They can't love me like you (WooSan)

8

Wooyoung se quería ir de ahí. Quería ir a su casa y llorar un rato en tranquilidad, sin que nadie lo viera ni interrumpiera.

Toda la cena se dedicó a estar ocupado ayudando a los abuelos en lo que necesitarán, todo con tal de no ir a sentarse a un lado de San y escuchar la animada conversación que tenía con la chica. El sabía que no lo iba a soportar, pero también sabía que no tenía ningún derecho a sentir celos cuando en realidad San y él no era nada.
Y eso también lo entristecía.

Por otro lado San trataba de hablar tranquilamente con Yeri, no le caía mal, pero el hecho que su padre lo mandara ahí solo para pretenderla, no le agradaba mucho. Aun así no fue mal educado y platicó con ella un rato, pero su vista siempre se desviaba a Wooyoung quien jamás paró de moverse un minuto, y cuando lo hacía fue lejos de él, se sentaba con su abuelo escuchando su conversación ignorándolo a él por completo.
Sabía que Wooyoung estaba herido en ese momento, lo conocía bien.

La velada terminó algo tarde y cuando las visitas se fueron a eso de las 2am, el menor no esperó y ayudó a limpiar todo, mandando a dormir a los adultos quienes pasados de copas limpiaron lo que pudieron y fueron a caer rendidos a sus respectivas habitaciones.
Fue el momento perfecto para San en ir a su encuentro.

-Bonito... ¿podemos hablar?-. El menor lo ignoró poniendo una bolsa de basura nueva en el contenedor y lo cerró sin cuidado haciendo que San diera un respingón en su lugar por el fuerte ruido que al parecer, no le molestó al menor y continuó guardando cosas en la cocina que ya estaba completamente limpia y ordenada.
-Woo-. Lo volvió a llamar si recibir respuestas.

-estoy cansado, quiero ir a dormir-. Dijo sin más para salir de la cocina y casi correr a la habitación. Sabía que San le pisaba los talones pero no haría un escándalo justo ahí.

Entro a la habitación y tomo su pijama para ir al baño y cambiarse pero el mayor lo interceptó en su camino. Y después de casi estar toda la noche evitándolo, por fin lo miró.
Los ojos San eran profundos y no lo miraba con dulzura como siempre lo hacía, parecía preocupado y algo molesto. ¿Pero con qué derecho podían estar molestos si no eran nada? Pensó Wooyoung, porque si, él también estaba molesto y eso lo enojaba más. Que ridículo se sentía sintiendo celos por su mejor amigo.

-quiero que hablemos-. Wooyoung desvió su mirada y no se movió, dándole a entender que lo escuchaba.
-¿por qué estas molestó?-.

-no estoy molesto-. Soltó con la cabeza agachada.

San frotó su rostro tratando de relajarse y se acercó más a él buscando su mirada.

-Entonces dime que es lo que estás pensando ahora-. Silencio. San se estaba impacientando. En otros escenarios no le molestaría tanto, porque sabe que Wooyoung es así, pero después de lo de anoche y saber que el menor correspondía a sus sentimientos, temía que algo pasara y que lo alejara. No quería que Wooyoung tuviera una idea equivocada.
-Woo, por favor habla-.

-seamos novios, San-. Levantó el rostro conectando su mirada a la del mayor quien abrió sus ojos con sorpresa y su boca también intentando decir algo, pero no logró nada, sintiendo que la sangre se le fue a los pies en ese momento.

Parpadeo un par de veces ante lo dicho, creyendo que lo escucho mal, o estaba alucinando por el sueño y las ansias que traía desde antes por saber que le pasaba a Wooyoung.

El menor no expresaba nada en su rostro, más que en sus ojos había un destello, se veía decidido. Era la misma mirada que tenía el menor cuando tenía alguna competencia en su academia de baile y estaba dispuesto a ganar primer lugar cueste lo que cueste.

-Por favor, seamos novios San-. Tomó las manos del mayor y las sostuvo entre ellos para comenzar a hablar.- toda la tarde estuve atormentado pensando en el porque aún no éramos nada. Me preguntaba si en realidad querías estar conmigo o no, luego pensé en tu familia, en que pensarían sobre esto. Después tu padre dijo todo eso sobre Yeri, y sentí que me iba a desmayar ahí, realmente estaba molesto en ese momento porque tú simplemente fuiste y te sentaste con ella, y claro, se ve un buen partido como dijo tu papá. Después mi enojo se paso a mi mismo, ¿cómo podría enojarme por algo así? Cuando en realidad nunca dejamos en claro nuestra relación-. Levantó la mirada, San estaba a escasos centímetros de él pero no iba a flaquear por una mirada tan suave como la que le estaba proporcionando.
-por esa razón, quiero que seamos novios. Admito que soy un maldito egoísta que no aceptaría jamás que estes con alguien más-. Una sonrisa comenzaba a formarse en el rostro de San con cada palabra que el menor decía.