Dos noches seguidas en las que no había hecho otra cosa que soñar con él. Martin era su último pensamiento antes de dormir y el primero nada más despertarse.
La misma situación del baño en diferentes escenarios. Una y otra vez.
Y las últimas palabras que le dijo resonando de fondo, como un tocadiscos con reverberación repitiendo la misma pista continuamente.Se incorpora para sentarse en la cama, pasándose las manos por toda la cara con la intención de espabilarse un poco. Sus dedos y uñas habían sufrido notablemente las consecuencias de su ansiedad, la barba de 3 días le comenzaba a picar en la cara y su pelo estaba pidiendo a gritos un buen lavado.
Parecía un mes entero aunque solo hubiesen pasado dos días.
Dos días dónde Juanjo ha estado sintiendo una mezcla de confusión, miedo y algo más... algo que no quiso decir en voz alta pero que sabía que tenía dentro.
Lo llevaba sabiendo toda su adolescencia.
Desde que llegó al internado, en su pecho se alojó una presión constante que le llevaba a cumplir con las expectativas de todos.
Ser el príncipe de España ha significado siempre mantener el control de todos los aspectos de su vida, ser perfecto. No había espacio ni lugar para errores, y mucho menos para sentimientos que pudieran poner en peligro su posición o la de su familia.Y ahora, Martin había irrumpido en su camino, sacudiendo todas estas certezas.
Lo que empezó como un simple juego, una cuerda floja sobre la que mantener el equilibrio constantemente, se había convertido en una confrontación inevitable con su propia identidad.
Y le frustraba admitir que Martin tenía razón en todo lo que dijo: Juanjo le deseaba tanto como el vasco a él.«Piensa si prefieres seguir luchando o... ser feliz.»
A Juanjo, la idea de ser feliz le parecía muy lejana, casi inalcanzable.
Sin embargo, por primera vez, se permitió considerar la posibilidad. Sabía que tendría que tomar una decisión pronto, pero por ahora, se permitiría simplemente sentir. Hasta dónde le llevase su cuerpo.Incluso aunque eso le llevara a hacer daño sin querer a quién menos se lo merecía.
Por una vez, se centró solo pensar en si mismo.Cogió su cuaderno y volvió a leer las notas que Martin le había estado pasando, volcándolas encima del colchón. Cada una de ellas estaba cargada de una mezcla de provocación y sinceridad que Juanjo se sorprendió de haber podido ignorar con tanta facilidad.
Las guardó en un cajón de su escritorio y sonrió para sus adentros.Ya no había marcha atrás.
•••
Martin se sorprendió al ver que la cara de su hermana solo reflejaba desaprobación.
Dudó en hacerlo, pero decidió contarle a Dena el encuentro que tuvo con el príncipe en el baño, y todo lo que habían hablado. Al fin y al cabo, confiaba plenamente en su hermana como un espacio seguro en el que poder desahogarse.Su corazón se agrietó levemente con lo primero que llegó a sus oídos.
–Martin, tienes que parar con eso... Estoy segura al 99% de que ese chico solo está jugando contigo, como lo hizo Cris en el baño o como lo hace Alex constantemente. Dime con quién te juntas y te diré quién eres, ¿no?
Frunció el ceño.
–Estoy seguro de que Juanjo no soporta a esa gente. Almudena, ¡el día de la fiesta se tiró al suelo lleno de barro con tal de que no lo viesen! Ni siquiera quería ver a su primo. De hecho, estoy bastante seguro de que le odia profundamente –las palabras de Martin salían firmes de su boca.
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➼//𝙨𝙩𝙪𝙥𝙞𝙙 𝙥𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚... - 𝗷𝘂𝗮𝗻𝘁𝗶𝗻
FanfictionDonde Juanjo es el segundo heredero al trono español y se mete en tantos líos que acaban enviándolo al internado más prestigioso de España para mantenerlo controlado; o donde Martin es un chico de Carabanchel que recibe una beca todos los años para...