A pesar de los esfuerzos de Hyejin y de los médicos del palacio, la salud del Príncipe Jungkook no mostraba signos de mejora significativa. La fiebre persistía intermitentemente y su cuerpo parecía cada vez más débil. Hyejin, que había estado al cuidado del príncipe día y noche, empezaba a temer lo peor.
En una mañana nublada, Hyejin entró en la habitación de Jungkook con el corazón pesado. Lo encontró pálido y sudoroso, con los ojos cerrados como si estuviera luchando contra un enemigo invisible en su interior. Ella se acercó con cautela y colocó una mano sobre su frente, sintiendo el calor febril que aún emanaba de él.
—Tu alteza, por favor, despierta —susurró Hyejin, tratando de llamar su atención. Pero Jungkook apenas respondía, perdido en un estado de semi-consciencia.
Los médicos, preocupados por la situación, intensificaron sus esfuerzos para encontrar una cura efectiva. Hyejin se aferraba a la esperanza, pero las horas y los días pasaban sin una mejora significativa en la condición del príncipe. Cada vez que Jungkook abría los ojos, parecía más débil y sus palabras eran escasas y entrecortadas por la fatiga.
Una noche, mientras velaba el sueño inquieto de Jungkook, Hyejin se permitió dejar caer las lágrimas que había estado conteniendo. El miedo a perder a su amigo, a quien había visto crecer y con quien había compartido tantos momentos de alegría y adversidad, la abrumaba.
—No puedes dejarnos así, Jungkook —susurró Hyejin, con la voz quebrada por la angustia—. Por favor, lucha contra esto. Te necesitamos aquí.
Los días se convirtieron en una agonía silenciosa mientras Hyejin seguía cuidando del príncipe con una determinación desgarradora. Cada día que pasaba sin mejoría aumentaba su desesperación y su sensación de impotencia. Oraba en silencio por un milagro, anhelando ver la sonrisa de Jungkook una vez más.
Finalmente, una mañana, cuando la esperanza parecía desvanecerse, Jungkook abrió los ojos con una mirada más clara. Hyejin, que estaba junto a él como siempre, contuvo el aliento, temerosa de esperar demasiado.
—Hyejin... —murmuró Jungkook con voz débil pero audible.
Ella se inclinó hacia él con los ojos llenos de lágrimas de alivio y alegría. —Jungkook, estás despierto. ¿Cómo te sientes?
El príncipe sonrió débilmente. —Me siento débil, pero mejor... creo.
Hyejin apenas podía creer lo que estaba escuchando. Los médicos confirmaron que la fiebre había comenzado a ceder y que Jungkook parecía estar en camino hacia la recuperación.
Esa noche, mientras la luna brillaba sobre el palacio, Hyejin se sentó junto a la cama de Jungkook y tomó su mano con ternura. Sabía que la batalla no había terminado completamente, pero el hecho de verlo despierto y consciente llenó su corazón de esperanza renovada.
—Vas a salir adelante, Jungkook —susurró Hyejin, con una sonrisa temblorosa—. Te lo prometo.
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Perdón
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First Love - J. Jungkook -
FanficCreen que el amor y el poder de creer lo es todo. Tal vez tengas que esperar días meses años o tal vez muchas realidades, pero cuando el futuro tiene escrito a cal y tinta la historia nada ni nadie puede corromperla o borrarla. ✓ Historia 100 porcie...