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Minutos después llegaron y le ayudó a su inventora real a cargar su máquina, sin perder tiempo la llevaron a la sala de emergencias y le informaron la situación, dio una breve explicación de cómo funcionaba su aparato y el primero en dar sangre a Axel fue el rey Garrick.

Para él fue terrible ver a su hijo mayor en aquel estado pero debía ser fuerte por su familia, al terminar antes de irse le dio un beso en la frente, como cuando era un niño pidiéndole que le contara una historia para dormir y su esposa le daba un beso en la frente cuando acababa de dormirlo.

El siguiente fue el tío Bruce, no entendía como esto pudo haber pasado, nunca se espero ver a su sobrino así, no podía creer que esto le estuviera sucediendo a su familia.

Y por último le tocó a Hugo, el príncipe menor de Albuquerque rogaba e imploraba a Dios porque su hermano mayor sobreviviera. A su mente llego aquel dicho que decía "Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes", perdió a su madre siendo un bebé y ahora podría perder a su hermano, no, por supuesto que no, tenía que creer en él, Axel podría contra esto y más, no podía rendirse.

Al terminar les dijeron que tenían que comer y descansar para poder recuperar las energías ya que había sido mucha la sangre que donaron y sus cuerpos estaban débiles.

"Muchas gracias señorita, si no fuera por su invento, mi hijo no hubiera recibió la sangre que necesitaba, le debo mucho" - hablo con gratitud el rey Garrick.

"No fue nada majestad, me alegra haber sido de ayuda" - le dijo con amabilidad la joven inventora.

"Les traigo buenas pero también malas noticias, aunque depende del modo en que las tomen" - hablo la doctora que atendía a Axel - "La transfusión de sangre fue todo un éxito y el príncipe ya está casi fuera de peligro"

Al escuchar eso todos se sintieron más aliviados.

"¿Que quiere decir con casi?" - preguntó temerosa Amber.

"Esa es la mala noticia, a pesar de haber recibido la sangre necesaria su condición sigue siendo riesgosa por lo que debemos esperar a ver si reacciona, así que lo mantendremos bajo observación" - informó serena la médica.

"¿Podemos verlo?" - preguntó Hugo, todavía débil por la cantidad de sangre perdida.

"Si pero de uno en uno, me retiro que debo atender a otros pacientes, nos vemos más tarde, con su permiso" - hizo una reverencia y se fue a cumplir con su trabajo.

"Bueno, nosotros debemos irnos pero sí podemos ayudarte en lo que podamos Garrick, no dudes en avisarnos" - dijo la reina Cesily de Zumaria, a lo cual el rey de Albuquerque asintió dándole las gracias.

Vivian abrazo a sus amigas y luego a su gran amigo Hugo para después darle uno muy tímido a James y el chico quedo más rojo que una cereza, cuando la familia real de Zumaria se despidió y los vio salir aún podía sentir su corazón palpitar fuerte, desde hace mucho había querido decirle a su preciosa princesa de la música sus sentimientos y por alguna extraña razón sentía que tenía que hacerlo ahora o se le escaparía el valor.

Así que corrió para alcanzarlos y por suerte no tuvo que tomar mucho trayecto, gritó su nombre deteniéndoles ya que estaban por subirse a su carruaje volador.

La peli negra quedó extrañada por la repentina acción del muchacho así que se volteó para verlo.

"Vivían...me gustaría...saber si... ¿quisieras...salir conmigo cuando todo esto termine?" - preguntó rápidamente y cerrando los ojos temiendo que pudiera rechazarle pero nada de eso pasó, en cambio, la chica sonrió avergonzada y sonrojada de lo lindo.

"Si...si quiero...salir contigo James...me encantaría" - respondió jugando con sus manos por el nerviosismo.

El oji pardo no podía creerlo ¡le dijo que si!, estaba tan feliz que la abrazo sin poder quitarse esa sonrisa de felicidad.

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