Capítulo 24

116 13 2
                                    


La vibración de su teléfono lo despertó muy temprano por la mañana nuevamente. MinGyu lo agarró a ciegas.

–Sí –dijo, todavía medio dormido.

–No puedo encontrar a MingHao –dijo DongHai. Los ojos de MinGyu se abrieron de golpe. –¿Qué?

–Ni MingHao ni el chico de los Whitford están respondiendo a sus teléfonos –dijo DongHai–. Normalmente no lo consideraría demasiado, pero...

–¿Pero? –dijo MinGyu.

–Whitford me llamó anoche, preguntando si he oído de MingHao.
Me confió que su hijo ha estado desaparecido por una semana...

–¿Qué? –dijo MinGyu, sentándose–. ¿Quieres decir que Luke está desaparecido?

–Sí –dijo DongHai–. Los empleados de Whitford en Rusia no han visto a Luke en una semana. Whitford sospecha que el niño ha sido secuestrado por uno de sus... rivales de negocios –La voz de DongHai sonaba extremadamente seca cuando lo dijo.

Todo lo que MinGyu podía oír era su corazón latiendo en sus oídos.

–¿Qué hay de Hao?

–Nadie sabe –DongHai dijo enérgicamente–. Los empleados de Whitford lo han visto en ocasiones con el muchacho de los Whitford, pero parece ser que MingHao raramente acompañaba a su amigo en sus reuniones de negocios. Nadie sabe dónde está quedándose MingHao. Usó su tarjeta de crédito en Moscú hace unas semanas, pero luego de eso, no hay nada. Por lo que sabemos, podría estar completamente seguro, pero...
–Pero podría no estarlo.

El silencio de DongHai lo decía todo: estaba preocupado de que su hijo quedara atrapado en cualquier negocio turbio en que estubiera involucrado el Sr. Whitford.

–Dijiste que no pudiste encontrar a Hao –dijo MinGyu.

DongHai dejó escapar un suspiro.

–Rusia es... un sitio muy diferente. Las personas con las que hablé por teléfono o fueron poco colaborativas a propósito, o no entendieron lo que quería de ellos, lo cual no es improbable, considerando que la mayoría de las personas parecen tener solo un conocimiento rudimentario del Inglés.

Me temo que el único curso de acción es viajar allí, pero tengo reuniones de negocio que no puedo...

–Yo iré –dijo MinGyu de manera cortante, interrumpiéndolo–. Si puede conseguir los arreglos para obtenerme una visa rápidamente...

–Vas a tenerla para esta tarde –dijo DongHai–. Mi avión está listo para salir en cualquier momento. Ya hablé con tu empleador y estuvo de acuerdo en darte unas vacaciones.

MinGyu se habría reído si su estómago no estuviera apretado.

–Que bien de tu parte –dijo–. Aunque, algo presuntuoso, ¿no te parece?

–¿Lo es? –dijo DongHai–. No estoy ciego, Kim. Nunca pudiste decirle no a mi hijo cuando te necesitó. Eres tan patético con él cómo lo es él contigo. Eres la persona perfecta para mandar a Rusia, porque sé que no vas a volver sin él.

MinGyu se preguntaba qué diría DongHai si supiera el alcance de su afecto por su hijo.

–Trae a mi hijo de regreso, MinGyu –dijo DongHai, sorprendiéndolo por el uso de su nombre de pila–. Dile que pare de actuar como una reina del drama –Y añadió lacónicamente–. Dile que su familia lo quiere de vuelta. Su punto ha quedado claro en casa.

Colgó, dejando a MinGyu preguntándose si había entendido a DongHai bien.

𝐉𝐁𝐂 |𝐆𝐲𝐮𝐡𝐚𝐨|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora