𝐏𝐢𝐥𝐨𝐭

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Hoy era el día donde por fin se iban a mudar a los ángeles, donde vivía la familia de Maddie, Los Pritchett, la familia ha estado en Italia desde hace catorce años,  todos estaban emocionados hace rato no veían a su familia, pero como siempre con esta loca familia, todo se salió de control un poco.

Todo comenzó a las seis de la mañana cuando Maddie se despertó y se dio cuenta de que el despertador no había sonado.

- ¡Lorenzo, despierta! ¡Vamos tarde! - exclamó, sacudiendo a su esposo. Lorenzo, con los ojos entrecerrados, se incorporó rápidamente y miró el reloj. - ¡Vamos, chicos, arriba! - gritó mientras corría hacia el baño.

En las habitaciones de los chicos, la escena era caótica. Alessandro, el hijo mayor, estaba intentando despertar a sus hermanos menores, Charles y Francesco, que insistían en que era demasiado temprano para levantarse. 

- Cinco minutos más, por favor- murmuró Charles, enterrándose debajo de las mantas. 

Mientras tanto, Blake y Drake estaban discutiendo sobre quién se iba a sentar junto a la ventana en el avión. 

- ¡Yo lo pedí primero! - decía Drake, mientras Blake le replicaba

- Pero yo soy el menor, ¡me toca a mí!-

Elettra, la única hija, buscaba desesperadamente su oso de peluche, que quería llevar con ella en el avión. 

- ¿Alguien ha visto al Agente Cariñosito? - preguntaba, revolviendo las cosas en su habitación. Nadie le respondía, ya que todos estaban ocupados tratando de prepararse.

Finalmente, después de mucho alboroto, lograron salir de la casa. Lorenzo, estaba tratando de meter todas las maletas en la cajuela del coche, pero se dio cuenta de que habían empacado mucho más de lo necesario. "¿Ele de verdad tus esenciales son tres maletas?", preguntó a su única hija, pero no le prestó atención, porque estaba buscando su oso debajo del carro. 

Maddie, mientras tanto, corría de un lado a otro, asegurándose de que no se olvidaran de nada importante, como los pasaportes, los boletos o alguno de sus hijos.

En medio de todo el caos, Alessandro, se dio cuenta de que había olvidado su cargador del teléfono. "¡Papá, espera, necesito mi cargador!", gritó, corriendo de vuelta a la casa. Lorenzo suspiró, pero decidió esperar a su hijo. 

- Esto es un desastre - murmuró para sí mismo.

Una vez que todos estaban finalmente en el coche y listos para partir, Lorenzo arrancó y apenas unos minutos después, se escuchó un grito desde el asiento trasero. Era Elettra, que acababa de recordar que había dejado su oso favorito en la sala. 

- ¡Papá, tenemos que regresar, ya se donde esta mi oso!", exclamó. Lorenzo, ya visiblemente frustrado, decidió seguir adelante, diciendo que comprarían otro oso en el aeropuerto.

En el camino al aeropuerto, Blake se dio cuenta de que dejó su billetera en casa. 

- ¡No puede ser! - dijo, mientras Lorenzo volteaba los ojos, de verdad tuvo que haber dejado que su esposa abortara. 

- Blake, siempre lo mismo contigo - respondió Maddie, mientras buscaba en su bolso algo de dinero extra para Blake. Mientras tanto, Alessandro intentaba calmar a Charles, que empezaba a ponerse nervioso porque pensaba que llegarían tarde y perderían el vuelo.

Después de mucho caos y algunos gritos, finalmente llegaron al aeropuerto con el tiempo justo. En la fila para el check-in, Elettra descubrió que su oso favorito, después de todo, estaba en su mochila. 

- ¡Lo encontré! - dijo, levantando el oso con una sonrisa triunfante. Blake y Drake seguían discutiendo sobre quién se sentaría en la ventana, y Francesco, con los ojos muy abiertos, miraba todo con fascinación.

𝕸𝖔𝖉𝖊𝖗𝖓 𝕱𝖆𝖒𝖎𝖑𝖞Where stories live. Discover now