Corazón de un dragón solitario
un adolescente de 15 años, caminaba por el bosque, escapando de las autoridades, cuando encontró una bestia enorme en pleno camino, una espada incrustada en uno de sus lados, sin olvidar que era una Diosa...literalment...
Dando fuertes pisotadas, Izuku en su forma Delta revelaba una presión nunca antes vista, era como si una nueva persona se había unido al campo de batalla. El monstruo veía esto con completa incredulidad, lo que una vez era un "rival" con poderes inalcanzables, ahora se había vuelto en un dios.
¡¿Qué es este poder?!
El réptil solo le responde con completo silencio, un viento pesado sopla por el área, haciendo que los látigos de su cuello ondeen al viento. Cayendo ante la desesperación, el alien cambia a su forma de ataque, pero en vez de lanzarse a la ofensiva, empieza a cambiar la forma de su cuerpo.
Izuku veía con sus ojos reptilianos como el monstruo aumentaba su tamaño, sus tentáculos azotaban contra el suelo y creaban pequeños socávones, pedazos de escombros rebotaron contra el suelo después de haber sido lanzados al aire.
Llegando a una altura cercana a los 7 metros, el alien lanza un puñetazo hacia Izuku, quien no hace ningún intento de bloquearlo, es más, él estaba esperando el ataque.
Al momento del contacto del golpe, una enorme cortina de polvo es lanzada detrás de Izuku, escombros se fueron volando a direcciones completamente opuestas a las que estaban en un principio. Retirándose lentamente, la cortina del polvo revela al réptil con el enorme puño del alien en su torso, sin ningún rasguño visible.
Izuku:ahora es mi turno...-dice mientras alejaba el puño-
En un instante, el réptil tiene su pierna incrustada en el abdomen del monstruo, quien sentía un enorme dolor. Haciendo un poco más de fuerza, Izuku completa su patada y saca a volar al monstruo, quien choca con la Torre Eiffel, destruyendo lo que una vez fue una obra de arte.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Retirando la cortina de humo de golpe, el alien vuelve a su tamaño original, pero ahora en su forma de velocidad. Izuku ve eso y frunce su ceño. Ambos estaban listos para correr. En el momento en que ambos aumentan la presión que sus pisadas hacían contra el suelo es cuando desaparecen de la simple vista de un humano.
Chocando uno contra otro, Izuku y el monstruo se abalanzaban con golpes preparados, cada uno de ellos colisionaba contra el cuerpo del otro, pero siempre resultaba vencedor los golpes del mejor combatiente, ya que lograba bloquearlos o esquivarlos y respondía con un contragolpe, ese siendo más devastador que el otro.
Viendo como sus golpes no eran efectivos, el alien empieza a lanzar rayos psíquicos de color rosado, haciendo que el réptil tenga que alejarse de él. Escapando y esquivando al mismo tiempo, Izuku empieza a ser perseguido por el alien, quien seguía repitiendo los mismos ataques. Girando, el réptil azota los rayos con sus manos, haciendo que choquen contra el suelo, destruyendo gran parte de lo que restaba de la ciudad.
