CAPÍTULO 2

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...

Hermione, Harry y Ron se encontraban en el gran comedor. Los últimos dos estaban entretenidos charlando acerca del nuevo rumor. Hermione cada vez iba empeorando su cara, parecía enojada, pero sus mejillas estaban tan rojas que daba la impresión de que explotarían.

-¡¿Pero se lo pueden creer?!- Dijo Ron dirigiéndose a Harry y Hermione, sin embargo esta última no daba señales de oírlo- Siempre estuve seguro de que Zabini salía con Parkinson. No me creo que la hayan visto besándose con otra chica.

-Vaya Ron, yo pensaba que Parkinson salía con Malfoy. ¿Y sabes con que chica se besó?

-No, ¡Nadie lo sabe! Joder, le he preguntado a todo el mundo, pero nadie supo.-A Hermione la cara se le estaba empezando a poner morada.

-¡YA BASTA!- Había explotado, la chica se había levantado de su silla, gritó en susurros- ni ustedes dos, ni nadie, tiene derecho a hablar de la vida de los demás- Y con eso, se dirigió a clase de pociones.

El pelinegro y el pelirrojo se miraron. ¿Que le pasaba?

-Mujeres... Nadie las entiende- Dijo Ron, Harry asintió.

-Aah, Ron, me había olvidado de decirte. Mcgonagall me ha puesto un castigo junto a Malfoy- Harry se volteó para ver la mesa de Slytherin; el chico que buscaba ya se había ido- Así que no podré ir ni esta semana, ni la siguientes a la práctica de quidditch. ¿Podrías hacerme el favor de reemplazarme como capitán?

Le miró, incrédulo.

-¿Que te han castigado?, pero si este es apenas el segundo día.

-Si, ya lo se- Rodó los ojos- Fue accidentalmente, no me fije la hora que era, me encontré con Malfoy, me insultó (como cosa rara) y yo le insulté a él. Luego un prefecto nos descubrió, y la mejor parte-La ironía no pasaba desapercibida- Las siguientes dos semanas, tendré que pasar unas cuatro horas diarias junto a el.- Harry estaba enfurruñado, se cruzó de brazos.

-Vaya, pobre de ti, amigo. Tendremos que decirle a los gemelos que le preparen una buena broma a las serpientes- Ron sonrío- Pero si, no te preocupes, ya me encargo yo del equipo. Si tengo suerte Lavander me ve.- El chico suspiró, llevaba ya un tiempo colado por Lavander Brown.

-Mierda. Pociones comienza en tres minutos. ¡Corre!

Draco:

Apenas llevo dos días en Hogwarts y ya me siento agotado. En realidad, la palabra que debería utilizar es mal; últimamente he tenido bastantes problemas, siento como si me carcomieran la cabeza. La verdad es que me gustaría poder hablarlos con alguien... Pero no puedo hacerlo.

Sabía que Theo me estaba diciendo algo, pero no le estaba prestando atención.

De repente la puerta se abrió con un estruendoso sonido; alguien había llegado tarde, Snape le haría pagar las concecuencias.

-¿Pero que tenemos por acá? Las cabezotas de Potter y Weasley llegando tarde. Que extraño- Algunos Slytherin rieron, ni Blaize ni Pansy lo hicieron, eso era extraño- 40 puntos menos para gryffindor- Snape sonrió con malicia- No, Weasley, ni siquiera pienses que te vas a sentar junto a Longbotton. ¡Quieto Potter! No mereces sentarte junto a Granger después de llegar tarde. Hoy escogeré yo los asientos de todos ustedes.

Alcé la cabeza sorprendido. Lo que me faltaba.

-Pero señor, ¿Por qué de todos?

-Silencio, Draco. Tú te sentarás al lado de nuestro amigo, Potter. Atrás. Ahora.

Lo mataría, realmente lo haría. Aunque ahora que lo recuerdo, Dumbledure nos anunció que Snape sólo daría clase los primeros tres días, pues nuestro nuevo profesor: Slughorn, necesitaba más tiempo para adaptarse. Solo serían dos días de sufrimiento, más los castigos por supuesto, podría soportarlo.

Me dirigí hacia mi nuevo asiento, Potter iba delante mío. ¿Como alguien puede tener un pelo tan desordenado y horrendo? Bueno, aunque debía admitir que a él se le veía genial.

Sacudí la cabeza ¿Que estaba pensando?

Sin darme cuenta, toda el aula se encontraba en tensión, ansiosos por saber con quien tendrían que sentarse. Snape iba diciendo parejas de apellidos, no se escuchaba nada más.

-Nott. Finnigan.

-Parkinson. Granger.

La cara de Pansy, definitivamente no era la que esperaba de ella. ¿Estaba sonriendo? ¿Pero que demonios le había ocurrido? Esa no era Pansy.

-Zabini. Weasley.

Blaize me echó una mirada cuando lo nombraron, al parecer a él sí que le molestaba su pareja, sin embargo sus morenas mejillas estaban coloradas. De nuevo, era extraño.

No había sido plenamente consciente de quien tenía al lado, hasta que por accidente rocé su mano. Sentí un escalofrío. Su piel era áspera, era muy... Joder, nunca había sentido esa sensación. Potter había quitado el brazo ante el contacto. Me hubiera gustado poder tocarlo...

Estaba enloqueciendo. Tendría que estar concentrado en clase, no pensando en el idiota de Potter.

Dos semanas castigados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora