2. Decisiones

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«La vida es de aciertos e inciertos».

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VICTORIA:

Dejé de escribir ideas para mi infografía y preste atención a las dos mujeres que se colaron en mi habitación sin permiso alguno.

—Sammy... —el tono enternecido de Hannan Fox y la manera en la que jugaba con su cabello, me causo la impresión de que estaba por hacerle un innecesario comentario a su mejor amiga—. Él únicamente te quiere para coger, ¿lo sabes?

La pelinegra que se retocaba el labial rojo pasión frente a mi espejo de cuerpo completo, la miro por el reflejo. Tenía las cejas casi juntas en total signo de confusión.

—Hanny, ¿tú crees que yo lo quiero para casarme o qué pedo?

La carcajada que emergió de mí es inevitable. Y es que, a veces se me olvidaba que sus respuestas a los cuestionarios inocentes de Hannan suelen ser épicas.

» Yo sé que Liam únicamente piensa en mí para eso, y es exactamente por eso, que he aceptado salir con él —informo, la pelinegra—. Tú y todas saben no estoy para relaciones, me encanta vivir el momento. Soy un alma libre, sin miedo al éxito...

—Al éxito no, pero a lo desconocido sí, ¿verdad? —corto sus palabras una voz femenina que ni volviendo a nacer olvidaría, misma que nos hizo girar hacia el umbral, donde entramos a mi compañera de piso y mejor amiga: Marisol Parker, sus ojos del exótico color lila estaban clavados en el ónix de Franco.

—Bueno, Mary, creo que a todos nos da un poco de pavor lo que no conocemos, ¿verdad? —salió al rescate la única rubia del grupo, en su mirada color miel se notaba el: "Deja, por favor, ese tema por la paz".

—Cierto, cierto —concedió Parker, y agrego cambiando de tema—. ¿Nadie quiere pizza? Viene una familiar de camino con extra de queso, mortadela y mitad de piña.

Absolutamente todas le dimos un asentimiento de forma masiva.

Me levanté como resorte de la silla frente a mi escritorio, Hannan se alejó de Samantha y Mary dio media vuelta, haciendo que nosotras comenzamos a seguirle. 20 minutos después, estábamos degustado la deliciosa pizza junto a la última integrante de nuestro grupo: Rebecca Larson, una pelirroja de ojos marrones.

Entre temas y temas salió nuevamente la decisión que tenía que presentar mañana sobre la propuesta investigativa que me hizo el decano hace casi una semana. Esa por la que todavía me debato internamente con puedo hacerlo y no puedo hacerlo. Ya había pensado en cada punto que debe de abarcar una tarea de esa magnitud y en el cómo deberé de dividir mi tiempo para no descuidar mis propios estudios.

Leí una y otra vez mis dos últimos semestres y cada clase de estos, no puedo descuidar ninguna y debo de concentrarme en cada una porque son indispensables a la hora de presentar la tesis.

No obstante, el trabajo extracurricular —ese que requiere de una exhaustiva investigación para acabar cada detalle que nos solicitan—, no me aporta nada en concreto, pero me dará un reconocimiento público dentro y fuera de la UCM, puesto que la firma sea del director, decanado, Comisión estudiantil o de docencia podrían darle a mi perfil un peso con excelentes referencias a futuro profesional.

—Entonces, ¿aún no sabes? —los ojos negros de Sammy, se estrecharon esperando por mi contestación, mientras que las otras dejaron a medio camino sus rebanadas de pizza para verme con expectación.

—No, estoy en una contradicción.

—Vicky no es por nada, pero te dieron una semana y creo que fue tiempo suficiente para decidir —me recuerda.

Impetuoso Deseo © [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora