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Constante y constante sentimiento atormentando a Izuku. El mismo una y otra y otra vez, sin cesar. Sin parar. ¿Hasta cuándo? Tan solo han pasado cuatro semanas y no puede estar en otro lugar que no sea un baño, vomitando lo que come y teniendo el estómago vacío.

El único que está ahí con él, es Bakugo; tomando su mano y dejando que la apriete de vez en cuando. Cuando le duele aprieta, cuando vomita aprieta, cuando tiene ganas de llorar aprieta.

—Quiero matarlo —desgarrando su voz, de rodillas frente a un retrete y a su lado alguien cómplice a la consecuencia de sus actos. Está mareado, tanto que su vista en nublada.

En clase, si no va al baño, se mea encima por el maldito bebé. Si no va al baño, vomita en la mesa. Si no va al baño, se calvaría el lápiz en la barriga y acabaría el sufrimiento.

Katsuki en medio de clase no puede acompañarlo, pero quiere hacerlo. Ese es capaz de hacer cualquier locura para que ese bebé muera y deje de hacerles daño. Por eso, sus manos tiemblan al verlo levantándose de su silla y saliendo allí.

Está tardando mucho—Aizawa, ¿puedo ir yo también al baño? —al decirlo en plural, entiende que puede estar relacionado con el embarazo de Izuku, dejándole ir.

—No tardes —es lo único dicho para que Bakugo se levante de su asiento y nada más atravesar la puerta, correr en una única dirección.

Al tan solo asomarse por la puerta y pasar, ve a Izuku llorando de rodillas en el fregadero. Al principio no entiende nada. Ahí es cuando ve sus manos manchadas de sangre. Tienen que ir al médico, pero si van...

—¿Qué has hecho? —se acerca a él, de rodillas y acariciando la mejilla de Izuku, este solo está apoyado con humedad en los mofletes y una mirada perdida, sin color, sin vida.

—No he sido yo —sonríe—. Es el maldito bebé fastidiando mi vida. Hasta me ha hecho toser sangre de tantas veces que he tosido y vomitado. Kacchan, ¿cuándo va a parar esta tortura? —desesperado pone sus manos en los hombros de este, mostrando una mirada desesperada y angustiada, con ganas de morir.

—Lo siento mucho —abraza el cuerpo debilitado de su mejor amigo—, por mi culpa hemos acabado así. Lo siento, he convertido al Deku alegre y feliz en alguien —llora—, así. Por favor, deja de odiar algo que también es tuyo —ahoga un sonido rasposo en su garganta—. No puedo sentir lo que te pasa, pero sé que sufres y yo solo puedo mirarte.

Izuku también rompe en llanto, uno sonoro—¡No tienes solo es tu culpa, también mía! —cierra los ojos llorosos, dejando una cara deplorable a la vista de nadie—Ambos hemos conseguido que acabe así. No sabíamos que pudiera quedarme embarazado y mucho menos que nos haría tanto daño. ¡Todo es culpa del bebé! ¡Todo es culpa del mocoso! ¡Solo estorba y molesta, ni siquiera tenemos algo formal para cuidarlo como familia y menos aún podemos mantener un hijo! Solo tenemos apenas dieciséis.

—No lo culpes a él. No lo culpes, prefiero que me odies a mi —es un esfuerzo constante para ambos pasar los días.

—Te odio a ti y al bebé... —Katsuki lo separa, dejando que sus ojos contemplen lo que menos quería ver en su vida—. Ambos sois un cansancio.

Bakugo sabe perfectamente que dice eso por su cansancio. Apenas come y lo que come es para el bebé. No duerme por el dolor. No se concentra en sus estudios por saltarse las clases yendo al baño. No puede hacer vida normal con algo en su barriga que hace que crezca.

En la clase, Aizawa comienza a preocuparse de la tardanza del dúo.

—Momo e Iida, cuidad la clase. Vuelvo en un rato —sale apurado por la puerta, dirigiéndose al mismo sitio que los desesperados esperando un hijo no deseado.

Nada más llegar, ve a Bakugo con Izuku dormido profundamente entre sus brazos, cargándolo y dispuesto a llevarlo con Recobery Girl.

—¿Qué ha pasado? —la pregunta es más que obvia. Izuku tiene su ropa manchada de sangre al igual que sus manos, tiene una cara mostrando continuo estrés. Se le nota, no está bien mentalmente.

—¡Hay que llevarlo a la enfermería de inmediato! —preocupado.

—¡Hay que llevarlo a la enfermería de inmediato! —preocupado

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Despierta. Una pesadilla. Todo vuelve a estar en su lugar. Respira aliviado viendo la cara dormida de Bakugo. Parece cansado, ríe un poco para apreciarlo un poco más. Que tranquilidad, su cuerpo se siente tan liviano.

—Izuku, ahora que has despertado, ¿quieres ver a tu bebé? —es verdad, si era una pesadilla, pero la realidad es incluso peor. Gira su cabeza desde la camilla para ver a Recobery Girl acercarse a él.

En respuesta, solo suspira, sacando una sonrisa a la anciana.

—Se que ahora estás maldiciendo al bebé y lo odias, igual que al padre. Pero... ¿Sabes una cosa? —con un sonido, Izuku le señala que prosiga hablando—Yo fui igual cuando tuve a mi hija.

—¿Tiene una hija? —la anciana ríe y dice que sí. Izuku poco a poco se olvida de que tiene un bebé en su cuerpo.

—Tú tienes suerte. Cuando me enteré que estaba embarazada de ella, mi novio de aquella época, no quería hacerse responsable y se marchó. Me dejo sola, sin ayuda, pasando por lo mismo que tu. Yo no tenía unos brazos que me consolaran ni me dijeran que todo estaba bien —sonríe—, aunque no lo creas y molesta que digan todo el rato "está bien", ayuda mucho. Fíate de alguien que no ha tenido eso y ha añorado escucharlo.

Izuku lo mira. Instintivamente toca su barriga con cuidado y suavidad. Sí que es verdad que sin Bakugo ya habría hecho cualquier cosa para terminar la tortura. Sin él, se desahogaría en brazos que no los entienden y constantemente preguntarían "¿Qué ha pasado?" y no un "Tranquilo", sin agobiarlo a responder enseguida.

—Cuando di a luz a mi hija, fue mágico. Ese cuerpo tan pequeño que algún día será igual de grande que yo, lo había creado, era hermoso. Ver sus dedos tan pequeños, ver ese cuerpo débil que necesita protección. Es muy bonito dar a vida a alguien que podría ser el futuro del mundo —le da dos toquecitos al hombro—. Deberías apreciar que ese momento lo puedes compartir con alguien que te quiere, y tú quieres a él.

—Yo no lo...

—No intentes negarlo. Tranquilo, es normal. Diré una última cosa... —amablemente cogiendo la mano de Izuku—. Amalo y no le digas que lo odias, tanto a Bakugo como al bebé en camino.

Izuku se queda viendo a Recobery Girl. A pesar de todo lo que ha dicho, acertando en todo, no evita que quiera abortar. Le duele. Es molesto. No puede aguantar un dolor más fuerte que el de sus brazos al romperse por usar su don.

—¿Sabes cómo me he embarazado? —Recobery Girl suelta la mano de Izuku para ir a su escritorio. Con cuidado, coge unos papeles en ellos y los acerca al peli verde.

—Tienes el All for One, y uno de los portadores es mujer. Algo a alterado el sistema y aparto reproductor tuyo, que ha detonado por algo que aun desconocemos, y has conseguido obtener algo así como un útero artificial y más avanzado —señala una parte del papel—. Este útero no afectará a nada de lo que haces, seguirás teniendo tu aparato reproductor masculino. Lo que si te va a pasar, es que tu cuerpo creará lactancia. Ahora tu cuerpo debe de creer que es una mujer y por eso empiezan a generarlo y estar preparados.

Bakugo, a pesar de dormir, en la profundidad, comienza a soñar con la hermosa familia que podrían hacer ambos. Él ya ha aceptado que el bebé es su hijo y que lo va a amar. Ahora falta Izuku.

[Publicado el 25/06/2025]

[Editado el 20/07/2024]

¿Desde cuándo? [ Bakudeku / Katsudeku ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora