Perdidos / Capitulo 10 (T.2)

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Era una tarde soleada cuando Léo y Rémi decidieron explorar un bosque lejano, ubicado a varios kilómetros de la casa de Rémi. Con mochilas llenas de bocadillos, agua y una linterna por si se hacía tarde, los chicos se embarcaron en una aventura emocionante.

Léo: (mirando el mapa) Este bosque se ve increíble. Vamos a encontrar muchos lugares nuevos para explorar.

Rémi: (sonriendo) Sí, nunca he estado aquí antes. Será divertido descubrirlo juntos.

Tomaron un autobús hacia el bosque y luego caminaron un buen tramo para adentrarse en la naturaleza. Pasaron las primeras horas maravillados con el entorno: árboles altos, arroyos cristalinos y una gran variedad de aves.

Rémi: (mirando alrededor) Esto es hermoso. Me alegra que hayamos venido.

Léo: (asintiendo) Sí, es perfecto. Vamos a seguir este sendero, parece que lleva a un claro.

Mientras caminaban, charlaban y reían, disfrutando de la compañía mutua. Sin embargo, el tiempo pasó más rápido de lo que pensaban y pronto el sol comenzó a ponerse.

Rémi: (mirando el cielo) Se está haciendo tarde, deberíamos regresar.

Léo: (preocupado) Sí, tienes razón. Vamos por aquí.

Tomaron un sendero que parecía ser el correcto, pero a medida que avanzaban, se dieron cuenta de que estaban cada vez más alejados de cualquier punto conocido.

Rémi: (inquieto) Léo, esto no parece familiar. Creo que nos perdimos.

Léo: (tratando de mantener la calma) No te preocupes, encontraremos el camino de regreso. Solo necesitamos mantener la calma y seguir el sendero.

La noche cayó rápidamente y la oscuridad envolvió el bosque. Los sonidos nocturnos se intensificaron, haciendo que ambos se sintieran más nerviosos.

Rémi: (susurrando) Tengo miedo, Léo. No veo nada.

Léo: (optimista) Tranquilo, estoy aqui. Vamos a buscar el camino de regreso.

Rémi: (con miedo) y si mejor ¿llamamos a mis papás?

Léo: (deprimido) Rémi recuerda que no hay señal, aun asi sigamos intentando.

Luego de varios intentos los chicos se dieron por vencidos, y los telefonos se descargaron.

Léo: (abrazando a Rémi) Tranquilo, estoy aquí contigo. Vamos a buscar un lugar donde podamos pasar la noche y mañana con la luz del día encontraremos el camino de regreso.

Encontraron un pequeño claro y decidieron hacer un campamento improvisado. Utilizaron las mantas que llevaban en sus mochilas para abrigarse y se acurrucaron juntos para darse calor.

Rémi: (temblando un poco) Nunca imaginé que terminaríamos así hoy.

Léo: (acariciando el cabello de Rémi) A veces, las mejores aventuras son las que no planeamos. Estamos juntos y eso es lo importante. Mañana encontraremos el camino.

Mientras hablaban, el sonido de los búhos y otros animales nocturnos los rodeaba. A pesar del miedo inicial, comenzaron a relajarse, sintiendo que, mientras estuvieran juntos, podrían enfrentar cualquier cosa.

Rémi: (con una sonrisa tímida) Gracias por estar aquí conmigo. No sé qué haría sin ti.

Léo: (besando suavemente a Rémi) Siempre estaré contigo, pase lo que pase.

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