HERMANOS

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Los ánimos estaban bastante caldeados, tan pronto se supo del secuestró de las princesas de Enchancia por los príncipes de Borrea, el rey Roland II fue rápidamente en un carruaje al reino de Albuquerque junto con su esposa y su hijo y este venía con su novia que les había pedido que las dejaran ir con ellos, Sofia y Amber eran sus mejores amigas y estaba preocupada.

Pero los más angustiados eran Axel y Hugo, las mujeres que amaban estaban en las garras de aquellos villanos y claro que el peli castaño rojizo ya estaba enterado de que Praline también estaba secuestrado por ellos.

La princesa Elisa y su padre se fueron, el rey de North Freezenberg pensó que este tema era demasiado delicado y que no tenían porque inmiscuirse por lo que aunque su hija se negaba a irse, solo para aprovecharse de que Sofia no estaba y enamorar a Hugo, no se lo permitió y se fueron lo más pronto del reino de Albuquerque para esperar a que las cosas se calmaran.

"¡No puedo creer que me lo ocultaran papá y más que todo a Amber, ella merecía saber que su mascota fue robada por ese maldito de Thomas!" - reprochó con enojo el príncipe Axel.

"Lo siento Axel, yo tengo la culpa, les pedí a todos que no les dijeran nada para no arruinar su felicidad pero tienes razón no debí ocultar la verdad, me confié y por mi descuido...mis hijas están en riesgo..." - acepto con la voz quebrada el rey Roland II.

Miranda abrazo a su marido ahora más que nunca necesitaban estar unidos como familia, él solo había querido que la felicidad de su hija con su novio no se viera opacada por la maldad de Thomas y su hermano, Roderick.

Axel suspiró tratando de serenarse a pesar de que la rabia lo inundaba, se moría de ganas por romperle la cara a Thomas - "Está bien rey Roland, lo comprendo, no me gusto que no nos dijeran la verdad pero entiendo sus motivos, si yo lo hubiera sabido tampoco se lo diría a Amber para no hacerla sufrir, no es momento de buscar culpables, lo importante es cómo encontrarlas y rescatarlas, a ellas y a Praline"

"No podemos quedarnos aquí esperando, yo iré a buscarlas" - declaró James dispuesto a salir.

"¡Espera James!, la guardia real ya salió a buscarlas, junto con Cedric y Cordelia, ya es suficiente con que Sofia y Amber estén en sus manos, no podemos permitir que te arriesgues así" - le regaló su madre.

Cordelia era la esposa del hechicero real de Albuquerque, este no estaba ya que había ido para un seminario de hechiceros reales, por lo que ella era la hechicera real por el momento. Tan pronto Cedric supo de la desaparición de Sofia y Amber fue en apoyo a las guardias reales de ambos reinos y su hermana para encontrarlas.

"¡Pero mamá, son mis hermanas, no puedo quedarme aquí sin hacer nada!" - se quejó el príncipe rubio.

"Estoy de acuerdo con James" - dijo Hugo y todos se le quedaron mirando incluyendo al mismo James - "¿Qué?"

"No, es solo que a pesar de la situación es un poco raro que ustedes estén de acuerdo en algo" - respondió su hermano mayor - "Pero concuerdo con los dos, Amber es la mujer que amo y no permitiré que el idiota de Thomas le ponga una mano encima, iré con ustedes"

"No tan rápido. Hijos entiendo su angustia pero no permitiré que ese hombre les vuelva a hacer daño, además, todavía debes guardar reposo o tu herida no sanara completamente Axel, así que no irán a ninguna parte" - hablo el rey Garrick.

"Pero papá, nosotros... " - Hugo quiso refutar pero su padre se lo impidió.

"Ni una palabra más Hugo, como hombre los comprendo pero como padre mi prioridad es su protección" - respondió con propiedad el rey de Albuquerque.

"Lo mismo va para ti James, sé que amas a tus hermanas pero tú vida también es importante, ya viste de lo que Thomas es capaz, además ni siquiera sabes en dónde están" - recalcó el rey Roland II a su hijo y este gimió frustrado y Vivian intentaba reconfortarlo -"Tengo una mejor idea, Garrick, tú y yo iremos a unirnos a la guardia y nuestros hechiceros reales en la búsqueda, ¿estás de acuerdo? "