Capítulo 3

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Ciudad de México, México
8 años atrás
Alison

Sacudo muy bien debajo de la cama, tengo que dejar la casa lo más limpia posible si no mi tía no me dejará ir a la escuela mañana, se enojó mucho después de que ayer no lavé los trates de la cena por quedarme dormida. Estiro lo más que puedo la mano con la escoba pero algo me impide el llegar hasta atrás así que no me queda otra opción que meter mi cuerpo debajo de la cama para sacar lo que sea que interrumpa mi limpieza. Después de mucho esfuerzo logro sacarlo, es una maleta grande, siento que la e visto en alguna parte, pero no sé en dónde... un momento, es la maleta de papá, ¿que hace debajo de la cama de tía Elena?.

La curiosidad me invade, tía Elena dijo que no pudo recuperar nada de las pertenencias de mis padres, que todo había sido confiscado para investigar si su muerte en realidad fue un accidente o si se trataba se algo más. Abro la maleta, hay muchas fotos de papá, mamá y mías, los viajes que hicimos, los cumpleaños, los aniversarios de mis padres e incluso de mi mamá embarazada, me entretengo un rato viendo cada una de ellas mientras lloriqueo un poco, los extraño cada día, me han hecho mucha falta todos estos años.

Reviso que más contiene la maleta, un par de prendas de ropa, algunas joyas de mamá y relojes de papá, pero me llama la atención una libreta gruesa. Creo reconocerla, si no me equivoco es de papá, el la llevaba siempre que iba y venía del trabajo. La curioseo un poco pero todo está escrito en un lenguaje muy técnico y no lo entiendo muy bien, al llegar al final de la libreta hay una nota extraña:

"Miel, juguemos a seguir la luz en Japón
45°, 78°, 25°, 33° "

Al principio no tengo idea de a que se refiere, pero sé que es para mí, mis padres solían llamarme de cariño "miel", por el color de mis ojos. Pienso a que podría referirse lo demás y justo cuando estoy a punto de rendirme un recuerdo viene a mi cabeza y todo hace clic, él y yo solíamos jugar con un gato que siempre llegaba por las tardes a la casa pero que nunca adoptamos del todo, con el jugábamos a perseguir la luz reflejada en un espejo, me divertía mucho la forma en la que el gato gris perseguía la luz.

Me dispongo a conseguir un mapa de Japón y lo acomodo como el primer ángulo lo sugiere, acomodo otros dos espejos como los siguientes ángulos y me coloco con un último espejo como el último ángulo lo indica, la luz del sol se refleja en cada uno y para mi sorpresa indica un lugar exacto en el mapa. En realidad no sé qué se supone que está ahí, pero si papá quiso que lo supiera es porque era importante. Señalo el lugar en el mapa y lo guardo junto con la libreta, guardo y ordeno todo lo de la maleta pero conservo la libreta, y una foto de nosotros en una playa de Mazatlán, hallaré un lugar donde esconder estas cosas en mi cuarto.

Justo cuando estoy acabando de reordenar todo escucho a alguien abriendo la puerta de la entrada, oh no tía Elena ya llegó y yo todavía no termino de limpiar.

-¡Alison!, espero que hayas terminado de hacer todos tus pendientes porque necesito que hoy prepares la cena, vengo muy cansada - me indica mientras entra al cuarto -. ¡¿Aún sigues con eso?!, no puedo creer lo floja que eres niña.

-Lo siento tía, enserio, pero comencé un poco más tarde hoy, tenía mucha tarea y hoy tengo un trabajo importante que hacer, no creo poder hacer la cena...

Paro de hablar en seco cuando siento que me jala el cabello bruscamente.

-No me importa lo que tengas que hacer Alison, -su agarre se vuelve cada vez más fuerte y quiero llorar de dolor- te dije que necesito que hagas la cena y eso vas a hacer, al menos que quieras quedarte sin comer como la semana pasada.

-No, no tía, lo entiendo yo hago la cena pero por favor suéltame - le ruego.

Me suelta y froto mi cabeza, ojalá y no me duela toda la noche como las otras veces.

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