rwby (en su bondad.) Pausado

Capítulo 15

Los capítulos llegaron un poco tarde y tuvimos que cambiar algunas cosas, pero finalmente está aquí, espero que todos lo disfruten.

Por cierto, parece que algunas personas no están al tanto de esto debido a que los números de los capítulos son los mismos, pero el aviso de retraso del capítulo 14 se eliminó y se actualizó con el capítulo 14 real, en caso de que la gente no lo supiera. No me doy cuenta de que eliminé el último y lo actualicé.

No era ajeno a la sensación de estar ahogado. Sabía lo que se sentía estar impotente, confundido y ansioso. Durante la mayor parte de su tiempo en Beacon pasó cada día preocupado por el siguiente. Entonces sucedió Cardin... y esa ansiedad explotó y lo empujó hacia una espiral descendente, de la que sus amigos lograron salvarlo. Las últimas semanas habían sido algunas de las mejores de su vida, con la ayuda de su equipo, sus amigos y… ella. No creía que alguna vez tendría que lidiar con algo así otra vez, ese sentimiento de… impotencia, de ansiedad que amenazaba con tragarlo por completo. Entonces, cuando sucedió de nuevo, cuando su corazón saltó a su garganta y sus días transcurrieron agonizando por sus pensamientos… no supo qué hacer.

Al principio pensó que era una broma de mal gusto, tenía que serlo, ¿verdad? Sin embargo, a medida que pasó el tiempo, sus pensamientos se dirigieron a otras alternativas, y podría haber sido simplemente debido a la situación de alto estrés que hacía que sus emociones se alteraran. Sin embargo, ella seguía bloqueándolo, ignorándolo, impidiéndole siquiera acercarse. La única vez que la dejó a solas, ella simplemente pasó a su lado como una furia.

Quedó confundido, ansioso y… triste. Realmente no había mejor palabra para describirlo.

Ruby y Pyrrha sabían que algo estaba pasando, era obvio para ellas. Sin embargo, a pesar de las duras palabras de Cinder, no quería que dos amigos protectores la acosaran. Se las arregló para hacerlo pasar como fatiga de la misión y pies fríos por la situación cercana a la muerte, logró convencerlos lo suficiente, probablemente estaban sintiendo lo mismo después de todo.

Él agonizaba por sus palabras, por sus ojos, por la fea expresión que se había formado en sus hermosos rasgos.

Algo había sucedido, algo que hizo que la mujer que lo entrenó, que era honesta en su dureza pero genuina en su aliento, la mujer que lo había besado, se enojara. No sabía qué era ni por qué era culpa suya.

Las palabras de Qrow lo habían hecho sentir mejor consigo mismo, pero en realidad no le habían dado mucho que hacer además de saber que lo que sentía era normal. Claro, sabía que debía hablar con ella, pero ya lo había intentado. Todos y cada uno de los intentos se habían topado con nada más que un muro de ladrillos.

Intentó entrenar tanto como pudo para distraer sus pensamientos, para evitar pasar día tras día pensando patéticamente en la chica de la que había comenzado a enamorarse. Sin embargo, todavía podía escuchar su voz, cada vez que cometía errores, cada vez que arruinaba la distancia entre él y su enemigo, cada vez que bajaba su escudo o usaba demasiada o muy poca fuerza, la escuchaba castigarlo dentro de su mente en el lugar de su propia voz. Sus palabras fueron severas y agudas, pero recientemente habían comenzado a llevar un toque de calidez dentro de ellas.

Ahora todo lo que podía oír era la fría y amarga agudeza, con la sensación de la lluvia cayendo sobre su cuerpo.

No había ido a su área de entrenamiento ni una sola vez desde que regresaron a Beacon, la vista familiar podría haber sido aún peor para su psique. Afortunadamente, a Glynda no le importó preguntar por qué solicitaba una sala de entrenamiento solo, o tal vez fue lo suficientemente amable como para no hacerlo.

Sabía que tenía que hacer algo, y que si no lo hacía, en última instancia, se arrepentiría más adelante.

Fue lo que lo llevó a donde está ahora.