Capítulo 10

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Ciudad de México, México
15 años atrás
Alison

Suspiro cuando termino la llamada con Kenji, le he dado la buena noticia de que viajaré a Japón en unos días cuando termie mi grado de la escuela, papá y mamá dicen que e sido una muy buena niña y que mis calificaciones merecen un pequeño reconocimiento y que mejor que ir a ver a Kenji.

Ellos están empacando, se irán a Japón en una semana, los alcanzaré allá en unos días, estoy muy emocionada por eso, aunque en los días que ellos no estarán mi tía Elena se encargará de mí, ella me da miedo, siempre me mira mal y la e escuchado hablar mal de mamá, no me gusta mucho pero solo serán unos días, tampoco es como si tuviera que vivir con ella de aquí en adelante.

Escucho mi estómago rugir, tengo hambre así que salgo de mi cuarto directo a la cocina, creo que teníamos pan dulce en la alacena. Camino por el pasillo tarareando una canción que aprendí hace unos días como parte de mis clases de inglés pero me detengo cuando escucho a mis padres discutir desde el estudio, sé que no está bien pero me quedo a escuchar, creo que nunca los había oído discutir.

-¡¿Estás loco?!.- grita mamá.

-Shh, ella te podría oír.

-Es que no me cabe en la cabeza cómo pudiste hacer eso Josue, es nuestra hija.

Mi madre lloriquea un poco y escucho los pasos de papá.

-No llores Ale, no es nada grave, no sería capaz de hacerle algo malo a Ali, es lo que más amo en el mundo.

Estoy a punto de entrar para decirle a papá que también lo amo, pero me detengo cuando escucho que mamá le da una cachetada. Me cubro la boca sorprendida.

-No digas que la amas porque lo que hiciste no se lo haces a alguien que amas, ¡yo! Si la amo y en cuanto lleguemos a Japón arreglaré ésto.

-¡La amo!, -ahora papá es quien tiene la voz cortada- porqué crees que la entreno y lucho contra las dificultades que tiene con sus poderes. Quiero que sea fuerte.

-No me importa,- lo corta mamá- los llamaré ahora, no quiero que le pongan un dedo encima a mi hija y punto.

Escucho como se aproxima a la puerta y yo corro a la cocina, ella llega a dónde estoy y la miro, tiene los ojos un poco rojos y se sorbe la nariz. Será mejor que no haga preguntas sobre lo que escuché o me castigarán sin ir a Japón por escuchar conversaciones ajenas, es mejor dejarlo así, tengo curiosidad de porqué mamá se enojaría así con mi papá pero son cosas de adultos supongo.

-Hola miel, ¿qué estás haciendo?.

-Busco algo de comer mami, me a dado hambre después de hablar con Kenji.

-¿Qué te dice?, busca en el cajón de allá, ahí debe de haber algo rico.- dice señalando el cajón a lado mío.

-Le va muy bien en su equipo de beisbol en la escuela, le tengo envidia, él ya terminó su grado en la escuela y yo apenas si lo voy a terminar.

Ella ríe un poco pero su sonrisa se debilita cuando papá aparece en la habitación, sé a qué viene, es la hora de mi entrenamiento.

-¿Lista miel?.- pregunta.

-Claro papi, espera a que termine de comer ésto y voy a la sala de entrenamiento.

-Olvida la sala de entrenamiento, hoy estaremos en el estudio.

Me sorprende el cambio de escenario pero le obedezco, una vez que término de comer mi snak me dirijo a su estudio, casi nunca me deja entrar aquí, solo las veces que quiere hablar seriamente conmigo.

ULTRAPROBLEMSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora