Lloré tantas veces entre tus brazos, como aquella noche en la que me salvaste de la profunda oscuridad en la que me ahogaba. ¿Cómo carajos, volviste a sumergirme en el abismo?. Hoy me siento tan desgraciada viendo mi reflejo en el agua del mismo océano de donde me sacaste.
Becca
—¡Becca, respira pequeña! —Luka me lleva en brazos hasta la orilla, estoy despierta Pero mis pulmones estan inundados en agua.
Sus brazos me dejan en la orilla y me voltea un poco para toser y votar la mayor cantidad de agua posible. Aparta el cabello enredado en mi rostro y sujeta mi frente hasta que logró respirar con calma.
Mi garganta arde, me siento débil y no solo por el echo de que casi muero ahogada, sino porque aún duele, la vida a veces me duele. Siento que me voy a romper y no quiero que el me vea llorar.
Intento ocultar mi rostro en vano. Luka me da un fuerte abrazo undiendome en su pecho y le correspondo con la misma intensidad. Justo ahora me siento segura, cómoda, y no romper a llorar es imposible, lágrimas dejan mi rostro y y entre sollozos se camuflajean con el agua del mar en nuestra piel. Sus brazos rodean mi cintura y sus manos soban mi cabeza.
—¡Estoy aquí pequeña! —El frío desaparece entre sus brazos, me sostiene con tal firmeza que siento «Es imposible caer». No me dejes caer Luka.
El llanto calma poco a poco y él no se despega en ningún momento.
Me separó un poco secando mis lágrimas, tomó un respiro profundo y él continúa por mí. Su dedo índice se desliza bajo mis ojos de manera inusual, dulce y tierna.
—Gracias —coloco mi frente en la suya, respiro profundo y me siento en calma.
—Siempre voy a estar para ti pequeña
—¿Lo prometes?
—si
—¿No será la primera promesa que rompas cierto?
—No lo haré
Una pregunta ronda en mi cabeza, ¿Qué hace él aquí?, ¿Destino o casualidad? Pues nunca he creído en ninguno de los dos, mas bien en lo caprichosa de la vida y sus desalmados juegos.
—¿Qué haces aquí? —Pregunto separandome un poco, para verlo fijo.
—Te debo una disculpa y explicaciones. Fui a tú casa y tú madre me recibió preocupada porque te llevaste la moto de tú padre a esta hora. Te llamé varias veces pero no contestaste, así que pensé que quizás este seguiría siendo tú lugar favorito.
Una sonrisa escapa de mis labios, pensar que esta en medio de la nada, solo por mí, su preocupación y el riesgo que tomo al venir hasta acá a estas horas, aún sin saber si era seguro que estuviese aquí.
Luka Winslow; mi verdugo. Me encanta cuando dejas de serlo.
—¿Cómo sabes que es mi lugar favorito?
—Recuerda Becca
Mi mente viaja años atrás cuando éramos novios inocentes y juiciosos.
—¿Color favorito? —pregunta Luka
—¡Azúl!
—Esa fue fácil, ¿Dulce o salado?
—¡Dulce! He acertado 10, ahora me toca a mí
—Esta bien
—¿Lugar favorito?
—Este
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Inefable
RomanceSe supone que esto sería un relato erótico, y por momentos lo es. Pero por alguna extraña razón ella ganó esa apuesta y aquel chico narcisista se enamoro, ¿pero a q precio? Becca perdió su estabilidad emocional, los ataques de pánico no eran para el...