Capítulo 19: Dragón a la Boloñesa

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Un día tranquilo en el instituto, con tintes melancólicos que rodeaban la soledad de uno de los chicos, aquel cuyo origen data de una masacre. El joven Roy iba a salir de clases, hasta que el profesor Sam le pidió que se quedara.

- Espera un momento.. Roy... Necesito hablar contigo - comentó Sam.

- ¿De acuerdo...? - dijo Roy algo confundido, aunque con una evidente expresión de tristeza en sus ojos, los cuales no brillaban con su usual fuerza.

- He notado que estás algo decaído... ¿Te gustaría hablar al respecto? Ya que nadie más parece notarlo... - mencionó Sam, que desde hace varios días se había percatado de su actitud. Él era el encargado de ayudar a Roy a adaptarse al instituto y se ha convertido en su tutor.

- Usted... Está bien... (Supongo que puedo confiar en él) - contestó Roy, el cual tomó asiento para contarle sus pesares al profesor, al cual a este punto, veía cómo una figura paterna, pues su actitud benevolente le recordaba a su padre.

- Supongo que todavía extrañas a tus compañeros ¿Verdad?, me habías contado que se conocen desde pequeños - dijo el profesor, mientras tomaba un sorbo de su taza de café.

- Si... Hecthor nos crio juntos, Articia, Gianne, Hori, Ryan y Marianne... - dijo Roy con una expresión algo melancólica - Fuimos entrenados para controlar mejor nuestros poderes, ellos desde un inicio me habían hecho su líder, principalmente por mi iniciativa y capacidad para motivarlos, aunque, tomando en cuenta las actitudes de cada uno, seguramente Articia tomó mi lugar en mi ausencia, probablemente casi todos crean que estoy muerto.

- ¿Casi todos? - preguntó Sam.

- Marianne... Ella no es tan ingenua como el resto, ambos desconfiábamos de Hecthor desde un inicio, pero era inútil intentar convencer a los demás - comentó Roy.

- Entonces tráela de regreso, si es tan sensata como tú, nos ayudará a luchar contra Zenyte - dijo Sam, con una mirada de confianza en sus ojos.

- Pero... ¿Cómo lo haremos? No tenemos casi ninguna pista de dónde se encuentran en este momento... el helicóptero o sea donde sea que nos transportaban siempre tenía ventanas polarizadas, no veíamos las rutas, aunque... - comentaba Roy.

- ¿Aunque? - preguntó Sam.

- Recuerdo al menos el exterior del último lugar dónde nos acomodamos, estoy seguro de que al menos ahí habrán pistas de algo - dijo Roy.

- ¿En serio? ¡Esa parece ser información bastante útil! ¿Puedes decirme cómo era el lugar? - mencionó Sam.

- Pues... En el exterior, habían varias colinas, estábamos en un acantilado, había un río... ¡Oh! ¡Habían Lirios de Araña! - comentó el chico de ojos brillantes.

- Lirios de Araña... ¡ESO ES! ¡El único lugar donde crecen es en la región de Izumi! Y por lo que dices... Montañas... Río... Ese debe ser... ¡El Valle Lycoris! - exclamó Sam, muy emocionado por la información - Roy... ¿Quieres ir a una misión especial? - dijo mientras se levantaba y ponía sus manos en la mesa.

En ese instante, los ojos de Roy recuperaron su habitual brillo, parecía que su reencuentro con sus amigos era cada vez más cercano.

- ¡SI, VAMOS ALLÁ! - exclamó el chico sumamente emocionado - Pero... ¿No deberíamos de decirle a los demás?

- Sería una buena idea, si no fuera porque todos se fueron a una misión que involucraba acabar con un monstruo hecho de espagueti o algo así, estoy seguro de que no cenarán cuando lleguen... - dijo Sam mientras se rascaba la cabeza.

Mientras tanto los chicos en su misión...

Midway City: Plaza Central

- ¡PETER, AGARRA ESA ALBÓNDIGA! - Gritaba Marcel.

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