— Pablo, ¿tu crees que esto servirá de algo?— pregunté mientras veía como
intentaba montar una tienda con las mantas en su salón. Se veía tan adorable. Comprendo lo difícil que es sacar tu lado niño con alguien y que lo haya sacado conmigo me saca una sonrisa de oreja a oreja.— Creeme...— y se cayó todo lo que había hecho— que no — terminó.
Yo me empecé a reír de él y de todo el tiempo que había empleado buscando las mantas y los recursos necesarios para su gran idea.
— Ah encima te ríes — se hizo el ofendido. — Con lo que me ha costado encontrar las mantas de invierno y pensar físicamente como tenía que colocarlas para que no pasara esto— se puso triste, o lo intentó.
Yo seguí riéndome a carcajadas mientras el me miraba de la peor manera posible.
— Ah vale— continuó su berrinche. Hasta que se acercó a mi y empezó a hacerme cosquillas.
— Que ahora que— me retó vacilón
— Para porfa— reí.
Intentaba soltarle patadas para que me dejara en paz, pero eran en vano.
Paró en seco, pero se quedó mirándome, se quedó pensativo unos segurnos y de golpe acortó la distancia entre nosotros uniendo nuestras bocas. Me había quedado bloqueada y asombrada por la reacción. Le seguí el beso hasta que nos quedamos sin aire. Él se limito a sonreír tímido y atacar a mi cuello.
— No ahí no que luego me dejas marca — reí.
— Que malas excusas pones— rió conmigo y volvió a besarme.
Los dos nos pusimos a ver otra vez la serie, pero esta vez el sevillano se había tomado la confianza de tumbarse sobre mi regazo y yo deposité mi mano en su cabeza para hacerle mimos.
Seguramente esa acción había cambiado muchas cosas entre nosotros. Pero ninguno de los dos estaba seguro de sus sentimientos por el otro. O al menos yo no estaba segura de lo que sentía. Sabía que me atraía y me imponía pero ¿Tanto?
— Pablo, te estás durmiendo— le dije mientras le tocaba el hombro para despertarlo.
— ¿Te llevo a tu casa o te quedas?— me preguntó con un puchero. — Chico está cómodo, no le vas a hacer despertarse— puso de excusa para que me quedara.
— Tu mañana tienes entreno y yo tengo que hacer un par de recados— encogí mis hombros. — Si quieres quedamos para comer en mi casa— le propuse.
— Me parece bien— se levantó de una con una sonrisa en la cara.
Nos llevó a casa con la música a todo volumen y él dándonos un concierto a Chico y a mi.
— Bueno princesa, su carruaje ha llegado a su destino — me dijo una vez llegamos a mi portal
— Muchas gracias chófer— le dije haciendo el amago de salir. Pero cerró el coche y me puso morritos para que le diera un pico antes de salir.
Me acerqué haciendo el amague pero quité el seguro del coche y salí de este sonriente.
— ¿Qué confianzas no? Tendrás que ganártelo — Sonreí pícara — Nos vemos mañana — me despedí mandándole un beso con la mano
Abrí la puerta de casa y todo se encontraba en silencio, no se en que momento Iria tiene pensado aparecer por casa, que el perro también es de ella, y debería tomar responsabilidades, ahora solo lo cuido yo.
Me hice un bowl con uvas y me tumbé a ver algún video de los buyer.
Iri💖
chiqui, perdón por avisarte tan tarde
mañana por la mañana voy a casa y bajamos las dos a la ciutat esportiva
Balde me ha dicho que has quedado con Gavi y yo de paso me quedaré con Ale y con Chico. Supongo que iremos a pasear.Vale, mañana hablamos.
Pablito💘
buenas noches princesa🩷
buenas nochesss🩷
Estuve pensando mucho en la tarde que había pasado con el andaluz. En la forma de sus ojos y en la manera que conectaban nuestros labios. Las mariposas que recorrieron todo mi cuerpo en cuanto vi que se acercaba y el ataque que tuvieron estas cuando me besó. En los buenos momentos que comparto con él. En las risas y sobre todo en lo que siento. No se si es atracción o que me gusta. Alomejor Sira tenía razón y nos mirábamos diferente. Puede que conectáramos y nosotros no lo sabíamos. Puede que... Puede que... Puede que...
Todos los escenarios posibles aparecían por mi mente. Todos los pensamientos escondidos y todos los que no lo estaban.
Al final, por suerte, me quedé dormida con una entrevista de los hermanos buyer a Lamine.
Me levanté con los lametazos de mi hijo perruno, como siempre. Que energía lograba tener el perro.
Me bebí un café para conseguir tener la misma energía que Chico y lo acompañé con una tostada con aguacate y atún.
Me vestí básica, tejanos anchos, top blanco junto a una sudadera fina del mismo color y lo combiné con las campus.
Cogí el coche y reproduje la playlist de siempre. Eladio.
Pasé primero a hacer la compra de un par de cosas que me hacían falta en casa. Y luego conduje hasta la Ciutat Esportiva y me encontré con Iria.
— Holaaa guapa— saludó mi amiga.
Correspondí a su saludo de la misma manera y las dos juntas nos adentramos al entrenamiento de los chicos junto con los pases que los dos futbolistas nos habían dejado.
—Tía, pásate más por casa porque adoptamos a Chico con la condición de cuidarlo las dos y últimamente solo lo hago yo. Y no digo que no pases tiempo con Balde porque te entiendo, pero busca algún plan en el que lo puedas incluir. Por ejemplo yo el otro día fui a casa de Pablo y me llevé a Chico para no dejarlo solito todo el día sabes.— le dije a mi amiga tras toda la semana casi sin verla.
— Lo siento, tienes toda la razón, pero siempre pienso en que tu te quedarás en casa y para no marearlo pues prefiero no llevármelo. Pero no te preocupes, si te parece bien esta semana me encargo totalmente de él. — me propuso
— Tampoco es eso, no pasa nada por tener que pasearlo o darle de comer, pero si te vas a algún lado le toca irse contigo. — concluí.
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PROMESA | Pablo Gavi
FanfictionUn simple encuentro puede ser decisivo en tu futuro, pero, ¿Una simple pregunta? ¿Scarlett caerá junto al futbolista de élite del FCBarcelona tras intentar lo contrario? ¿Será ella la que ponga los límites, o la que los sobrepasará? ¿Puede él promet...