Fluke salió de la habitación donde había dejado a Bella con la niñera y sonrió al ver a Kreon.
– Papá, ¿qué haces aquí? ¿Intentas escaparte de toda esa cháchara de cortesía o has oído el rumor de que la comida va a ser mala?
Kreon puso una expresión seria y de preocupación.
– He hecho algo mal y te afecta.
– ¿Puede saberse de qué estás hablando?
Fluke se rio mientras él lo llevaba a un rincón con unos asientos.
– Al hablar con Heracles he visto las cosas... de otra manera – su padre eligió las palabras con incomodidad y se sentó. – He comprendido que todos tenemos éxitos y fracasos, pero lo que nos hace ser como somos es la manera de lidiar con ellos. Me gustaría estar orgulloso de ser quien soy, pero no lo estoy.
– No pareces tú – replicó Fluke con los ojos entrecerrados.
– El padre de Ohm lo descuidó porque despreciaba a su madre, de quien se divorció. Sabe que no puede compensarlo y tiene que vivir con ello todo los días, sabe que su hijo tuvo que lidiar solo, durante todos esos años, con una mujer muy complicada.
– Pero tú y yo tenemos una historia distinta. Tú ni siquiera sabías que mi madre estaba embarazada cuando te marchaste de Londres y ella tampoco te lo dijo más tarde, cuando pudo haberlo hecho.
– No me refiero a eso – replicó Kreon con pesadumbre. – He odiado a Heracles Thitiwat durante muchos años porque me degradó por ser amigo de su esposa. Me avergüenza, pero tengo que reconocer que extendí mi rencor a su hijo.
– ¿Cómo? – le preguntó Fluke con el ceño fruncido.
– Cuando Sofia estaba muriéndose, me mandó una carta en la que confesaba su secreto más oculto – Kreon sacó un sobre arrugado del bolsillo y se lo entregó a Fluke. – Dáselo a Ohm y que él decida lo que quiere hacer. Sofia confiesa que tuvo una aventura y que el hermano de Ohm no era hijo de Heracles. Fui a ver a Ohm hace un par de semanas y le amenacé con entregar la carta a la prensa.
– Santo cielo, ¿por qué le amenazaste con hacer algo tan espantoso? – preguntó Fluke con incredulidad.
– Quería que se casara contigo y se ocupara de Bella y de ti. Creía que te lo debía y sigo creyéndolo, pero fue injusto coaccionarlo para que lo hiciera. Él estaba protegiendo a su padre de más congojas y no debería haberlo puesto en esa situación. Él no tiene la culpa de los errores de su padre.
Fluke se había quedado pálido y con el estómago revuelto. Miró con detenimiento a su padre mientras iba entendiéndolo con espanto.
– ¿Estás diciéndome que lo chantajeaste para que me pidiera que me casara con él?
Kreon asintió con la cabeza y los ojos cerrados y Fluke sintió como si el mundo se hubiese abierto debajo de sus pies. Miró el anillo de boda y sintió náuseas. Ohm no había querido casarse con él. Era terrible. Miró a su padre sin disimular la condena.
– ¿Estabas mal de la cabeza? Quiero decir, ¿qué te hizo pensar que era una manera aceptable de comportarte con el padre de Bella?
– Estaba furioso con él. Quería castigar a Ohm por haberte seducido y abandonado. No es una excusa, pero, en ese momento, estaba convencido de que estaba haciendo lo que era mejor para ti y mi nieta.
– Porque Ohm es rico y poderoso. Ahora te sientes mal porque te has dado cuenta de que las personas ricas y poderosas como Heracles Thitiwat cometen errores y sufren como todos los demás.
– Seguramente sea eso – Kreon suspiró. – Cuando oí hablar a Heracles, noté que mi rabia se esfumaba. Era un adicto al trabajo que descuidaba a sus esposas, pero hoy ha venido a la boda aunque no te aprobaba porque le parecía que tenía que apoyar a Ohm, como tiene que hacer un padre. Ese esfuerzo es el que hay que hacer por un hijo, no lo que yo hice. ¿Qué hice yo? Hice un comentario sarcástico y provoqué ese puñetazo.
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El dueño de su corazón
Fiksi PenggemarTras una impetuosa aventura, el multimillonario griego Ohm Thitiwat dejó desolado y embarazado a Fluke Natouch, aunque él no lo sabía. En ese momento, él estaba decidido a llevar una vida nueva con su hijita, pero cuando Ohm volvió a irrumpir en su...