...
Habían pasado 3 días desde el castigo en el que intentaron atrapar la snitch. No habían hablado de nada, sin embargo, no paraban de echarse miradas.
Harry, Ron y Hermione estaban haciendo los deberes en la biblioteca. Era sábado, así que Harry se libraría del castigo, cosa que le alegraba, pues desde lo que pasó estaba intentando evitar a Malfoy. Flitwick les había dejado una tarea larguísima, eran casi las 6 de la tarde y apenas iban por la mitad.
-Oigan, creo que deberíamos tomar un descanso ¡Esto es explotación estudiantil!- Dijo Ron muy ofendido. Todos estuvieron de acuerdo.
-Chicos. ¿Puedo contaros algo?, es que tengo un problema. -Harry lo pensó mucho, pero había decidido contarles a Ron y Hermione.
-¿Que ha pasado, Harry? ¿No es nada relacionado con Quien-Tu-Sabes, verdad?- Hermione parecía preocupada.
-No Hermione, no te preocupes.
-¿Entonces que pasa, amigo?- Ron preguntó- Sabes que puedes confiar en nosotros.
-Si, bueno. Verán... Es que creo que me gusta... Un chico.- Harry esperaba que sus amigos lo juzgaran, o por lo menos se sorprendieran, pero sólo compartieron una mirada entre ellos y sonrieron.
-Oh Harry, lo sabemos.- Hermione le dedico una pequeña mirada de disculpa-Siempre hemos sabido que te gustaban los chicos.- la chica sonreía- Pero gracias por confiar en nosotros.-Se levantó de su silla y le abrazó.
-Si, amigo, igual que sabíamos que en cuarto babeabas por Diggory.- Ron miró, algo nostálgico y se unió al abrazo. Harry estaba sorprendido, ¿Lo sabían?
-¿En serio? Pero ¿como lo sabían?- después de todo, había algo cómico en la situación.
-Era bastante obvio, en realidad.- Ron parecía algo avergonzado- Se que no es de nuestra incumbencia, Harry, pero ¿Quieres contarnos quién es el afortunado?
Harry lo pensó. Eran sus mejores amigos, confiaba en ellos. Sin embargo, en ese preciso momento, alguien entró en la biblioteca, tres personas en realidad: Draco, Blaize y Pansy. El trío de gryffindor volteó la cabeza, siguiéndolos con la mirada. Las mejillas de Harry se tieñeron de un rojo brillante.
-¡AAAAHH, HARRY!- Hermione soltó un gritito, emocionada- Yo se quien te gusta.- Volvió a mirar perspicaz a los Slytherin- ¡Te gusta el hurón!, que por cierto, también gusta de ti; los vi en pociones, es más que evidente.
Harry y Ron miraron como tontos a Hermione por un momento, un segundo después Ron intentó decir algo, pero se atragantó con su saliva y comenzó a torcer como un loco, Harry también planeaba decir algo, pero alguien los interrumpió. Esa voz que siempre pronunciaba la "S" de más y arrastraba las palabras.
-Granger. Comadreja.- Saludó Draco con un asentimiento de cabeza- Potter, puedo hablar contigo un momento... por favor.
Los tres chicos se quedaron mudos y se miraron entre sí. Harry estaba nervioso.
-Ehh, si, claro. Vamos.
Draco guió a Harry sin decirle nada hasta un salón vacío, lo cerró con pestillo y se sentó en el suelo despreocupadamente contra una pared. Harry hizo lo mismo a su lado.
-¿Que pasa, Malfoy?
ESTÁS LEYENDO
Dos semanas castigados.
FanfictionUn día Harry Potter iba tan sumido en sus pensamiento, que no se dio cuenta con quien se chocaba, ni la hora que era... Como castigo por estar pelando en horas de la noche, Mcgonagall decide someter a los dos chicos a dos semanas castigados, sin sab...