Inefable

Soy tuya Luka Winslow

La fiesta termino, mientras subía las escaleras a mi casa ya no tenía que fingir sonrisas y normalidad. Ahora eres mía Becca Thompson, solo en eso pensaba, mientras tocaba mi cuello recordando sus besos y como mordisqueaba mi espalda.

Al llegar me tumbe en la cama y seguía pensando en todo lo que había pasado desde aquella vez cuando lo volví a ver. También pensaba en la insatisfacción y decepción hacia mí misma. Insatisfacción porque solo se fue después de vaciar sus pelotas y decepción por haberlo permitido. Estaba acostumbrada a las caricias y abrazos después de tener relaciones. Hasta ese entonces solo había tenido  relaciones con mi ex y nunca me hubiese imaginado ser... Ni siquiera soy algo de él.

Sin embargo no me arrepentía, por todo lo que me hacía sentir, y no me refiero al sexo sino a las famosas mariposas en el estómago, su don de acelerar mi respiración y dejarme sin ella en un segundo, la intriga que me causaba el solo verlo. Deseaba saber más de él, de su vida y en quien se había convertido. Sabía que había más detrás de lo que intentaba aparentar y quería descubrirlo.

[...]

—Corre Becca hoy vamos más tarde que nunca

—Espera Val, no me apresures

—No ves que quiere llover —respondió ofuscada

—Por eso

—Lo sabía no quieres ir Becca, maldita sea. —obvio no quería llegar, a quien se le ocurre una fiesta un lunes. Aunque no era solo por la trasnochada.

—Si es por Luka, hoy no irá

—¿Qué, cómo sabes eso?

—Lo comentó con Axel ayer, mientras tú seguías en el baño después de follar

—Que, yo no... —interrumpo

—Tranquila... Cuando me quieras contar. Yo espero —En serio ella me conoce demasiado bien.

Paramos de correr, y tomaba aire mientras le contaba todo al detalle, ¡Sí al detalle! Val se describe a si misma como gráfica, cuando me cuenta algo, así que no exigía menos.

—¿Alumnas cuando será el día que lleguen temprano? —reclamaba el profesor mientras esperábamos órdenes en la puerta —¿Qué esperan? Fuera

—No aprobaré Matemáticas —comentó a Val con la boca llena de Peter, sentadas en la cafetería. —No puedes venir conmigo, siempre que vengas conmigo llegarás tarde.

—Ay cállate ya, me gusta llegar tarde y sabes que aprobaras siempre te las arreglas.

—Vaya vaya , que tenemos aquí. La chica del momento. —interrumpe Marcos detrás nuestro.

—¿Porqué? —responde Val

—En serio no lo sabes, la chica que va de amigo en amigo... Tranquila en todos los grupos ahí una así. Esperaré mi turno impaciente, zorra.

—Eres un hijo de la gran puta —Val no se quedó callada —No tengo que darte explicaciones pero solo te daré una. Ni aunque fueras el último hombre en la tierra me fijaría en ti. —Val le dio una cachetada al unísono con sus últimas palabras, dejándome anonadada pero alegre. Mi amiga no es así, pero él se lo merecía.

—Imbécil —digo a Marcos mientras tomo a Val de la mano para irnos del lugar.

[...]

Valeria

—Es que... es que

—¿Qué pasa amor, cuéntame? —responde Axel preocupado

—Hace poco estaba con Becca en la cafetería, y llego Marcos... digo que era una... cualquiera por estar contigo.