𝟎𝟐

930 109 21
                                    


𝐋𝐎𝐒 𝐋𝐀𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐔 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍 𝐄𝐑𝐀 𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐈𝐂𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐏𝐎𝐃𝐈𝐀 𝐄𝐒𝐂𝐔𝐂𝐇𝐀𝐑

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐋𝐎𝐒 𝐋𝐀𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐔 𝐂𝐎𝐑𝐀𝐙𝐎𝐍 𝐄𝐑𝐀 𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐈𝐂𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐏𝐎𝐃𝐈𝐀 𝐄𝐒𝐂𝐔𝐂𝐇𝐀𝐑. Tratar de calmarse momentos antes en el taxi no le sirvieron de un carajo porque en cuanto bajo del coche y vio su casa el miedo nuevamente se adueñó de su cuerpo.

No sabía lo que pasaría en el momento que cruzara por esa puerta, no sabía si su padre iba a iniciar otra pelea o se quedaría callado y alejado de él para no hacer un escándalo. Sea como sea ya estaba aquí y no se echaría para atrás, así que avanzo por el patio de la casa y pudo notar que su abuela todavía no llegaba por lo que eso le daba más tiempo para tratar de solucionar las cosas con su padre.

Antes de entrar introdujo el código de la puerta para no hacer sonar la alarma, recuerda el como la pusieron por culpa de la pelea que iniciaron los de Cobra Kai cuando irrumpieron en la casa, aunque claro, no supo nada de eso hasta dos días después del incidente y ni siquiera fue su familia la que se lo dijo, fue Robby en una salida que tuvieron los dos hermanos y él al cine.

—¡Mamá ya llegué!— aviso el pelinegro mientras se quitaba los zapatos.

—¡En la cocina!

El chico no tardo en acercarse a donde estaba su madre, su ansiedad bajo al no ver a su padre por ningún lado y a decir verdad una charla tranquila con su madre tal vez sea lo que necesitaba para calmar su nerviosismo. Al llegar la mujer se encontraba cortando algunas verduras para la cena de esta noche.

—Hola mami— le dio un abrazo y un beso en la mejilla el cual fue correspondido -Hola cariño, ¿Como estuvo la pijamada?

—Bien, pero eso no importa ahora, déjeme ayudarle— trato de cambiar de tema rápidamente lo cual funciono pues su madre se empezó a quejar del como se estaba esforzando para que todo quedara bien para cuando llegara su suegra.

Amanda siempre se exigía de más cuando venía Lucille, la relación que tenían ambas era un tanto peculiar, se respetaban entre sí, eso estaba claro, pero la madre de Daniel siempre lograba encontrar algún defecto para molestar a Amanda o al menos hacer que la mujer se estrese por cosas insignificantes. Así que la mujer se preparó para que esta noche sea perfecta.

Con la lasaña en el horno y la ensalada lista madre e hijo se sentaron en el comedor para platicar un rato más antes de que llegara la familia de Daniel.

—¿Vendrá también el tío Louie?

—Si y al parecer también su hermana— le dijo Amanda tomando su teléfono.

—¡¿Viene Vanessa!?— el pelinegro se emocionó ante la noticia, le tenía un gran cariño a la tía Nessa, no solo porque ella lo apoyo desde un inicio con su transición, sino que también es la única de la familia que sabe de su cuenta secreta.

𝓓𝓐𝓓𝓓𝓨 𝓘𝓢𝓢𝓤𝓔𝓢 || Anthony LaRussoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora