Capítulo#11 Sangre por Sangre

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El corre hacia mi, y pateo la mesa para interponerla en nuestro camino, él choca con ella y queda recostado, consigo darle una patada a su mano y su espada cae al suelo. Sonríe con malicia y yo me lanzo sobre él, apuntándole con la daga.

Pero él, se mueve a la velocidad de un rayo, y a hora soy yo la que está boca abajo sobre la mesa, se abalanza sobre mi y torpemente consigo moverme y me tambaleo. Rápidamente consigo mi balance y proporcionó otra patada a la mesa, pero él, consigue esquivarla, corro y me desliza por encima de ella y lanzo otra patada en dirección a su costado, él bloquea el impacto.

Aguanta mi pies, sosteniéndome con fuerza y se coloca de lado, me muevo hacia él con la daga en la mano y este alza el brazo y estampa su codo en mi cara. Caigo sobre la mesa por el impacto y el dolor y antes de poder reaccionar mi daga sale volando de entre mis dedos y su otra mano viaja a el cuello de mi camisa, me levanta y me estrella contra la mesa.

Me suelta y caigo al suelo, toso soltando el iré que perdí por el impacto.

—Levántate pajarita, esto aún no acaba.—busco aire, pero me empieza a faltar.

Veo un poco de arenilla suelta en el suelo y me dispongo a gatear hasta ella, recojo lo que pueda, antes de que Dohan me levante sin problema. Cuando lo tengo deferente, lanzo la arenilla a sus ojos, me suelta llevando sus manos a la cara y retrocediendo. Me abalanzo sobre él y le estampo mi puño y su quijada lo recibe, aprovecho la oportunidad de poder acabar con esto. Pero cuando me dispongo a terminar, ya no está frente a mí.

—Terminemos con esto Dohan.—lo retó, pero mis pulmones ya han dado lo mejor de ellos.

Mis palabras a penas logran salir de mi boca y ya estoy agitada, y si no paro a hora, no podré sostenerme más sobre mis pies.

—¿Eso quieres?—me reta el a mi con su imponente voz, haciendo eco por todos lados, mi cabeza gira con desesperación buscándolo.

Mi vista se nubla por la búsqueda y su viva imagen aparece frente a mí, atacó, pero esta se desvanece como el polvo. Me giró a la izquierda buscándolo, pero a hora está a la derecha, vuelvo a girar y está atrás. Mi pecho comienza a subí y a bajar desenfrenadamente y mis pulmones claman.

—Respira,—su aliento choca en mi boca—si estuvieras en una batalla, ya estuvieras muerta—lo siento a mi lado derecho, susurrándome al oído.

El silbido de mi pecho se empieza a escuchar y el aire ya no está y comienzo a jadear. Pero trato de aguantar y vuelvo una vez más la concentración a mis pulmones.

Un aliento más Axael, solo uno más. Digo para mí.

—Pues adelante, mátame—pude articular mis últimas palabras con frialdad, antes de que mi vista volviera a él.

Está frente a mí, su espada en la mano diestra y lanzó un último golpe con la poca fuerza que ya me quedaba. Pero mi mano se queda en el aire y el ataque se pierde, Dohan me sostiene la mano y me jala hacía él. Mi diminuto cuerpo se estaba contra el de él, y su espada traspasa la tela de mi uniforme.

Clavó mi vista a la de él, y le sostengo la mirada como puedo. Visualizo su sonrisa de arrogancia y de victoria, mientras que yo solo lo podía ver con odio. Un odio que jamás imaginé sentir por alguien.

—No me mires así,—lame sus labios resecos—me romperás el corazón—su espada se mueve en vertical, saliendo de debajo de la tela del uniforme, pero antes de que saliera por completo la gira. Y logro sentir como la hoja de su espada roza mi fina piel,—sangre por sangre pajarita.

"Adela"

Me despierto con un dolor terrible en el cuerpo, y maldigo la camilla donde estoy acostada. Me remuevo tratando de acomodarme y sentirme cómoda. Si hoy no me dejan salir de aquí, me iré por mis propios pies.

El Reino OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora