Capítulo 07 - Los Celos de Diego

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>> ARTURO <<

Diego se alejó y caminó hacia el puesto de esquites. Yo estaba a punto de ir por bebidas, cuando de repente se aparecieron los chicos que había conocido esa mañana en el restaurante.

-¡Arturo! -me llamó Yolo, tomándome por sorpresa en todos los sentidos; dándome un abrazo y un beso en ambas mejillas.-Que lindo es coincidir nuevamente contigo.

-Hey, ¿cómo están? -les sonreí.-Sí, lo mismo digo.

-Muy bien, seguimos disfrutando de este maravilloso lugar -me respondió Temo, teniendo una bebida en sus manos, la cual bebía constantemente en toda la conversación.-¿Y tú? ¿Estás aquí solo o...?

-No, vengo acompañado.

-¿Siempre luces así de guapo? -me pregunta ella.

-Pues... sí, supongo -le respondí con una sonrisa, pero por dentro los nervios me carcomían de tan sólo pensar en la reacción que le provocaría a Diego verme así de cerca con una mujer.

-Disculpa a mi amiga, ella es así de atrevida con los chicos -me dijo Temo, haciéndole un tipo de señal a Yolo con la mirada.

-Sólo con quienes me llaman la atención -dijo ella, extendiendo su sonrisa mientras se acariciaba el cabello.

He salido y estado cerca de tantas chicas, que conozco bien sus actitudes y comportamientos cuando de querer ligarme se trata. No niego que Yolotl sea guapa, pero incluso con las mujeres me debo dar a respetar por el simple hecho de que no me atraen y porque ya tengo a quién serle fiel. Estaba por dejárselo claro, pero en medio de eso apareció Diego.

-De hecho, quiero aclararte una cosa... -alcancé a decirle, antes de que él interviniera.

-Mi novio siempre se ve guapísimo -me sujetó del brazo para después darme un beso en los labios.-Es una pena que no esté disponible -le dejó en claro.

¿Cómo me sentí?
Increíblemente amado e importante.
Nunca he sido, ni soy de este tipo de actos que te hacen sentir como un objeto o propiedad, que nadie más puede tener excepto de quien lo impone, pero he de admitir que lo sentí muy bien. Diego lo es todo para mí, y seguramente yo haría lo mismo si viera que alguien más trata de conquistarlo.

Lo miré orgulloso y procedí a tomarlo de la mano.

Ese encuentro con ellos no duró mucho, les ofrecí nuestra disposición para lo que se les ofreciera y nos fuimos de allí, no sin antes pasarles nuestros números de teléfono; a Diego no le agradó mucho esa idea.

DÍA SIGUIENTE
En el restaurante...

-Diego, ¿qué haces aquí?

-Es el restaurante de mi familia, ¿recuerdas? -me contesta con ironía.

-Cierto, pero ¿a qué se debe tu visita? No me digas que vienes a discutir con doña Isabela.

-No, Arturo. ¿En qué concepto me tienes? -se indigna.-No, vengo a ver a Gracia para un asunto personal.

-Ah, ¿ahora me ocultas cosas?

-Ay, no es eso -sonríe al verme serio, sabiendo que en el fondo juego con este tipo de actitudes.

-Okay, pues igual y ni quería saberlo.

-Serás el más interesado, vas a ver -me asegura.

Siento mi teléfono vibrar y no dudo ni un segundo en sacarlo de mi bolsillo trasero para ver de qué tipo de notificación se trata.

Oh, sorpresa. ¿De quién más se podría tratar? Yolo, obviamente.

Intento disimular un poco frente a Diego, pero él inmediatamente nota algo extraño en mi comportamiento después de ver el mensaje.

Tu Vida es mi Vida: A R T I E G O (Arturo Izquierdo × Diego Serrano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora