CAPÍTULO 14

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...

Había pasado un mes desde el día en el que Draco decidió abrirse a Harry. El pelinegro se encontraba en su habitación, leyendo solo, alguien tocó la puerta.

-¡Pasa!- Gritó desde lejos, Ron asomó la cabeza.

-Harry, hasta que por fin te encuentro. ¿Donde se supone que te metes todos los días?- Harry enrojeció. Le dieron ganas de reír, pero se controló. Ron cambió de tema, era demasiado distraído como para darse cuenta de las reacciones de su amigo- Me mandaron a darte una razón, pero antes quiero contarte algo. El azabache, interesado, guardó su libro.

-¿Que pasa, Ron? No me digas que al fin te diste cuenta que te gusta Zabini.- Los tres gryffindor tenían esa constante broma entre ellos, pues el día de la biblioteca, cuando Harry volvió se encontró con Ron abrazado a Zabini, sin embargo esta vez la cara de Ron se puso del color de su pelo y le dio un pequeño golpe en el costado a Harry. Este río.

-Bueno... la verdad es que es algo parecido. Me besé con él. -A Harry se le iban a salir los ojos de la cara, luego de que Ron le contara su historia, se fue directo a la oficina de Mcgonagall, pues esta lo había mandado a llamar. Tocó la puerta. Se oyó un "Pase".

Harry se llevó una grata sorpresa cuando al abrir la puerta se encontró con los alegres rostros de Sirius y Remus, Mcgonagall estaba sentada a su lado.

-¡Sirius!- Harry corrió y le dio un abrazo, también le dio uno a Lupin. La profesora le informó que se les permitió visitarlo y que les daría un rato a solas, salió de la habitación.

Los tres se pusieron a conversar un rato acerca de la orden del fénix.

-Bueno, Harry, cuéntanos ¿Como vas? ¿Como va todo?- Preguntó Lupin, Sirius completó.

-¿Hay alguna chica guapa por ahí?- Le guiñó un ojo, Harry se sonrojó.

-Vaya, ¿esas mejillas rojas que significan?- Sirius rio- Cuéntanoslo todo.- Harry dudo un momento. Confiaba plenamente en ellos dos.

-Bueno en realidad...- Enrojeció aún más- es un chico.

Lupin y Sirius sonrieron, Sirius gritó "¡Lo sabia!, Me debes 10 galeones, Remus". Este, algo resentido, los sacó de su bolsillo y se los entregó de mala gana.

-¿Lo sabían?- Harry recordó a Ron y a Hermione.

-Si, Harry- Lupin sonrió- Te vi en cuarto, babeabas por Cedric.

-Y yo te vi cuando hablabas con Oliver Wood, Harry- Sirius lo miró- La verdad es que también babeabas por el.- todos rieron.

-¿Y quién es el afortunado, Harry?- Preguntó Sirius.

-Bueno, si se los digo ¿No me matarán?- Ambos negaron con la cabeza.

-¡Un momento!- Remus gritó, cosa rara en el- No me digas que es el rubio oxigwnado.-Harry se puso del color del pelo de Ron, su padrino tenía la boca abierta.

-¿Cómo demonios lo sabías?- Potter no sabía si reír o llorar.

-No lo se, Harry. Tu obsesión con el, como lo mirabas, como siempre hablabas de lo mismo, Oh, y no nos olvidemos de cuando en tercero te miró de arriba abajo mordiéndose el labio y tú te pusiste rojo como un tomate, ni cuando entraste en pánico porque Ojoloco lo convirtió en un hurón. Tengo que admitir que siempre los emparejé.

Todos se rieron. Su padrino y su antiguo profesor se levantaron y le dieron un abrazo a su chico preferido.

-Te queremos, Harry.

-Yo los quiero más.

                                    FIN.

Dos semanas castigados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora