zapatillas y patines ; ; kookmin ✧૱:･

✧૱:･ cap 11

— ¿Qué dices?, ¿lentejuelas o brillos? —el rubio mostró ambas prendas de ropa, con su bella sonrisa llena de seguridad.

— ¡Woah, señor atrevido! —Taehyung río un poco incrédulo y contagió su diversión al contrario— Cielos, Minnie, ¿desde cuando no te veo usando algo como eso, ah? Seguro han pasado siglos.

— Já, já, muy gracioso —Jimin le sacó la lengua—. Hey, es en serio, debes ayudarme a escoger, por favor. Tú tienes mucha experiencia en esto.

— Bien, bien, te ayudare, pequeño polluelo perdido. Veamos —el de cabellos plateados lo pensó un poco, debatiendo sobre que blusa se vería mejor en su mejor amigo—. De hecho, ¿sabes qué? Necesito que te pruebes ambas y entonces podré decidir —se aproximó y comenzó a empujar a Jimin para que entrara al vestidor de su habitación—. Andando, cielo. Vamos, ahora estás en una pasarela.

El más bajo rodó los ojos, divertido con la situación. Una vez dentro del vestidor comenzó a acomodar una de las hermosas prendas en su cuerpo. Optó por usar primero la que más le llamaba la atención, esa increíble blusa de tela suave y traslúcida con cientos de detalles brillantes plateados. Se dió un vistazo en el gran espejo y sonrió sumamente conforme con cómo la prenda se ajustaba a su cuerpo, era perfecta para brillar bajo los reflectores de Paradise Club.

— ¿Listo? —preguntó Taehyung desde afuera— Me hago viejito esperando aquí.

Park rió y decidió salir del vestidor, esperando por la opinión de su mejor amigo, quien quedó boquiabierto al verle luciendo tan genial.

— Y, ¿qué piensas? —preguntó un tanto cohibido, tratando de jalar más abajo la tela de la blusa tipo crop top.

— ¡Oh my god! —el más alto hizo una pausa después de cada palabra y se acercó para tomar una de las manos de su amigo y animarle a dar una vuelta en su lugar— Te ves ¡precioso! Cielos, brillas más que el trasero de una luciérnaga, ¡mírate!

— ¿Así de mágica es la blusa? —Jimin correspondió los cumplidos con su bella y amplia sonrisa.

— Definitivamente no creo que sea la blusa, Minnie. La magia eres tú.

El rubiecito se enterneció y se acercó para abrazar a su divertido amigo. El de cabellos plateados volvió a hablar mientras correspondía el abrazo.

— Incluso no creo que sea necesario ver la otra, ¡esta es la indicada! Confía en mí, soy tu elfo padrino.

— ¿Elfo padrino?

— ¡Sí! Ya sabes, hay hadas madrinas. Pero yo no sería hada ni madrina, por eso soy un elfo padrino. Duh.

Jimin volvió a reír y rodó los ojos.

— Bien, elfo padrino, ahora deja que vaya a cambiarme de nuevo. Aún falta mucho para esa fiesta —el rubio volvió a adentrarse al vestidor.

Desde afuera Taehyung siguió la conversación, queriendo hacer sonrojar a su mejor amigo con un comentario que involucraba al chico que, evidentemente, buscaba algo con Jimin.

— No puedo esperar para ver como la baba de Jeon caerá al suelo cuando venga a buscarte.

— ¿Huh? Ah, de hecho... —comenzó algo de timidez— No iremos juntos.

Taehyung se sorprendió al instante por esa respuesta.

— ¡¿Perdón?! —se acercó más a la puerta cerrada para escuchar mejor.

— Jeon y yo no acordamos nada. De hecho, no nos hemos vuelto a ver desde... —hubo una pausa— desde aquel día en el taller de arte.

— Oh, Minnie, lo lamento. Yo, supuse que irían juntos; ya sabes, reunirse después del partido y alistarse para-