One Shots Tu x Récord of ragnarok

🔥Mi señora🔥 ☥Anubis☥ (mujer)

El dios se encontraba observando a la mujer mortal frente a el pensando en porque se esforzaba tanto si era obvio que el animal moriría.

—Mi señor por favor ayúdame a salvar a este pobre animal —en la cara de ella mujer se notaba lo angustiada que estaba.

—¿Qué me darás a cambio?. —decidió mostrarse.

—Soy pobre, no tengo mucho pero lo que usted me pida se lo daré.

El dios tenía que confesar que ya llevaba un tiempo observándola porque le parecía interesante que hacía mucho por casi nada.

—Te quiero a ti.

—¿Disculpe?.

—Quiero que seas mi sirvienta en mi reino.

—Lo haré con mucho gusto mi señor.

—Que así sea.

Poco a poco el camello regreso a su estado saludable logrando pararse nuevamente.

—Ya he cumplido ahora es tu turno —ella solo asintió.

—Sayid vuelve a casa y llévale todo a padre —amarro su capa al camello junto con una carta improvisada— ve —le dio un golpe para que comenzará a andar.

Anubis le estiró la mano para que TN se colocará a su lado por lo que está obedeció.

—¿Lista?

—Si su majestad.

La arena empezó a girar creando un hueco provocando que TN cerrara sus ojos y cuando los abrió ya no estaba en el desierto ni no, en una hermosa habitación.

—Bienvenida —dijo una mujer que parecía algo mayor.

—Hola.

—Mi nombre es Merary y por órdenes de Anubis te debo enseñar todo sobre el palacio y el señor.

—De acuerdo.

(...)

Paso mucho tiempo desde su llegada y hasta ese momento solo había visto al dios pocas veces. Se moría de ganas por hablar más con él pero cada vez que intentaba acercarse algún sirviente le decía que agachara la cabeza por qué el iba a pasar.

—No hay sirvientes a la vista, muy bien.

—Señorita ya puede salir, ordene que nadie viniera —no sabía que ya la había notado— no se sorprenda después de todo soy un dios que lo ve todo.

—Lo siento su majestad, no quería incomodar.

—Ven siéntete.

Desde ese día ambos comenzaron a almorzar juntos sin que alguien se diera cuenta.

Cada día que pasaba junto al dios era mas divertido que el anterior aunque hicieran cosas insignificantes.

(...)

—Mira TN, mira lo que puedo hacer —corrió hacia el jardín para hacer una vuelta de carro (¿si saben que es no o lo explico?)

—Wow eres muy habilidoso

(...)

—TN acompáñame a la tierra un rato para almorzar.

—Creí que no podíamos salir

—Tu eres la excepción —la rodea de la cintura con una mano prácticamente cargándola para aparecer a unos metros de un hermoso pueblo.

Hace mucho que no salía del palacio ni comía algo tan delicioso pero esa no era la verdadera aventura no fue esa.