𝐃𝐄𝐌𝐎𝐋𝐈𝐓𝐈𝐎𝐍 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒 / 𝙶𝚞𝚜𝚝𝚊𝚟𝚘 𝙲𝚎𝚛𝚊𝚝𝚒

Thank You For The Venom

Omnisciente

3 días después

Gustavo había estado un poco pensativo acerca del trato que hizo. Quizá ya se había arrepentido, se había dado cuenta que -tal vez- nunca iba a conseguir ver a Alya. Al menos no de la misma forma, todo lo que hizo en este último mes y medio lo termino de corromper y Gustavo lo sabía perfectamente. Podría decirse que después de lo que le amenazó Lucifer. "Hiciste un trato, si no lo cumples te costará la vida de tu amada" se dió cuenta que tal vez, había ido demasiado lejos. Había abusado de sustancias que al menos le ayudaron un momento y después lo perjudicaron horriblemente. Perdió básicamente toda la esperanza y fe de lo que antes pensó que sería lo mejor. Había tenido pesadillas recurrentes, con lo antes sucedido en el hotel Bella Muerte.

Al menos el día de hoy pudo descansar adecuadamente, estuvo en cama todo el día, aunque también leyó un poco la biblia que al menos le sirvió de algo, pero supo que con eso no sería suficiente "para estar limpio y purificado", algunas veces lloraba, algunas veces le devolvía la ira y furia de no hacer las cosas bien y hacerlas a las prisas pensando que el camino sería sencillo, cuando no lo fue. Llevaba un poco más de 885 hombres asesinados. No le faltaba casi nada para verla. Estaba emocionado, nervioso, y enojado todavía. Tenía una ira bastante reprimida, y con él mismo, por no haberla protegido. Sentía que era su culpa.

- No te preocupes, habrá un hombre al que querrás matar pero no podrás hacerlo. - Aseguró Lucifer, quién lo había decidido visitar después de unas horas. - Eso lo sé. - Sonrió con malicia. Gustavo lo miró con atención. No había bajado la guardia, ni había vuelto a confiar en él. Aunque claro, nunca confío del todo en él.

- Ya no quiero continuar. Necesito descansar y pensar con claridad. - Gustavo se sentó frente a él. En la misma mesa de hace unos días, donde Gustavo estaba más drogado que un suicida a punto de saltar de un edificio o algo así.

- Nunca harás que me vaya. - Lucifer le sonrió nuevamente, ahora con más burla. - Si no lo haces, de igual manera estaré contigo, por mucho tiempo. - Concluyó.

- Entonces, dame lo que necesito. - Se quejó Gustavo. - Dame una razón para creer. - Lucifer lo miró fijamente, Gustavo estaba pensando en cuál sería su siguiente movimiento. El qué haría el otro individuo.

- Piensa, en qué ella te necesita. - Se levantó de su silla y camino hacia Gustavo para susurrarle. - Estás corriendo tras algo que no vas a matar - Dijo en un tono más bajo, negó e hizo un sonido de desaprobación con su boca. - Y lo sabes perfectamente. Y eso te desespera aún más. - Continúo agregando, a este punto Gustavo estaba tratando de contenerse y no gritarle en la cara. O más bien a las caras. - Ámalo o déjalo, no lo sabrás entender. - Gustavo escuchaba cada palabra. - Lo que eres, eres un asesino y no lo podrás cambiar. - Dijo ahora en un tono más alto para captar su atención. - Y es demasiado tarde para arrepentirte. - Terminó de decir, Gustavo trató de recordar alguna palabra que le haya dicho Lucifer, o al menos alguna para decirle algo al respecto. Lucifer se había dado la media vuelta y empezó a caminar sin rumbo por el espacio en el que estaban.

- ¿Entonces que se supone que debo hacer? - Preguntó, por fin, después de pensar por un momento. Lucifer giró su cuerpo por sus talones y le dijo.

- Sigue adelante y ya. - Gustavo quedó insatisfecho con su respuesta. ¿Que iba a hacer renegarle? Pues si.

- No lo volvería a hacer ni aunque me pagarán. - Agregó Gustavo. Lucifer soltó una risita.

- ¿Que? ¿Ya te arrepentiste solo porque has leído la biblia? - Se burló, al recordar que hoy hace un rato vió a Gustavo con una biblia en sus manos y un rosario. Gustavo se cruzó de brazos y no respondió. - ¿Ya le pediste redención también? - Se rió aún más fuerte. Eso que mencionó acerca de "Ya le pediste redención". ¿A quien se refería? Pues a Dios. - ¿Ya hiciste tu rosario del día con tus manos llenas de sangre? - Se siguió burlando. - Oh ya sé, ¿Leías la biblia mientras matabas a alguien o qué? - Continúo haciendo bromas de ese estilo por un rato más. Gustavo ni siquiera lo miraba con seriedad. En algunos momentos en los que Lucifer seguía riendo se sentía incómodo. Más que nada porque él se lo tomaba muy a la ligera y tal vez Gustavo sí se arrepentía realmente. Aunque claro, tenía que seguir con el trato. Aunque no quisiera.

- No le veo la gracia. - Interrumpió Gustavo. Lucifer paro de reír.

- Pues yo sí. - Y sonrió de nuevo. - En serio es muy divertido. - Respiro hondo. Se mantuvo un silencio bastante grande que a Gustavo no le agradaba nada.

Su perspectiva había cambiado hace ya tiempo atrás. ¿Pero que podía hacer? Se fue rindiendo poco a poco. No de golpe, porque sería peor. Se podría decir que iba "desacelerando". Más que nada por el cansancio, no porque no quisiera ver a Alya. Eso claro que no era verdad, era lo que más quería en este mundo. Pero necesitaba un descanso que sabría que no obtendría sino hasta que haya terminado con los mil hombres. Y él quería parar por un rato. Dormir bien, comer bien, pensar, sobre todo pensar. No solo en Alya, en todo, desde que tiene consciencia hasta la fecha presente. Y Alya ya le hubiera dado un sermón terrible de lo que era correcto y lo que no. Y ahí sería cuando Gustavo entraría en razón... Pero ella no estaba, y razón era lo que más le hacía falta a Gustavo en estos momentos.

Y tratar de arreglar sus pensamientos, ponerlos en orden y darse cuenta de la tremenda cagada que se había mandado. Que claro, que si fue demasiado tarde. Pero ¿Mejor tarde que nunca, no?.
Muchas veces pensó en ello, en todo lo que había estado haciendo por Alya, no con tanta delicadeza ni insistencia. No quería romperse la cabeza pensando en posibilidades que no irían a pasar. Pero se vale soñar ¿No es así?. Y también se dio cuenta de algo. Lo que hacía por Alya, y para estar con ella definitivamente no era arrepentimiento, era sorpresa. Nunca se imagino estar así por alguien. Si hubiera sido otra cualquier persona, era obvio que no le hubiese importado quién muriera, pero ella no era "cualquier persona", era Alya.

🔪🔪🔪

HOLA DE NUEVO, actualice otra vez. Ahora que ya salí de vacaciones estaré un poquito más activa.

Y gracias a los que se preocuparon por el anuncio de hace un rato, ya estoy mejor y por eso decidí actualizar también para distraerme.

Espero que hayan disfrutado este capítulo tanto como yo disfruté escribirlo <3

Ahora sí chau 🫂🫂🧸