Harry:
Se me había erizado el vello de los brazos. Jamás había pensado en cómo se sentiría la piel de Malfoy; era muy suave y fría. La mía era áspera y cálida... Era un contraste asquerosamente perfecto.
Debía dejar de pensar tonterías, Snape no me quitaba los ojos de encima. Ya quería que llegara Slughorn.
-El día de hoy- El profesor hizo una pausa. Su graciento pelo se movía al compás de sus pasos- Harán veritaserum. Quiero dos frascos por persona. Tienen dos horas.- Miró al rededor- ¿Que están mirando? ¡Comiencen!
Abrí mi libro en la página 59, era lo único que sabía, pues el primer paso se veía demasiado complicado. No entendía nada. Hermione solía explicarme.
Pasaron dos minutos y yo seguía viendo mi caldero como un estúpido. Pedirle ayuda a Malfoy no era una opción, se burlaría de mi, sin embargo ya iba por el tercer paso. ¿Como demonios era tan hábil?
Hasta ese momento, no me había percatado que tenía dos sombras moradas bajo sus ojos, parecía que no había dormido bien en los últimos días, se veía cansado. ¿Que le estaría pasando?
Un impulso, un extraño impulso dentro de mi, me gritaba que no estaba bien, que necesitaba ayuda. Pero decidí dejarlo pasar, por lo menos por el momento, después de todo, nosotros dos estábamos declarados "enemigos".
Draco:
Ya habían pasado tres minutos y Potter no había hecho absolutamente nada. Notaba sus furtivas miradas de soslayo, era muy poco disimulado, a decir verdad.
Me ponía de los nervios cada vez que lo atrapaba mirándome y hacía como si estuviese analizando su libro; seguramente no tenía idea de cómo se hacía.
Suspiré pesadamente, me arrepentiría de esto. Por una vez que me apiado de alguien, y precisamente es Potter.
-¿Piensas hacer algo, o le entregarás dos frascos con aire a Snape?- Ví como se sobresaltaba cuando le dirigí la palabra, no lo esperaba. Sus mejillas se pusieron rojas.
-Ehh, la verdad es que no entiendo como se hace...- Se pasó una mano por el pelo. Lo desordenó más de lo que ya. Yo no fui capaz de aguantarle la mirada, creía que me pondría rojo también, así que la desvíe.
Volteé los ojos.
-Vaya, Potter, ¿tu cerebro de salvador no da para tanto?- Parecía ofendido.
-Eh, Malfoy, yo no te he insultado.- Rodé los ojos.
-¿Que es lo que no entiendes?, sólo tiene que seguir las instrucciones.
La clase transcurrió y Potter logró hacer una poción decente, gracias a mi, por supuesto. Le expliqué lo que no entendía.
Cuando no estábamos peleando, él podía llegar a ser muy simpático. Su risa era un sonido muy contagioso... La escuché gracias a que la comadreja le mandó una nota. Pero bueno, esto no cambia nada. Nos odiamos, así es como debe ser.
Me agradeció y salimos del aula. Sabía que haríamos como si esto jamás hubiese sucedido.
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Hola chicos, espero que le esté gustando la historia. Hice una playlist de "Drarry vibes" , por ahí os la dejo por si la queréis oír.
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Dos semanas castigados.
FanfikceUn día Harry Potter iba tan sumido en sus pensamiento, que no se dio cuenta con quien se chocaba, ni la hora que era... Como castigo por estar pelando en horas de la noche, Mcgonagall decide someter a los dos chicos a dos semanas castigados, sin sab...