaginado tanto este momento que no pensé que algún día se hiciera realidad.

Aizawa me pidió que lo siguiera y me llevo a su casa, al parecer era fin de semana, llegamos y él se sentó en el sofá de la sala. Yo me quedé parada frente a la puerta, la emoción no dejaba que mi cuerpo reaccionara y mi cabeza decía cosas que no quería escuchar en ese preciso momento.

A —Bueno… ahora creo que vas a vivir aquí, hay una habitación ahí —dice señalando una puerta que estaba frente a su habitación— está un poco desordenado, tengo que acomodarlo un poco y cuando termine de limpiarlo puedes dormir ahí si quieres, puedes decorarla a tu gusto con el tiempo y espero que te sientas cómoda.

M —Gracias…— mire a Aizawa muy detalladamente, observando cada facción que tenía, sus ojeras eran bastante notorias, estaba con su uniforme de héroe y con el cabello bastante desarreglado pero muy bien cuidado. Su casa era bastante grande, estaba limpia y acomodada, parecía que en verdad si vivía solo, ya que no había muchas cosas.

Me adentré a la habitación y pude ver que era bastante cómoda y grande, creo que más grande que mi cuarto, había algunas cosas desorganizadas y la habitación estaba llena de polvo, la nariz me empezó a picar y empecé a estornudar mucho, era bastante alérgica al polvo así que me afectaba bastante, Aizawa me pidió que saliera al patio para que el polvo no me pusiera peor.

Obedecí y salí al patio, me senté en el porche a esperar; el patio era grande y tenía un árbol que daba bastante sombra, miré el cielo y pude ver que estaba despejado, pero con algunas nubes dispersas, con colores mezclados pareciendo que fuera una obra de arte.

Estuve mirando embobada por un largo rato, enamorándome de sus colores y de la forma de las nubes, trayéndome a cierta persona a la mente, en ese momento sentí unos pasos detrás de mí y como alguien se sentaba a mi lado, pero no pude despegar los ojos del cielo.

M —El cielo es tan hermoso, ¿no lo crees?— dije sin despegar los ojos del mismo.

Aizawa se sorprendió por la repentina pregunta, pero después de mirar el cielo y contemplar su belleza, respondió con una pequeña sonrisa.

A —Sí… nunca lo había notado de esta manera… Está muy bonito.

M —No sé por qué, pero siempre he tenido una gran obsesión con el cielo, sus colores; las formas de las nubes; la manera en que puede transmitir diferentes emociones, y en las noches cuando aparecen las estrellas y la luna está en su punto más alto iluminando todo. Es lo más hermoso que hay, mirar las estrellas y contar una por una mientras pides un deseo a cada una de ellas es uno de mis pasatiempos favoritos.

Podía sentir la mirada de Aizawa observándome y al voltear pude ver que en su rostro había una pequeña sonrisa, eso me causó bastante felicidad al darme cuenta de que alguien por primera vez me escuchó mientras hablaba perdidamente sobre algo que me gusta.

A —También me parece que el cielo es hermoso y las estrellas son como puntos perdidos en la oscuridad que te muestran el camino hacia donde quieres ir

M —Me gusta pensar… Que alguna de ellas brilla para mí

A —Y cómo es esa estrella que dices que brilla para ti

M —La que a veces puede estar rodeada de muchas estrellitas o a veces parece olvidada en el mismo cielo sin nadie a su alrededor, pero yo siempre la estoy mirando desde abajo y diciéndole que no está sola, que yo siempre estaré observando su belleza

A —Esa estrella es muy especial, cierto?

M —Sí, demasiado, en mi casa o lo que puedo llamar casa, cada que me acuesto la busco en el cielo y la miro diciéndole que está hermosa y que no deje de brillar nunca

A —Por qué dices eso, ¿cómo que lo que puedes llamar hogar?

M —Porque mi hogar no se siente como un hogar, desde hace mucho dejo de sentirse así o ni siquiera sé si alguna vez se sintió como un hogar, es complicado decirlo y no soy muy buena expresándome con palabras. Pero puedo decirte que desde muy pequeñita decía viajar a una dimensión donde pudiera ser yo, donde pudiera vivir mi propia vida y donde pudiera estar con personas que realmente me amen y me quieran como yo a ellos. Posiblemente te vayas a sorprender, pero siempre te he visto como una figura paternal, ya que mi padre dejó de ser mi figura paternal hace mucho

A —Ósea que me ves como a un padre?

M —Si, eres como ese padre que jamás tuve, ver cómo cuidas a todos, cómo darías tu propia vida por ellos es algo que admiro muchísimo. No podría elegir otro padre que no fueras tú, pero no tienes de qué preocuparte no te voy a llamar papá, solamente te lo mencioné para que supieras más de mí.

A —Es un honor poder escuchar eso y espero poder seguir siendo Tu héroe hasta el fin de la historia. ¿Tienes hambre, te gustaría comer algo?

M —Sí, gracias

Aizawa se levantó y fue a la cocina a preparar algo para comer, cuando me llamo vi en la mesa un plato de panqueques esponjosos y olían super bien.

A —Espero que te guste, te gustan los panqueques con queso?

M —Me encantan, gracias— probé un bocado y de verdad que ahora sí podría decir que podía morir en paz, era la cosa más rica del mundo no sé si exageraba por el hecho de que las había hecho Aizawa, o porque de verdad estaban super buenas, solo sé que las saboreé como si fuera la última comida de mi vida.

Luego de terminar de comer Aizawa dijo que podía ir a mi habitación, fui, estaba más limpia y no había tantas cosas, había una cama bastante grande y una ventana, una mesita de noche con una pequeña lamparita, un escritorio bastante funcional y un armario grande —(no sé qué meteré ahí si no tengo ropa) — La vista desde la ventana era muy bonita, me acosté en la cama mirando el techo y podía sentir como mis ojos se iban cerrando poco a poco hasta que me dormí profundamente.

Después de un par de horas Aizawa entró silenciosamente a la habitación ya que había escuchado unos ruidos extraños, al asomar la cabeza por la puerta se sorprendió ver que varios de los objetos estaban flotando alrededor mío, era un poco curioso, pero con bastante lógica ya que al venir de otra dimensión es probable que desarrolle algún tipo de superpoder o Don.

Aizawa entró y desactivó lo que parecía ser mi nuevo Don, luego me cubrió con una sábana y salió de la habitación cerrando la puerta atrás de él.

Yo seguía profundamente dormida sin percatarme de lo que sucedia a mi alrededor, en lo único que podía pensar era en que cuando despertara la mañana siguiente todo siguiera igual y que esto no fuera solo parte de un sueño.

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