— Vaya, este en verdad es cool.
Jungkook sabía que ese momento llegaría, le dió una sutil mirada al rubio y desvío la mirada con el fin de que su sonrisa boba no fuera notada por mucho tiempo.
— Jeon. Me gusta. Es un apellido con... —hizo una mueca simulando pensar y luego volvió toda su atención al chico alto que se derretía en sonrisas—. Personalidad. Sí, justo eso, carácter.
Si al castaño le hubieran dicho que el mismo chico que ayer le miró con tanta ira estaría bromeando y sonriendo junto a él al día siguiente, se habría carcajeado por un largo rato.
Pero ahora esa era la realidad, Park y Jeon habían estado juntos al menos por los últimos 30 minutos y se la estaban pasando tan bien que parecía que se habían olvidado de la rivalidad entre sus bandos.
— Así que, te gusta mi apellido, ¿eh? —el jugador de hockey le siguió el juego, aunque sin atreverse a mirar a los ojos del más bajo, pues sabía que su ligero sonrojo sería evidente—. Joven Park, ¿no considera que está usted siendo un poco descarado al decir eso?
La risilla que salió de los labios de Jimin hizo eco en aquella esquina en la que estaban, y Jungkook le siguió con suspiros juguetones y divertidos.
La lavandería a esa hora estaba, afortunadamente, muy tranquila. A penas había una pareja de chicas a lo lejos que ordenaban su ropa mientras conversaban animadamente. Así mismo, el delicado bailarín y el atrayente jugador, mantenían una charla casual entre unas tantas risillas de mezcla tímida y audaz.
Las piernas de Jimin se balanceaban de vez en cuando, colgando mientras estaba sentado sobre la lavadora junto a la que Jungkook estaba llenando. El bailarín revisaba los Jerseys de cada uno de los integrantes del equipo de hockey y juntos bromeaban muy a gusto.
— ¿Te parece que soy descarado por decir que me gusta tu apellido? —la verdad es que Jimin era una persona atrevida y expresiva. No tenía ninguna vergüenza de decir exactamente lo que piensa y su sonrisa audaz en estos momentos era la clara prueba de ello—. Jeon, ¿no sabes lo que es un cumplido?
— Ah, espera, déjame ver si entiendo —el más alto tomó el valor de mirarle a los ojos finalmente, deteniendo su acción se viró completamente al rubiecito—. ¿El chico que ayer me mando por un tubo hoy me está dando un cumplido?
— Tonto.
Ambos rieron cuando Park hizo bola la prenda de ropa y se la lanzó directamente al rostro. Jungkook casi juró que solo por un instante vió flaquear la seguridad de Jimin. El orgullo en su pecho se infló cuando se dio cuenta de que él también podía tener efecto en el atrayente chico delicado.
El más alto atrapó la prenda en sus manos luego de que se estrellara en su atractivo rostro y, aunque terminó de reír, la sonrisa amplia que mostraba sus peculiares dientes frontales no abandonó sus labios.
— ¿Sabes? Ahora que lo pienso, si tanto te gusta mi apellido, podría estar dispuesto a prestarte esta cosa cuando tú quieras.
— ¿Ah, sí? Bien, creo que yo podría estar dispuesto a usarla. Se me ocurre un atuendo muy vanguardista.
— Eres bueno con la moda, ¿eh? —ambos se sostenían la mirada, las sonrisas nunca faltaron, claro—. Es más, estoy seguro que incluso si estuvieras usando el horrible Jersey de Jhon Brown, te verías precioso.
Ambos estaban tan ensimismados como para percatarse de las posturas que adoptaron. Jungkook había recargado su peso en el moderno electrodoméstico, sosteniéndose con uno de sus fuertes brazos, ese brazo derecho que estaba adornado con llamativos tatuajes a los que Jimin ya les había echado un ojo.
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zapatillas y patines ; ; kookmin ✧૱:・
Fiksi PenggemarDonde, después de una equivocación y un castigo por destruir el salón de danza, Jungkook termina enamorándose del rubiecito que forma parte del grupo de ballet escolar. ✧૱:・ soft, fast burn, cliché. ✧૱:・ Historia corta. (10 - 20 caps.) ✧૱:・ Capítulo...