ULTRAPROBLEMS

Capítulo 14

Japón
Ken

Intento batear al pelota que viene hacia mí pero fallo por tercera vez, me eh pasado el tiempo practicando para mi próximo juego pero después de lo que pasó con Alison concentrarme a sido un tarea casi imposible, además el dolor en el cuello no ha desaparecido. Me harto y arrojo el bate lejos.

-¿Estás seguro de querer jugar hoy?- me pregunta Gael, ni siquiera lo escuché acercarse.

-Claro amigo, es solo que no me he podido concentrar bien.

-¿Qué tal está tu cuello?.- lo noto preocupado.

-Va mejorando.

El suelta un suspiro pesado y camina hasta quedar a mi lado.

-¿Aún quieres ayudar a Alison?, ¿después de lo que te hizo a ti y... a tu familia?.

-Claro que quiero,- me inco hasta quedar a su altura- la voy a ayudar porque la quiero a ella y sé que la persona que está sedada en esa cama no es ella, al menos no la Alison que conocemos. Te prometo que no me voy a rendir hasta que sea la misma de siempre.

El me sonríe y se lanza a abrazarme. Gael ha estado sumamente tenso y preocupado desde que Alison llegó y nos atacó a mi y mis padres, no se a despegado de la cama de Alison y se a distanciado un poco, sé ve que le apena la actitud que tomó Ali.

Quiero animarlo porque no me gusta verlo así, incluso Emi se entristeció cuando Gael no quiso jugar con ella por estar al pendiente de Alison. Se me ocurre algo para hacerlo sentir mejor pero no sé si sea una buena idea, aunque... aquí nadie lo conoce y tal vez no sería tan malo...

-¿Quieres acompañarme al juego de hoy?.- le sugiero.

El me mira sorprendido y emocionado a la vez.

-¿Enserio?, ¿me dejarías ir a verte?.

-Claro que si, tu verás todo desde la banca con el equipo entero, me vendría bien algo de apoyo. ¿Qué dices entonces?.

-Obviamente jalo, me encantaría ir a ver uno de tus juegos.

Lo miro extrañado, a usado otro de sus modismos, se escucha gracioso. El aparece darse cuenta porque se corrige a sí mismo algo avergonzado.

-Quise decir... obviamente voy.- se ríe y yo también lo hago.

-Bien, sube a cambiarte entonces. Nos vamos en una hora.

El sube emocionado y yo sonrío al verlo. Es cierto que un apoyo emocional así me vendría bien, Alison... es la que solía dármelo.

Mi sonrisa desaparece lentamente ante su recuerdo y me acerco un poco a su cama. Odio verla así aunque hoy ya luce mejor, mamá la bañó y cambió, papá le ha estado suministrando un suplemento alimenticio muy bueno y ahora luce casi como la última vez que la vi antes de que se la llevaran, todo esto en los tres días que han pasado desde que llegó.

-¿Estás bien Kenji?- me pregunta papá acercándose.

-Si, claro. Solo la venía a ver, ¿cómo va el transmisor?.

-Bien, de hecho ya está listo y vengo a ponérselo.

Papá se hacerca a la cama y con una jeringa de aguja fina le inserta un transmisor a Alison en el cuello.

El transmisor tiene la habilidad de bloquear los poderes de Alison mientras esté en su cuerpo, alguien más se lo tiene que sacar porque si ella misma lo intentara, este esparceria en su cuerpo un sedante muy fuerte. No me gusta mucho la idea pero es lo que tenemos que hacer, necesitamos medidas drásticas después de lo que pasó y esta era la única opción en lo que mamá y papá elaboran el suero que la va a curar.