El Arte De Sanar

CAPITULO VI

Melodías del corazón.

Finales de Noviembre, y mis pensamientos sobre Harry se mezclan con recuerdos de mi infancia. Al estar en casa, me encuentro con mi madre en la sala de estar, tocando suavemente una melodía en el piano. Mi padre está sentado con los ojos cerrados disfrutando la música.

- Hola, madre, padre - los saludo, mientras me acerco a ella.

- Draco, querido. ¿Te gustaría tocar para nosotros? - pregunta mi madre sin dejar de tocar.

- Por supuesto - digo, con una sonrisa. Me siento cambiando la melodía.

Rápidamente mi madre se levanta extasiada arrastrando a mi padre para bailar lentamente. Un ambiente cálido se instala y el recuerdo de mi infancia de éste mismo momento está presente en mi memoria.

La melodía termina y mis padres se miran con cariño mostrando su amor con un beso al final del baile. Mi madre está feliz y mi padre la mira con mucho amor. Observarlos me llena de felicidad y, saber que crecí en un hogar así me calma, por qué soy afortunado de tenerlos conmigo.

- Extrañaba estos días, ahora todo es perfecto - dice mi madre para luego perdir a un elfo traer galletas de canela.

Ellos están sonriendo, mi padre se queda dormido después de un rato, mi madre sigue disfrutando la melodía que toco. Dejo de tocar y me volteo a verla. Me replanteo si contarle de Harry, pero la duda y el miedo a su reacción me detienen.

- Madre, ¿te gustó la música? - pregunto, tratando de mantener una conversación.

Ella asiente con una sonrisa cálida.

- Fue hermosa, Draco. Siempre has tenido un talento especial para la música - dice con orgullo en sus ojos.

Tomo una profunda respiración, el deseo de compartir mis sentimientos sobre Harry arde en mi interior, pero el temor de decepcionarla o preocuparla es fuerte.

- Mamá, hay algo que he querido decirte desde hace tiempo - comienzo, sintiendo un nudo en la garganta.

Ella me mira con atención, su expresión se suaviza.

- Puedes decirme lo que sea, cariño. Siempre estaré aquí para ti - responde cálidamente mirándome con ternura.

Me siento tranquilo con sus palabras. Tal vez, solo tal vez, ella pueda entender.

- Hay alguien... alguien muy importante para mí. Alguien que ha cambiado mi vida de maneras que no puedo describir - digo, eligiendo mis palabras con cuidado.

Ella se inclina un poco más cerca, esperando que continúe.

- Es Harry, mamá. Harry Potter. - Finalmente, las palabras salen de mis labios.

Veo cómo su expresión cambia, primero a sorpresa y luego a una mezcla de emociones que no puedo identificar del todo.