518 32 25
                                    

¿Asustado o solo otra excusa más? Desde luego que esto ya no tiene nada de sentido ni coherencia. Ya es la tercera vez. ¿Por qué? ¿Por qué siempre acaba igual? ¿Por qué llegan a la conclusión de que hacer el amor otra vez puedes solucionar algo? Cuando ese es el principal problema.

En cambio; no soluciona nada, solo empeora la estabilidad mental de Izuku y aumenta la probabilidad suicida de este. La único bueno de la presencia de Bakugo, es que lo cuida y afronta algo que Izuku no quiere hacer.

Nada tiene sentido en este planeta, nada lo tiene. Aun se sigue sin entender él mismo, con lo cual, entender a los demás es incluso peor. Es incluso peor. Incluso provoca que vuelva a odiar a Bakugo y el bebé, incluso haciendo que vuelva a llorar pegando el colchón y dejando que el cojín ahogue la mayoría de chillidos doloridos.

Un maldito bebé que no quiere, un maldito bebé. Un maldito y jodido bebé que no quiere—¡No lo quiero, no lo quiero, no lo quiero, no lo quiero! —continuamente diciendo eso frente los brazos de Bakugo y terminando de la misma manera; otra noche de pasión. Solo ha pasado una semana solo una, en la que Izuku suelta otra vez las ganas de matar al bebé y que deje de doler tanto.

Otra vez sus bocas se juntan, y Bakugo siente la humedad de las mejillas de Izuku, otra vez. Pero esta vez, va a ser diferente.

—Te odio... te odio... —susurra entre el beso al rubio—. ¿Por qué no puedo parar? —sus manos ni cuerpo responden y solo son sus ojos cerrados y labios presionados por otros. Porque. ¿Por qué?

Le duele el corazón, le duele el pecho. Quiere clavarse algo y dejar de sufrir un rato.

Bakugo se separa, Izuku abre los ojos vidriosos volviendo a soltar lágrimas—Lo siento —lo abraza, la cabeza de Izuku muestra sorpresa y algo de disgusto. Aun así, su cuerpo abraza ese cuerpo, volviendo a sollozar y soltar esos sonidos raspantes. Sonidos angustiosos que no solo ha escuchado Bakugo.

—¡No lo entiendo! —arruga sus manos en el cuerpo de Bakugo, este que aun sigue abrazándolo—¿Por qué a nosotros? ¿Por qué no puedo hacer nada? ¿Acaso he hecho algo mal como para merecer esto? ¿He hecho algo tan malo para qué esto me pase? —Bakugo lo abraza con más fuerza, suspirando y dejando que sus gotas en los lacrimales salgan, sin sonido, solo fluyendo por sus ojos.

—Mañana iremos a hablar con Aizawa. Vamos a solucionar esto. Pero deja de estar así y odiar el bebé por algo que no tiene la culpa. No es el culpable de nuestros actos, ¡no lo es! —también empieza dejar que su boca cree sonidos frustrantes y dolorosos.

Ambos necesitan ¿alegría? No, necesitan que ese bebé nazca y se den cuenta que han llorado por algo tan bello como un hijo. Aunque, Izuku parece que nunca va a querer que nazca.

—No quiero, ¡no quiero! —pega suavemente la espalda de Bakugo, intentando calmar su impotencia—Kacchan... ¿nos merecemos esto?

La única respuesta es más fuerza ejercida en los brazos para así, abrazarlo con más fuerza y dejar claro la respuesta. No. Pero en realidad si lo merecen, esto puede cambiar sus vidas tanto a mejor como a peor.

—¿Qué haremos cuándo no pueda moverme y tengas que cuidarme? —han pasado dos horas, Izuku habla tan neutral que parece no ser él. Su cuerpo está tan cansado que ni llorar puede, también por la falta de alimento. Aun siguen abrazados, de pie, en medio de una habitación llena de odio y miradas con fondo de impotencia.

—Tendré que dejar los estudios para cuidar del bebé y de ti —Bakugo coge la mano de Izuku y entrelaza la suya, aún abrazados, comienzan a dar pequeños balanceos, como si estuvieran en un baile lento.

—Ya veo —parece que ya no le importa nada de lo que pasa, su cuerpo no da de más. Su cuerpo pide ayuda a gritos—. Me parece bien.

—¿Y tú?

—No lo sé. Pero es seguro que mi carrera para ser héroe acabará por esto. No conseguiré superarte y me quedaré atrás —dice cosas tristes, pero él sigue sin mostrar sentimientos.

—Seguro que no.

—Seguro que sí —ríe por no llorar, dejando que más lágrimas caigan, sin saber cómo es que puede llorar tanto sin secarse. Aun se siguen balanceando un poco o dando pequeños giros como si estuvieran bailando un lento. En sus cabezas comienzan a reproducir la misma canción.

Bakugo tararea la canción en susurro, siendo escuchado por Izuku, cerrando sus ojos, dejándose llevar por aquel momento, dejando que al menos pueda descansar sus ojos y su cuerpo sujetado por el rubio.

Izuku se alegra de que hoy no hayan hecho nada por la noche, solo dormir uno al lado del otro. Pero igualmente, sigue siendo un día doloroso que va sumándose en el calendario interminable.

—Tenemos clase, llegaremos tarde —Izuku se sienta al borde de la cama, tiene el traje puesto, ya que se ha dormido así. Se pone las zapatillas, atando los cordones y dispuesto a esperar a Bakugo e ir juntos. Después de todo, viven junto a toda su clase.

—Vamos —ya está listo. Salen por la puerta, Izuku con mirada pesimista y mismas ganas de matarse que siempre. Bakugo, pues...

Todo y cada uno de ellos que pasaban por sus lados, saludaban, pero ellos, callan y miran el suelo. Nadie sabe que está por llegar, y mucho menos nadie puede llegar a sospechar algo imposible.

 Nadie sabe que está por llegar, y mucho menos nadie puede llegar a sospechar algo imposible

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Vuestra única opción es tenerlo —comenta Aizawa después de lo que sus alumnos han revelado. Sentados en el mismo sillón que cuando hablaban con All Might, separados por un metro.

Izuku muerde su labio, mirando la ventana y dejando escapar lágrimas insonoras, solo lágrimas. Bakugo apretando su puño y pegando una vez su muslo, para así también dejar alguna rastro de dolor por sus mejillas húmedas.

—¿No —limpia sus lágrimas y traga saliva, mirando a Aizawa—hay alguna forma de abortar?—aprieta más fuerte el puño que arruga sus pantalones de uniforme.

—Creo que por el simple hecho de que seas hombre y no mujer, abortar puede hacerte demasiado daño o incluso llevarte a la muerte. Eres el primer caso y seguramente si vas a pedir un aborto diciendo que es para ti y no para otra persona, experimentarán contigo. Tu mejor opción es tenerlo y cuidarlo —Izuku mira a Bakugo y este también.

A Aizawa le duele ver esta escena, sabe el sufrimiento que llevan encima, como la carga y presión de ser un caso especial y que recibirá atención de todos. También le duele ver como ambos se abrazan y se desahogan. Ya los ha oído llorar cuando pasaba por la puerta de Izuku o Bakugo, repitiendo lo mismo "Te odio" y "No lo quiero", escuchando también las muchas veces que han tenido relaciones sexuales y se lograba oír cosas como "Lo siento", "¿Por qué no podemos parar?" o "Otra vez no".

—Tenéis que superar este bache y seguir adelante. Os espera un gran futuro.—solo puede intentar calmarlos con palabras.

—Esto es injusto.

[Publicado el 25/06/2024]

[Editado el 20/07/2024]

¿Desde cuándo? [ Bakudeku / Katsudeku ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora