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Día 1 — Celos

Había algo repugnante en todo ese estúpido teatro. No podía soportarlo. ¿Qué sabían además de nada? ¿Qué sabían sobre Yuuji? No le gustaba parecer una súper estrella, aunque la gente decía que algún día lo sería. Era como cualquier chico normal de diecisiete años y no necesitaba que nadie se le quedara mirando asumiendo las cosas más erróneas que se pudieran suponer.

Era algo que lo estaba matando por dentro. ¡No lo conocían tan bien como él!

» Donde Yuuji se convierte en la nueva sensación de su escuela después de un partido de baloncesto, y Megumi no soporta que otros hablen de él.

» Donde Yuuji se convierte en la nueva sensación de su escuela después de un partido de baloncesto, y Megumi no soporta que otros hablen de él

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[ Bajo el ojo público ]

—... el líder del equipo afirmó que la nueva incorporación podría salvar el torneo de esta temporada. Pero, ¿quién es este nuevo chico que está en boca de todos? Su nombre es Yuuji Itadori, y no sólo ha cautivado a la audiencia después de encestar siete puntos de seguido en el último partido, sino que también ha vuelto loca incluso a la afición contraria...

Megumi apretó los labios mientras Nobara leía la revista. Removió la comida perezosamente, se le había quitado todo el apetito de golpe. Ni siquiera quería seguir estando allí.

—No estás prestando atención —señaló Nobara, mirándolo desde el otro lado de la mesa. Hacía tan solo cinco minutos que había llegado y se había sentado frente a él con el último número de la revista de la escuela.

Megumi frunció el ceño. Dejó caer los palillos a un lado de la bandeja y suspiró. Llevaba soportando aquello durante todo el mes, en los pasillos no se hablaba de otra cosa. No necesitaba escucharlo de nuevo. Sin embargo, se esforzó en sonreír —la sonrisa más falsa que había puesto en toda la mañana, y no sería la última—.

—Claro que estoy prestando atención.

—Vamos, se trata de Yuuji —ella siguió acusándolo. Su voz sonaba severa, pero estaba genuinamente preocupada —. ¡Es tu amigo! ¿Es que no te alegras por él?

—He dicho que estoy prestando...

De repente, un grito infantil cruzó el comedor de la escuela de punta a punta. Ambos miraron a la entrada, donde se agolparon varias muchachas de otros cursos e incluso de su propia clase. Megumi supo quién estaba ahí sin necesidad de verlo.

Yuuji Itadori y él llevaban siendo amigos desde la primaria. De hecho, había sido su primer amigo en aquel barrio al que se había mudado con tan solo ocho años. Nunca había sido una persona excesivamente sociable, detestaba las multitudes, pero Yuuji había sabido ver detrás de toda esa fachada de seriedad y había logrado acercarlo a él hasta tener un pequeño grupo de amigos consolidado que había sobrevivido hasta el último año de instituto. Al año siguiente se separarían, cada uno tomaría su propio camino en la vida y todas las tardes de estudio se terminarían para dar paso a sus vidas adultas, vidas de trabajadores o de universitarios, quizá ambas cosas.

ItaFushi Week 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora