First Love - J. Jungkook -

02

Días después del combate, el Príncipe Jungkook mostraba signos de debilidad. Aunque la herida en su pierna parecía estar sanando, una fiebre inesperada comenzó a consumirlo. Hyejin, siempre atenta a su estado, notó el cambio en su temperatura corporal y decidió investigar más a fondo.

-Su alteza, ¿cómo te sientes? -preguntó Hyejin, colocando una mano fresca sobre la frente del príncipe.

Jungkook, con la mirada cansada pero determinada, intentó sonreír. -Me siento cansado y mi cabeza arde. La fiebre me está debilitando más de lo que esperaba.

Preocupada, Hyejin ordenó a los sirvientes que trajeran agua fría y paños para ayudar a bajar la fiebre del príncipe. Mientras tanto, revisó la herida en su pierna para asegurarse de que no se hubiera infectado.

-Hyejin, ¿qué está pasando? -preguntó Jungkook con voz débil.

Ella se sentó junto a él, tomando su mano con ternura. -Creo que tu cuerpo está luchando contra la infección. Es común después de una herida tan grave. Pero debemos actuar rápidamente para evitar complicaciones mayores.

Durante las siguientes horas, Hyejin no se apartó del lado de Jungkook, aplicando compresas frías y asegurándose de que bebiera líquidos para mantenerse hidratado. Sin embargo, la fiebre del príncipe no cedía y su estado empeoraba gradualmente. La preocupación crecía en el corazón de Hyejin mientras buscaba soluciones para ayudar a su amigo.

Finalmente, decidió consultar con los médicos del palacio, quienes sugirieron usar hierbas medicinales y métodos tradicionales para reducir la fiebre y fortalecer el sistema inmunológico del príncipe. Hyejin se sumergió en la preparación de infusiones y ungüentos, empleando su conocimiento y habilidades como enfermera para tratar de aliviar el sufrimiento de Jungkook.

Las noches se convirtieron en un ciclo de cuidado constante y plegarias silenciosas por la recuperación del príncipe. Hyejin apenas dormía, atenta a cada cambio en la condición de Jungkook. Su preocupación y el vínculo profundo que compartían la impulsaban a no rendirse, a pesar de las dificultades.

Con el pasar de los días, la fiebre aún persistía. Jungkook se despertó débil pero consciente, mirando a Hyejin con gratitud en sus ojos.

-Gracias por estar siempre a mi lado, Hyejin -dijo con voz suave pero llena de emoción.

Ella le devolvió una sonrisa aliviada. -Siempre estaré aquí para ti, Jungkook. Ahora, debes descansar y recuperarte por completo.

Sabían que, juntos, podrían enfrentar cualquier desafío que el destino les trajera en el futuro.