Valeria
El sol llena de vitamina E mis poros , acompañado del olor a salitre, volviéndose extremadamente relajante.
Cuando llega un chico a remover tu vida, que mejor que un día de playa con tu mejor amiga. Para chismear sobre dos mundos de cabeza ahora mismo. El mío y el de Becca.
—Quisiera tener la suerte que tienes tú —comenta Becca, acostada en la hamaca al lado de mí, mientras se mece.
Sonrío ligeramente y suspiro porque es cierto. Él chico de ojos verdes y pelo negro que me dedica letras de trap, ¡Es perfecto! Al menos para mí, y me duele que Becca no conozca ese tipo de amores. Viví tres años consumido por un narcisista y no quiero lo mismo para mi amiga.
—Deberías olvidarte de Luka — respondo.
—Yo también lo creo, pero no se como hacerlo.
—Es un narcisista Becca y se que te has dado cuenta.
—Estoy segura de que es más que eso.
—¿Y también crees que podrás cambiarlo cierto?
—Cuando me mira no veo un monstruo, sus hombros se relajan como si cayera la muralla que hay a su alrededor. Desde que lo conocí no tengo respuesta para muchas cosas, pero por primera vez quiero arriesgar de más.
—¿Incluso tu dignidad? —Becca suspiro hondo y se quedo en silencio un momento.
—Mejor cambiemos el tema volvamos a tu regalo del primer mes.
En dos días Axel y yo cumplimos un mes de noviazgo, a veces me quedo pensando en lo descabellado que fue el primer día de instituto después de las vacaciones. Igual no lo cambiaría, fue el día que Axel se declaró en la cima de la rueda de la fortuna, con una vista estupenda de la ciudad. El aire alborotando su cabello, y lo hermoso que se veía tartamudeando a causa de la pena.
—Quiero regalarle algo especial, que no tenga nadie más.
—Tendrás que hacerlo tú misma.
—Ese es el problema, soy un desastre con las manualidades. —admito.
—¿Te acuerdas la tienda artesanal que vimos de camino aquí? Quizás allí encontramos algo.
—Tienes razón.
Nos dirigimos a la tienda y el living es espectacular, decorado con cuadros de todo tipo, abstractos, realistas, modernos y algunos bastante antiguos. Las piezas de cerámica son hermosas, se nota el esfuerzo detrás de cada una de ellas y la Orfebrería es sumamente detallada. Definitivamente es un lugar acogedor, y agradable.
Mientras caminamos nos percatamos de lo grande que es, y crece el asombro por la cantidad de artículos que ahí.
—¿En qué puedo ayudarles? —pregunta a Becca, un moreno guapo, alto y con esbelto cuerpo.
—Yo...en realidad...es ella.
—Si, estoy buscando un regalo especial para un chico. —interrumpo a Becca quien al parecer salió de este mundo, con la aparición del moreno.
—Tenemos playeras, tazas personalizadas, collares y pulseras de parejas, entre otras cosas que les puede interesar. Acompañenme por favor.
Seguimos detrás del chico hasta un estante decorado, con regalos para los enamorados.
Después de ver diferentes artículos, me decidí por unos collares de conchas que encajan perfecto e imanes que los hacen juntarse cuando estan cerca. El muchacho se ofrece a tallar mi nombre y el de mi amorcito en ellas y acepto.
—Su nombre, por favor —pregunta el moreno.
—Valeria
—¿Y el de su amiga? —Oh my good, esto si no me lo esperaba.
—Becca —respondo con la esperanza de que se interese por el moreno y borré a Luka.
—El nombre de su pareja es Axel—interrumpe Becca cortante.
Salimos de la tienda y vamos camino a la playa.
—Que descarada eres, ¿Porqué das mi nombre así?
—Vamos, si es un churrasco.
—Si, pues quedatelo tú. —reimos un poco y después contesto
—No querida, tú eres la soltera por la que se interesó.
Con esta conversación me doy cuenta de que aunque el moreno la impresionó, ni siquiera esta dispuesta a conocerlo y eso me preocupa. Temo que Luka no sea solo un capricho.
Después de unas cuantas horas de risas y música en la playa, regresamos despeinadas y bronceadas a casa.
Becca
Las fotos quedaron espectacular, Val escogió muy bien su bikini rojo y yo uno negro. Ella dice que se despeina pero ya quisiera yo verme así despeinada. Su pelo negro largo se ve muy bien mojado, sobre todo con esas facciones que tiene.
Posteó varias de las fotos y el primero en verlas es Luka, algo hace clic en mí y quiero escribirle... Después de mucho latir de mi corazón, abro su chat, y quedo impactada por su perfil, que indica que esta escribiendo, sin embargo después de esperar un largo tiempo el mensaje nunca llegó, por lo que me arrepiento de escribir y salgo del chat.
Aunque no estoy segura de la decisión que voy a tomar, la pelea entre el cerebro y el corazón, no disminuye, el primero dice que simplemente no haga nada y lo olvidé, y el segundo solo piensa en la forma en que me miran sus ojos, y se esperanza de que aún falta mucho de él por conocer, queriendo justificar así sus malas acciones.
Quizás me estoy enamorando de la bestia que no se convertirá en príncipe... Pero hasta Shrek, cambio por Fiona.

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Inefable
RomanceSe supone que esto sería un relato erótico, y por momentos lo es. Pero por alguna extraña razón ella ganó esa apuesta y aquel chico narcisista se enamoro. ¿Pero a qué precio? Becca perdió su estabilidad emocional, los ataques de pánico no eran para...