zapatillas y patines ; ; kookmin ✧૱:･

✧૱:･ cap 10

— Listo, todo tuyo —Jimin le entregó el proyector, procurando terminar con ese asunto cuanto antes.

El camino al salón de danza había sido en completo silencio. Al parecer Jong había perdido todo tipo de seguridad para tomar palabra; y era más que claro que Jimin no tenía ninguna intención de hablar con el castaño, fuera de lo necesario.

— Ahora, si me disculpas, tengo que volver al taller de arte —dijo al mismo tiempo que invitaba a Jong a salir del lugar para cerrar la puerta—. Por favor, sal. Tengo que cerrar.

Ignorando por completo sus palabras, el más alto se apresuró a interrumpir sus intenciones.

— Jimin, de hecho, yo... —se acercó lo pasos suficientes para enfrentar al bailarín— Yo, quiero pedirte que-

— Jong, no creo que haya algo en lo que pueda ayudarte. Ya no.

El bonito rostro de Jimin se volvió una mueca de frustración y agobio.

— Minnie, por favor. Solo necesito que me escuches.

Park sintió su estómago resolverse cuando el contrario usó ese bonito mote que suelen usar para él las personas que le quieren. El bailarín ya no encontraba esa emoción y esa ternura, ahora sentía malestar de haber escuchado esa palabra en la boca del castaño.

Las cosas entre ambos probablemente no habían terminado en tan malas condiciones. Pero, y sobre todo para el rubio, había sido muy claro que ambos tenían intereses diferentes y también planes a futuro que no encajaban. La realidad es que habían tenido un lindo romance por los primeros diez meses, pero después de eso las discusiones se habían vuelto rutinarias. Para ambos fue sumamente desgastante.

Jong había tenido un par de relaciones antes de estar con Jimin; pero, para el rubio era distinto, Kim Jong In había sido su primer pareja, su primer amor. Después de que Park asistiera por casualidad a la presentación de "Hamlet" en el teatro escolar, quedó admirado por el talento de un chico en particular. A partir de ahí, e inconscientemente, comenzó a asistir a todas las funciones del club teatral, identificando en cada una de las obras el papel que desempeñaba ese chico de bellos ojos rasgados. Algún día de primavera, Jimin tuvo el valor de hablarle al término de una de las funciones, esperando por él afuera del auditorio. Después, el resto fue historia; vivieron un romance lleno de arte y pasión, hasta que las diferencias y actitudes inmaduras les llevaron a la ruptura.

— Jong, en verdad, no creo que necesite escuchar lo que sea que tengas para contarme —dió un suspiro y se animó a sí mismo para ser claro con todo lo que tenía que decir al más alto—. Mira, y-yo, en verdad no guardo rencor por ti. Tu sabes que siempre te quise mucho... Pero, ahora... Ahora no creo que pueda llamarte amigo, no creo que sea posible que formemos una amistad. No después de todo lo que-

— Por eso volvamos —hubo un silencio largo. La sorpresa y la confusión arrasaron las facciones del más bajo, y Jong aprovechó el momento para acercarse más y tomar una de las manos del rubio—. No te ofrezco una amistad, Jimin. Quiero volver contigo, necesito que seas mío de nuevo.

Hacía bastante tiempo que Jimin había encontrado paz en su vida, disfrutaba al máximo su pacífica y apasionante juventud. Pero, en el momento en que escuchó las palabras del que fue el chico de sus sueños en el pasado, dudó sentir una sola pizca de tranquilidad en su ser. La ansiedad comenzó a apoderarse de él.

— ¿Q-qué? —su voz, que suele ser dulce, se elevó en un tono de confusión— Tú y yo no podemos volver. Jong, todo lo que pasó entre nosotros es parte del pasado ahora.

— Jimin, no —tomó provecho del desconcierto del rubio y terminó por tomar sus dos manos—. Ambos sabemos que lo nuestro nunca terminó. Mira, los errores estúpidos del pasado pueden quedar atrás, podemos empezar de nuevo —se aventuró a cerrar la distancia entre ambos y suspiró cerca del cuello del más bajo. Sabiendo de su debilidad—. Por favor, recuerda lo bien que la pasábamos. Tú y yo, y nadie más.