Capítulo 1

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Alison

El peso de las bolsas corta un poco mis manos, odio ir de compras. Camino del lado del malecón para llegar a mi casa, la vista de la playa es increíble el olor a sal me reconforta y el aire caliente en mi cara es la caricia mas hermosa, disfruto del paisaje pero se esta anocheciendo y tengo que caminar mas rápido, ser una chica viviendo sola aun en el rincón mas solitario de la Zona Dorada implica riesgo. Después de 10 minutos caminando logro ver la silueta de mi pequeña choza, es pequeña pero las mañanas ahí son... me detengo en seco al vislumbrar una silueta balanceándose cerca de la puerta, suelto las bolsas y corro a esconderme en unas ramas, me quedo observando, parece ser una mujer y se ve herida pero no tengo la confianza de acercarme, ¿Qué rayos hace una mujer moribunda a la mitad de la playa?. Quiero verla mejor así que me muevo un poco entre las ramas, gran error, ya que piso mal y un fuerte crujido se hace, oír eso llama su atención y se voltea hacia donde estoy su cara me resulta familiar pero ya oscureció y no logro verla del todo.

-¿Alison? -pregunta la mujer.

La sangre se me congela, sé quien es, su simple voz bastó para recordar aquella noche en la que su voz logro consolarme después de horas de llanto.

-¿Señora Sato? -corro hacia ella y la ayudo a apoyarse en mi.

Intento abrir la puerta aun con las manos temblando, evidentemente está herida pues tiene un poco de sangre en la camiseta que trae puesta, la guio hacia mi cama y la ayudo a recostarse.

-Dios mío señora Sato ¿qué le pasó?, está sangrando y se ve muy cansada, ¿cómo me encontró? y ¿dónde ha estado usted? tengo entendido que estaba desaparecida y... -me doy cuenta de lo que estoy haciendo, la señora esta herida y yo la estoy atacando con preguntas ¡que tonta! -Olvídelo lo siento, déjeme revisar su herida -levanto un poco su camiseta y suspiro de alivio, solo es un corte, es largo pero un botiquín de primeros auxilios es lo único que necesito.

-¿Es grave? -pregunta.

-No, -contesto- es solo un corte no se preocupe, en unos momentos la curaré y le preparare un té para que se le quite la fiebre y pueda dormir un rato.

-Ali, sé que tengo que explicarte todo y también tengo algo que decirte pero... -dice apresurada.

-No se preocupe - la interrumpo -, ya mañana habrá tiempo de todo eso, ahora lo importante es que descanse y se ponga bien, ahora déjeme cuidarla.

Me sonríe y recuesta su cabeza en la almohada, me dirijo al baño por el botiquín y una vez lo tengo hago curación a su herida, intento que no le duela, pero no soy experta en esto, una vez tiene su herida curada preparo un té famoso en la zona para poder disminuir la fiebre.

Después de un rato por fin se duerme la observo, no entiendo como es posible que esté viva y que esté exactamente aquí, conmigo, no tengo idea de como me encontró ni que le pasó pero acudió a mi y no le pienso fallar, ella no me dejaría sola.

Acomodo el pequeño sillón que tengo y me dispongo a dormir, mañana será un largo día.

***

-Buenos días señora Sato, ¿se siente mejor hoy?.

Le acerco una pequeña charola con un poco de sopa y un vaso de leche a la cama, son las 11 am y ella recién despierta, tiene 10 veces mejor pinta que ayer y la fiebre se le ha quitado.

-Si Ali, me siento mejor. - dice bostezando.

-Y ¿qué tal la herida?.

-Mucho mejor, aún duele pero es mucho más leve. Gracias por cuidar de mi, significa mucho.

-Solo hago lo que sé que haría por mi.

-Por dios Alison, se que no nos hemos visto en un largo tiempo, pero sigo siendo yo.

Su mano acaricia mi cara y es lo único que necesito para comenzar a llorar, no sé de donde sale todo este sentimiento pero simplemente no puedo parar, me arrojo a sus brazos.

-Te extrañe mucho Emi - su nombre sale como una liberación de mi boca y por primera vez en mucho tiempo, siento esa calidez de una madre.

