Capítulo 22

133 12 5
                                    


Cuando el teléfono sonó muy temprano en la mañana, un par de semanas más tarde, MinGyu parpadeó adormilado un par de veces antes de volver a mirar el identificador de llamadas. No, no estaba viendo cosas: tenía el dudoso placer de recibir una llamada de Xú DongHai.

Su estómago se revolvió. DongHai no le llamaría a esta hora sin que hubiera sucedido algo: DongHai lo había llamado en total dos veces, en todos los años de amistad con su hijo.

Algo andaba mal. Y dado que sólo tenían algo en común, a MinGyu no le gustaba lo que podría significar esta llamada.

–¿Has hablado con mi hijo últimamente? –DongHai dijo cuando contestó. Bueno, ciertamente no se estaba preocupando por sutilezas relacionales.

MinGyu se quedó mirando la oscura pared frente a la cama.

–¿Cuál de ellos? –dijo, sólo para ser un capullo. No era nada que DongHai no se mereciera.

–Kim...

–Mira, ni siquiera sé en dónde está –MinGyu escupió. Su temperamento no había mejorado desde su ruptura con Hannah; de hecho, estaba peor–. No se molestó en decírmelo. No lo he visto ni hablado con él en más de un mes.

–No te creo –dijo DongHai.

–Ya ni siquiera somos amigos –dijo MinGyu, sin molestarse en ocultar su amargura.

Silencio. La sorpresa de DongHai era palpable.

–Ya puede estar feliz –dijo MinGyu, torciendo los labios–. Esto es lo que siempre ha querido.

–Fuiste una mala influencia –DongHai dijo con irritación. MinGyu se rió entre dientes.

–Quiere decir que tenía demasiada influencia. Lo cual odiabas.

–Y tenía razón. Eres la razón para que él... sea de esa forma. Habría sido normal si...

–Realmente no estoy de humor para su intolerancia – MinGyu dijo rotundamente–. Será mejor que tenga una jodida buena razón para llamarme o voy a colgar.

Podía oír a DongHai tomando una respiración profunda.

–Estoy preocupado por MingHao –admitió por fin, con evidente reticencia.

–¿Por qué? –dijo MinGyu, aplastando el impulso de preguntar dónde estaba Hao. Si supiera dónde estaba Hao, no confiaba en sí mismo para permanecer alejado... y tenía que hacerlo. El hecho de que Hannah y él no hubieran funcionado juntos, no había cambiado nada: Hao había dejado en claro que estaba enfermo con la situación y quería estar solo. Quería que MinGyu viviera su propia vida y dejara de joder su mente.

Ya sea que le gustara o no, tenía que respetar la decisión de Hao, sin importar cuan cabreado estuviera con él por terminar su amistad así. Y estaba enojado. Sin importar que racionalmente supiera que Hao había hecho lo correcto que no podían seguir así la forma en que Hao había manejado la situación era una mierda. Primero, Hao había afirmado que el sexo no cambiaría nada y que no tenía por qué significar algo; luego, después de usarlo como a un glorioso consolador para conseguir correrse, Hao hizo un giro completo y lo echó de su vida por el jodido teléfono.

–Él no es el mismo –dijo DongHai–. Ha dejado el país en contra de mi voluntad, dejó su trabajo, sus responsabilidades.

MingHao ha dejado de responder a mis llamadas por completo. El chico de los Whitford es mi única fuente de información, y es reacio a decirme nada.

MinGyu maldijo por dentro. El chico de los Whitford. Así que Hao estaba en Rusia con Luke. Era algo que realmente no necesitaba saber. Porque parte de él ya estaba pensando en cuanto le llevaría organizar un viaje a Rusia... y joder la cabeza de Hao de nuevo.

𝐉𝐁𝐂 |𝐆𝐲𝐮𝐡𝐚𝐨|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora