Tu Vida es mi Vida: A R T I E G O (Arturo Izquierdo × Diego Serrano)

Capítulo 11 - Mejor Que La Primera Vez

>> DIEGO <<

Bajo y salgo rápidamente para ir a nuestro encuentro. Todos ya se encuentran dormidos, así que hago todo lo posible para no despertarlos.

-Viniste -le digo, una vez que estoy frente a él. Mis ganas de abrazarlo y comérmelo a besos son incontrolables, pero no lo haré hasta que él así lo desee.

-¿Por no habría de hacerlo?

-Tú sabes por qué -hago énfasis a mi reacción tan dramática.

-Yo tampoco actué muy bien que digamos, te dije cosas hirientes. Perdóname, ¿sí? -me toma de las manos.

-Te extrañé como no tienes idea, fue un error tomar distancia -me acerco a él y noto algunas heridas en su rostro.-Arturo, ¿qué te pasó? -intento inspeccionar su rostro, pero él lo impide.

-No es nada.

-¿Cómo que nada? Pareciera que un gato te arañó el rostro.

-Sí, algo así -ríe un poco.

-Vamos a dentro, te curaré -lo tomo de la mano intentando llevarlo, pero él se niega.

-Primero hazlo con mi corazón, ¿sí? -me pide, y entonces sus ojos se llenan de lágrimas.

-¿Qué pasa? -vuelvo a unirme a él.

A los pocos segundos, ambos nos sentados sobre unas rocas para tratar mejor con la situación.

-Sonará tonto y exagerado, pero me dolió que hayamos estado separados durante todos estos días -su voz se entrecorta, dejando escapar por fin un par de lágrimas.-Por favor, perdóname. No quiero que volvamos a separarnos tanto tiempo.

-Tú también perdóname por ser, a veces, tan inmaduro -ahora yo quiero llorar. Verlo así de sensible, me debilita por completo.

-No somos perfectos, Diego. Te amo tal cual eres y eso nunca va a cambiar.

-¿Cómo saber si esto que tenemos va a durar por siempre? Arturo, tus planes son irte a estudiar lejos de aquí, ¿cómo crees que me siento al respecto?

-Sí, debo admitir que en un principio eso formaba parte de mis planes, pero al saber que mis padres sacarían ventaja de eso, cambié de parecer.

-¿Cómo dices?

-Sabes que mis padres quieren que haga lo que es mejor para nuestra familia. En un principio, estaba convencido de eso, dejar a un lado mis sueños de ser un futbolista profesional para estudiar lo que ellos creen que es conveniente para mí; no pude estar más equivocado.

-Ellos no tienen derecho a decidir sobre tu vida, no lo puedes permitir -lo convenzo más de ello.

-Desde que hice oficial lo nuestro, ellos se han empeñado en tratar de separarnos. No quiero darles ese gusto ahora que estamos en camino de nuestra vida universitaria.

-¿Entonces?

-No me iré a ningún lado -me asegura.-Tú y yo somos uno, no podemos separarnos así como así.

-Sí, porque estamos de acuerdo que lo nuestro no funcionaría a la distancia, ¿verdad? -bromeo, pero sin dejar de tomar en serio esa creencia que sostengo con firmeza.

-Aunque muchos digan lo contrario, así es -me confirma.

-¿Ya estás mejor? -limpio sus lágrimas delicadamente.

-Sí, perdón -inhala y exhala, poniéndose de pie para limpiar su rostro.-Me siento como un tonto sentimental ahora mismo.

-Nada de "tonto" -lo contradigo estando igual de sentimental.-Amo que seas así, porque eso demuestra que eres un chico sensible con buenos sentimientos -me levanto para acercarme a él.