En los días posteriores a la guerra, mientras el castillo de Hogwarts se reconstruía, Draco y Harry comenzaron a explorar los sentimientos que habían descubierto en medio del caos. Sin embargo, el peso de la fama y las expectativas del mundo mágico se cernía sobre ellos como una nube oscura.
Harry, el Niño que Vivió, el Elegido, sentía una presión constante. Cada paso que daba, cada palabra que pronunciaba, era observada y juzgada. La prensa mágica no cesaba de seguirlo, ávida de nuevas historias sobre su vida después de la victoria sobre Voldemort. En medio de esta vorágine, Harry encontraba un refugio en los momentos silenciosos que compartía con Draco. Pero el temor a lo que el mundo diría si supiera de su amor por un Malfoy lo carcomía por dentro.
Por otro lado, Draco había crecido en un entorno donde las apariencias lo eran todo. La familia Malfoy era sinónimo de pureza de sangre y poder. Aunque su papel en la guerra había cambiado su perspectiva, el miedo al juicio de su familia y de la sociedad mágica seguía presente. La sola idea de que alguien descubriera su amor por Harry Potter, el símbolo de todo lo que los Malfoy alguna vez despreciaron, lo llenaba de un miedo profundo.
A pesar de estos miedos, el amor que sentían el uno por el otro crecía con cada día que pasaba. Se encontraban en lugares secretos del castillo, lejos de las miradas curiosas. Una noche, en la Torre de Astronomía, Harry tomó la mano de Draco y miró hacia el horizonte estrellado.
—Draco —dijo Harry, su voz temblando ligeramente—, sé que lo que sentimos es complicado, pero no puedo seguir fingiendo que no te amo. No después de todo lo que hemos pasado.
Draco lo miró con ojos llenos de incertidumbre y deseo. Acarició la mejilla de Harry con suavidad, sintiendo el latido rápido de su corazón.
—Harry, yo también te amo. Pero el miedo a lo que dirán, a cómo reaccionará mi familia, me paraliza. No quiero perderte, pero tampoco quiero perder todo lo que he conocido.
Ambos permanecieron en silencio, disfrutando de la calidez del momento y la conexión que compartían. Sabían que debían enfrentarse al mundo, pero en ese instante, solo querían aferrarse a lo que tenían.
Con el paso del tiempo, comenzaron a encontrar pequeños momentos de valentía. En reuniones con amigos cercanos, como Hermione y Ron, dejaron entrever su relación. Aunque al principio hubo sorpresa, sus amigos los apoyaron, ofreciéndoles un espacio seguro donde podían ser ellos mismos.
Sin embargo, el verdadero desafío llegó cuando la noticia finalmente se filtró al público. La primera plana de El Profeta Diario mostraba una foto borrosa de Draco y Harry compartiendo un beso furtivo en un rincón del castillo. El titular sensacionalista causó un revuelo inmediato.
Las reacciones no tardaron en llegar. Algunos sectores del mundo mágico se mostraron escandalizados, especialmente aquellos con ideologías más tradicionales. Las familias de sangre pura murmuraban en reuniones privadas, y los artículos de opinión debatían acaloradamente sobre el impacto de esta revelación.
Draco y Harry sintieron el peso de la controversia en cada mirada que recibían al caminar por el callejón Diagon. Pero en medio de la tormenta mediática, encontraron fuerzas en el apoyo de sus amigos y en el amor que compartían. Supieron que, aunque el camino sería difícil, valía la pena luchar por lo que tenían.
Una tarde, mientras caminaban juntos por el lago de Hogwarts, Harry se detuvo y miró a Draco a los ojos.
—No importa lo que diga el mundo, Draco. Estoy dispuesto a enfrentar cualquier cosa contigo a mi lado.
Draco sonrió, asintiendo con determinación.
—Juntos, Harry. Siempre juntos.
Y así, a pesar de los desafíos y los miedos, Draco Malfoy y Harry Potter se enfrentaron al mundo con la fuerza de su amor. Encontraron en cada obstáculo una oportunidad para fortalecer su vínculo, demostrando que el amor verdadero puede superar cualquier barrera, incluso aquellas impuestas por el destino y la sociedad.
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Sombras del Destino (drarry)
FanfictionDespués de la guerra, Draco Malfoy y Harry Potter descubren un amor que desafía todas las expectativas y prejuicios del mundo mágico.