Una historia donde reina la mentira y el descaro. Una historia donde el amor es el grave motivo del engaño.
¿Podrá y/n revelar su gran secreto ante su familia antes de que salga a la luz? ¿Dejará que su amor sea quien la encamine hacia un buen final?
Pasaron unos cuantos días desde que vi a Santiago, me dijo que en esos días no iba a poder verme porque estaba tapado de trabajo. Así que aproveché para juntarme con mis amigos y así contarles todo lo que estaba pasando con Santi. Alexis nos invitó ambas a su casa, así que preparamos todo para tomarnos unos tereres en el patio junto a la pileta. Mel estaba pelotudeando en la pileta junto a Alexis, mientras yo cebaba los tereres, de vez en cuando, cuando Santi me contestaba, yo agarraba el celular para hablar un toque con él.
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“Este hombre no soporta a nadie” ese pensamiento me hizo largar una pqueña risita. Me estaba contando de una abogado que trabaja con mí papá y lo “idiota y degenerado” que suele ser con la gente.
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Me tenté con el comentario que hizo acerca de mudarme con él, no poda creer lo celoso que era, siempre diciendo que si un hombre se me acercaba lo mataba. Mis amigos se quedaron estáticos mirando como me reia a carcajadas. Mel salió de la pileta corriendo para ir hasta mí.
—¿Qué te pasa, loca?—preguntó ella chusmeando mí celular—No me digas que... ¡¿Te estás hablando con el hombre que estaba con tu papá en nuestra fiesta de egresados?!—gritó mí amiga a los cuatro vientos. Yo asentí ante su pregunta mientras me alejaba e ell sarcásticamente.
—Si, ya hasta chapé con él... Por eso dije de juntarnos, quería contarles todo lo que pasó—comenté sentádome derecha en la reposera que estaba ubicada a un lado de la pileta bajo una sombrilla gigante. —¡Alexis, vení que ésta conchuda se está hablando con el compañero de trabajo del padre!—exclamó Mel a lo que Alexis salió corriendo de la pileta.
Les conté todo lo que estaba pasando con Santi y también lo que había pasado con Martín. Fue algo difícil contar lo de mí ex, pero cuando empecé a hablar de Santiago mi expresión era solamente de felicidad. Ellos quedaron callados por un momento debido al shock, pero me felicitaron por seguir con mí vida.
No me había percatado que Santi me había contestado, así que rápidamente le abrí el chat.
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