Capitulo Doce |Feliz cumpleaños Dulce

47 4 2
                                    


Era el día del cumpleaños de Dulce, y su apartamento estaba decorado con globos y luces festivas. La celebración había sido planeada con entusiasmo, y sus amigos se habían reunido para festejar con ella. Aurora, Rubí y varios otros conocidos estaban presentes, creando un ambiente alegre, aunque la tensión seguía latente entre Dulce y Christopher.

Esmeralda, que había llegado con la intención de arruinar el ambiente, se había colado en la fiesta a pesar de que no era bienvenida. Su presencia era una especie de tormenta que amenazaba con empañar la celebración. Aunque Dulce había hecho todo lo posible por ignorarla, Esmeralda no perdía oportunidad para hacer comentarios despectivos y mostrar su malestar.

La noche avanzaba con música y risas, y Dulce estaba disfrutando del tiempo con sus amigos. A medida que la fiesta llegaba a su punto álgido, Christopher se encontraba en un rincón, observando a Dulce con una mezcla de admiración y preocupación.

Cuando llegó el momento de los regalos y los brindis, Dulce se acercó a Christopher, que estaba alejado del grupo, sentado en un rincón. La mirada en sus ojos mostraba una profundidad que Dulce no podía ignorar.

— Christopher, ¿todo bien? —preguntó Dulce, notando la seriedad en su rostro.

— Necesito hablar contigo —dijo Christopher, su tono grave y sincero—. Es algo importante.

Dulce lo siguió a un área más tranquila del apartamento, alejados del bullicio de la fiesta. La atmósfera se volvió más íntima, y la tensión que había estado acumulándose entre ellos parecía estar a punto de estallar.

— ¿Qué pasa? —preguntó Dulce, mientras se acomodaba en un sofá cercano—. ¿Hay algo mal?

Christopher se sentó frente a ella, tomando un profundo respiro antes de hablar.

— Mira, Dulce —comenzó—. Desde que comenzamos este acuerdo, ha habido muchas cosas que he intentado ignorar. Pero la verdad es que me he estado sintiendo cada vez más confundido. No solo por la farsa que hemos estado manteniendo, sino por lo que estoy empezando a sentir realmente.

Dulce lo miró con sorpresa. Sabía que había algo entre ellos, pero no esperaba que Christopher se sintiera tan abrumado.

— ¿A qué te refieres? —preguntó Dulce, su voz temblando un poco.

— A lo que me refiero —continuó Christopher— es que me he dado cuenta de que mis sentimientos hacia ti han cambiado. Estoy empezando a sentir cosas que no debería sentir en una relación que se basa en una mentira. Y no sé cómo manejar esto. Siento que te he ayudado lo suficiente y que lo mejor es alejarme para aclarar mis propios sentimientos.

Dulce se quedó en silencio, procesando sus palabras. La revelación era dolorosa, pero entendía su perspectiva. Había sido evidente que la situación había estado afectando a ambos, y el deseo de Christopher de alejarse no era sorprendente.

— Si es así, lo entiendo —dijo Dulce, su voz firme—. No quiero que te sientas atrapado en algo que no deseas. Si alejarte es lo mejor para ti, entonces lo respeto. Pero también quiero que sepas que no te deseo ningún mal. Esta situación ha sido difícil para ambos, y tus sentimientos son válidos.

Christopher asintió, sintiendo un peso aliviado al expresar sus pensamientos.

— Lo aprecio, Dulce —dijo—. Ha sido complicado, pero creo que es lo mejor para los dos. Necesito tiempo para aclarar mis propios sentimientos y entender qué es lo que realmente quiero.

— Entiendo —respondió Dulce—. Y aunque la situación ha sido complicada, quiero agradecerte por todo lo que has hecho. No ha sido fácil, pero tu apoyo ha sido importante para mí.

Mientras el ruido de la fiesta seguía al fondo, Dulce y Christopher se miraron con una mezcla de tristeza y resignación. La conexión entre ellos había sido real, pero la realidad de su situación los obligaba a tomar decisiones difíciles.

Finalmente, volvieron al bullicio de la fiesta, tratando de mantener una fachada normal. Esmeralda, al notar el cambio en el ambiente, sonrió con satisfacción, pero Dulce hizo un esfuerzo por mantener la celebración lo más alegre posible.

El cumpleaños de Dulce continuó con risas y regalos, pero la conversación con Christopher había dejado una marca en ella. La noche terminó con una mezcla de emociones: la alegría de la celebración y la tristeza de la despedida inminente.

Cuando la fiesta llegó a su fin y los invitados comenzaron a irse, Dulce se quedó sola con sus pensamientos. La situación había cambiado, y el futuro parecía incierto. Sin embargo, sabía que, a pesar de las dificultades, había aprendido algo valioso sobre sí misma y sobre las personas en su vida.

Christopher se despidió con una sonrisa triste, y aunque no sabía qué depararía el futuro, ambos sabían que lo que habían compartido había sido significativo, aunque breve. La noche había marcado el final de un capítulo, pero también el comienzo de una nueva etapa en sus vidas.

 La noche había marcado el final de un capítulo, pero también el comienzo de una nueva etapa en sus vidas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un intento de amor a primera vista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora