Este día parece ser distinto a otros. No es Regina quien está allí cuando despierto y lloro para reclamar atención, sino mi padre. Lo miro quizás con un brillo especial en mis ojos y un sentimiento que podría ser amor. No estoy segura; es tan complicado ser una bebé de nuevo.
—¿Por qué lloras? Ya estoy aquí —dijo Christopher con su habitual tono rudo, aunque también con una leve expresión de cariño.
Me toma en sus brazos y comienza a quitarme la ropa, lo que me hace sentir un poco extraña, pero supongo que debería acostumbrarme. Después de todo, es mi papá y yo soy una bebe.
—Hoy irás conmigo —dice.
Me da mi ducha matutina y me alimenta como de costumbre. La comida de bebé no es tan desagradable como solía pensar. ¿Quién lo diría? Supongo que es porque soy una.
Luego, me coloca en mi cuna en su habitación y supongo que va a vestirse. Mientras estoy allí con mis dedos en la boca -no sé por qué me es tan interesante chuparme los dedos-, solo puedo pensar en que quizás hoy conozca a muchos personajes de la historia principal. Tal vez pueda responder algunas preguntas acompañando a papá a donde sea que irá. Qué emoción.
Christopher sale de donde quiera que estuviera, vestido con una camisa negra simple de manga corta y lo que supongo son unos pantalones del mismo color. La verdad es que no logro distinguir muy bien, ya que me toma en sus brazos y salimos de su habitación.
—Toma los bolsos de mi hija, iremos en la SUV —dijo a alguien de manera autoritaria y ruda.
—Sí, señor —respondió alguien, un hombre por su tono de voz.
Yo solo estoy viendo a Christopher. No sé por qué, pero no puedo dejar de verlo. Es como si fuera lo único que importa. Quiero toda su atención. Es mi papá, mío y de nadie más. Puedo mirarlo cuanto quiera. Es el mejor.
Es tan confuso. Era mi personaje favorito en la historia, pero ahora es como si tuviera una conexión muy fuerte con él. Solo quiero estar con él y me agrada mucho. No sé cómo explicarlo correctamente.
Nos dirigimos hacia la SUV y Christopher me acomoda en una silla especial para bebés. Él mismo ajusta los cinturones de seguridad y se asegura de que esté cómoda antes de cerrar la puerta y ocupar el asiento del conductor.
El viaje comienza y, a través de la ventana, puedo ver los paisajes pasar rápidamente. Mi mente se llena de preguntas. ¿Adónde vamos? ¿Conoceré a otros personajes hoy? ¿Podré obtener alguna información sobre mi madre?
Christopher conduce con una concentración intensa, pero de vez en cuando me mira por el retrovisor y medio sonríe. Es una sonrisa pequeña, pero sincera. Esa sonrisa me da un calor especial en el pecho, algo que no había experimentado en mi vida anterior. Me hace sentir segura y querida.
Finalmente, llegamos a un edificio imponente que reconozco o supongo de la historia: el comando londinense de la FEMF. Christopher baja del auto y me toma en sus brazos nuevamente. Entramos al edificio y mi curiosidad se dispara. Aquí es donde se toman las decisiones importantes, donde se juegan los grandes juegos de poder.
—Buenos días, señor Morgan —saluda uno de los guardias supongo, mientras nos adentramos en el edificio.
Papa no responde simplemente ignora todo mientras avanza por los pasillos con seguridad.
Cada paso que damos me acerca más al corazón de la trama. Hoy, finalmente, puedo empezar a entender más sobre mi lugar en este mundo o por lo menos eso espero. Mientras Christopher sigue caminando, sé que cada momento con él es una oportunidad para aprender y adaptarme.
Estamos listos para enfrentar lo que venga, y aunque soy solo una bebé, sé que tengo un papel importante en esta historia. Mi conexión con mi padre es fuerte y, juntos, podremos superar cualquier desafío que se nos presente. Voy a proteger a papa, no importa que pase, lo haré.
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Empíreo
FanficUna joven enferma desde siempre, confinada a una vida de hospital y limitada a sus pasatiempos favoritos de leer y ver series, encuentra en la saga de "Pecados Placenteros" una historia que fue en su momento su escape y refugio. En su cumpleaños núm...