Un intento de amor a primera vista

Capitulo Catorce | El final de una historia

Después del tumultuoso evento en la fiesta, Dulce había decidido distanciarse de Christopher. La verdad sobre la farsa había sacudido su mundo, y el dolor de la situación la llevó a encerrarse en su apartamento, rodeada de sus cosas y de su fiel perro, Sebastián. Pasaba los días organizando su hogar y buscando consuelo en la rutina y en la compañía de su collie. A pesar de sus esfuerzos por distraerse, sus pensamientos seguían regresando a Christopher y a lo que podría haber sido.

Una tarde, mientras paseaba a Sebastián por el parque, Dulce vio a Christopher en un banco, acompañado de una chica de cabello negro. La escena, aunque sencilla, provocó un torbellino de celos y confusión en Dulce. La forma en que Christopher miraba a la chica y la forma en que ella se reía y lo tocaba le hicieron sentir una punzada en el corazón.

Dulce no pudo soportar la visión. Decidió regresar a su apartamento, con Sebastián caminando a su lado, y una vez allí, sacó su teléfono y llamó a Rubí. La voz de su amiga al otro lado de la línea estaba llena de preocupación.

— Rubí, necesito hablar contigo —dijo Dulce, con la voz temblando—. Por favor, ven a mi casa.

Rubí, al escuchar la desesperación en la voz de su amiga, se apresuró a llegar. Cuando entró al apartamento de Dulce, encontró a su amiga sentada en el sofá, con Sebastián a sus pies. La tristeza y el desconcierto eran evidentes en el rostro de Dulce.

— ¿Qué pasó? —preguntó Rubí, sentándose a su lado—. ¿Por qué estás tan angustiada?

Dulce miró a Rubí con lágrimas en los ojos.

— Vi a Christopher en el parque con otra chica. Me siento tan confundida. No entiendo por qué me afecta tanto.

Rubí tomó la mano de Dulce y la miró con seriedad.

— Dulce, creo que te estás engañando a ti misma. Has estado evitando a Christopher, pero todo esto indica que tus sentimientos hacia él son más profundos de lo que te has permitido admitir.

— ¿Qué quieres decir? —preguntó Dulce, con una mezcla de sorpresa y desesperación.

— Lo que quiero decir es que estás enamorada de Christopher —dijo Rubí con franqueza—. A pesar de todo el drama y la confusión, tus emociones son reales. Si realmente sientes algo por él, deberías luchar por lo que sientes en lugar de dejar que la situación te frene.

Dulce se quedó en silencio, asimilando las palabras de Rubí. Su amiga estaba en lo cierto; la confusión y el dolor que sentía estaban ligados a sus verdaderos sentimientos. La idea de no actuar y dejar que Christopher siguiera su vida con otra persona era dolorosa.

— ¿Qué debería hacer? —preguntó Dulce, con la voz rota—. ¿Cómo le confieso mis sentimientos después de todo esto?

Rubí sonrió, dándole un pequeño empujón de ánimo.

— Lo mejor es ser honesta con él. Ve a buscarlo y dile lo que sientes. No puedes dejar que el miedo o la confusión te detengan. Tienes que arriesgarte si quieres un futuro con él.

Dulce asintió, sintiendo una mezcla de nervios y determinación. Sabía que tenía que actuar antes de que fuera demasiado tarde. Se levantó, tomó una respiración profunda y decidió ir al parque a buscar a Christopher.

Cuando llegó al parque, el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, y el aire fresco de la tarde parecía darle fuerza. Encontró a Christopher sentado en el mismo banco, aún acompañado por la chica de cabello negro. La escena la hizo sentir insegura, pero la determinación de Rubí y el deseo de expresar sus sentimientos la impulsaron hacia adelante.

Christopher notó la presencia de Dulce y se levantó del banco, su expresión cambiando al ver a la mujer que había sido una parte tan importante de su vida.

— Dulce, ¿qué haces aquí? —preguntó Christopher, con una mezcla de sorpresa y preocupación.

Dulce se acercó a él, su corazón latiendo con fuerza.

— Christopher, necesito hablar contigo —dijo Dulce, tratando de mantener la calma—. No puedo seguir ocultando lo que siento. He estado evitando enfrentar mis sentimientos, pero la verdad es que te amo.

Christopher la miró, asombrado. La sinceridad en los ojos de Dulce y la emoción en su voz le hicieron darse cuenta de la profundidad de sus sentimientos.

— ¿Qué estás diciendo? —preguntó Christopher, con la voz quebrada.

— Desde el principio, me he dado cuenta de que te he estado usando para cubrir mis inseguridades, pero mis sentimientos hacia ti se han vuelto reales. La farsa se convirtió en algo verdadero para mí. Me duele verte con otra persona porque me doy cuenta de lo mucho que significas para mí.

Christopher se acercó a Dulce, la miró a los ojos y la tomó de las manos.

— Dulce, yo también me he estado sintiendo confundido. La relación comenzó como una mentira, pero a medida que pasaba el tiempo, empecé a darme cuenta de lo que realmente siento por ti. No sabía cómo manejar mis sentimientos, pero ahora veo que lo que realmente quiero es estar contigo.

La revelación hizo que los ojos de Dulce se llenaran de lágrimas de alivio y felicidad. La tensión y la confusión que había sentido se desvanecieron en el momento en que Christopher le confesó sus sentimientos.

— Entonces, ¿qué hacemos ahora? —preguntó Dulce, con esperanza en su voz.

— Lo que haremos es ser honestos el uno con el otro y construir algo verdadero a partir de aquí —dijo Christopher—. Te pido disculpas por todo el dolor que causé sin querer. Quiero estar contigo, pero necesitamos enfrentar esto juntos.

Dulce asintió, sintiendo una oleada de felicidad. La sinceridad y el amor que ambos compartían les dieron una nueva oportunidad para comenzar de nuevo. La noche se llenó de promesas y de la esperanza de un futuro en el que podían ser auténticos el uno con el otro.

Juntos, caminaron de regreso por el parque, tomados de la mano, listos para enfrentar el futuro con una nueva perspectiva. La historia que había comenzado como una farsa ahora se transformaba en una verdadera oportunidad para el amor y la conexión, demostrando que incluso en medio de la confusión y el dolor, siempre hay una posibilidad para un nuevo comienzo.

Fin ♾️