Sombras del Destino (drarry)

parte 9

Después de dos años de búsqueda incansable, Draco y Scorpius finalmente encontraron a Harry. Habían seguido una serie de pistas que los llevaron a una pequeña aldea costera en Irlanda, donde Harry había estado viviendo en una cabaña apartada. A pesar del tiempo transcurrido, las cicatrices emocionales y físicas seguían presentes en Harry, y la tristeza se había convertido en una parte permanente de su vida.

Draco y Scorpius llegaron a la cabaña una tarde fría y nublada. Cuando Harry abrió la puerta y vio a su familia, su primer instinto fue de sorpresa y luego de resistencia.

—Harry, por favor, vuelve con nosotros —suplicó Draco, su voz temblando de emoción.

Harry negó con la cabeza, sus ojos llenos de dolor.

—No puedo, Draco. No estoy bien. Los lastimaría de nuevo. No puedo soportar la idea de ponerlos en peligro.

Scorpius, que había permanecido en silencio, no pudo contenerse más. Con lágrimas corriendo por sus mejillas, se adelantó y tomó la mano de Harry.

—Papá, te necesitamos. Te extraño tanto. Cada día es una lucha sin ti. Por favor, vuelve a casa —gritó, su voz llena de desesperación y amor.

Harry miró a su hijo, viendo el dolor y la tristeza en sus ojos. La culpa lo consumía, pero al mismo tiempo, sentía el amor profundo e incondicional de su familia. Los recuerdos de los buenos momentos juntos, las risas y los abrazos, inundaron su mente.

Con lágrimas en los ojos, Harry cayó de rodillas y abrazó a Scorpius