-Yo también mi niña, hace tantos años que no te veo, mírate estas preciosa, tienes los ojos color miel de tu madre y el cabello del negro intenso de tu padre, además ese bronceado de la playa te hace ver mucho más bonita. ¿Hace cuanto que te fuiste de la zona centro de México? nunca creí encontrarte aquí y... sola.

Me río un poco sé que hay muchas cosas que le tengo que decir.

-Cuando cumplí la mayoría de edad me salí de casa de mi tía Elena, las cosas con ella nunca funcionaron bien y sabes que siempre soñé con vivir en la playa así que invertí un poco del dinero que me dejaron mis padres después de morir y compré este lugar, es más de lo que habría pedido nunca. Pero que hay de ti Emi, hace tiempo que escuché que estabas desaparecida, los medios te dan por muerta, no entiendo nada.

-Siéntate querida, hay mucho que tienes que saber.- me empieza a explicar- Un día mientras estaba en Los Ángeles agentes de la FDK me detuvieron, al principio no entendía porqué pero ese mismo día dejaron ver sus intenciones, ellos querían que los guiara hacia la Isla Kaiju, pero como sabes ni yo ni mi esposo hemos podido encontrarla. Todo este tiempo me han obligado a investigar donde está la isla y me cortaron cualquier interacción con el exterior, ellos me secuestraron.

Siento miedo, mis padres me dejaron como encontrar la isla, al parecer ellos si sabían donde quedaba o al menos eso pensaban.

-Y ¿cómo pudiste salir y cómo fue que diste conmigo?

-Ali no te puedo mentir, di contigo porque ellos te están buscando, investigaron a tus padres y las relaciones que tenían con nosotros, creen que sabes donde está la isla. Han estado intentando triangular tu ubicación, hace una semana me movieron del cuarto en el que estaba y puede ver el mapa, tenían cuatro lugares diferentes en los que podrías estar y cuando descartaron la casa de tu tía supe enseguida dónde podrías estar, siempre hablaste de querer vivir en la playa. Escape hace unos 4 días tal vez, la FDK se volvió un lío cuando el Doctor Onda murió y aproveché ese desastre para poder burlar la seguridad y salir y es así como llegué contigo.

-Oh Emi, debió ser muy difícil, pero todo esto significa que las dos estamos en peligro, nos buscan y si tienen una idea de donde estoy es cuestión de tiempo para que lleguen aquí, tenemos que irnos, pero la verdad no sé dónde, oh Emi lo siento, no sé si pueda protegerte. - la angustia se puede notar en mi voz.

-Tranquila, ya e pensado en eso, justo antes de salir le puede enviar un mensaje a alguien... a Ken, ¿has sabido algo de él?

Trago grueso, como no lo había pensado, Ken. ¿Qué si sabía lago de él? Ken Sato, guante de oro, bate de plata, 4.20 de promedio, 624 bases robadas y más de 156 juegos, claro que había estado al pendiente de él, desde lejos claro, le perdí el rastro cuando se mudó a Japón, sé porqué se mudó, porqué el repentino cambió y justo eso hizo que me alejara mucho más, yo no quería nada que tuviera que ver con Ultraman, él tenía su vida en Los Ángeles, ahora Japón y yo estaba feliz en México.

-Sé lo mismo que tú y la verdad le perdí el rastro cuando se mudó a Japón - desvío la mirada.

Se ríe.

-Sabes el porqué se mudó ¿cierto?, - asiento - déjame adivinar, por eso ya no quieres saber nada de él. Ay Ali,- suspira - tu y él tienen tanto en común ninguno de los dos es fan de sus responsabilidades. Bueno, antes de irme logré enviarle un mensaje con nuestra hubicación, no sabía con certeza si ibas a estar aquí pero tenía una oportunidad y no podía desaprovecharla.

-Eso significa ¿que el podría venir en cualquier momento?, - pregunto alarmada, hace mucho tiempo que no lo veo, necesito prepararme mentalmente para eso con almenos 50 años de anticipación.

-Eso espero, así que prepara tus maletas Ali, será un viaje largo.

Emi apenas logró terminar la frase cuando se oyó un golpeteo en la puerta, me acerco insegura, tengo mucho miedo de que sea la FDK. Miro por el pequeño orificio en la puerta y mi corazón se detiene, es Ken el bendito ¿o maldito? Ken Sato.




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