Hannibal Lecter asiste a una exposición de arte por invitación de un amigo, sin esperar encontrar nada fuera de lo común. Sin embargo, una escultura en particular captura su atención: Una representación increíblemente precisa de su propio rostro.
En un tranquilo estudio, la suave luz del amanecer se filtraba a través de las cortinas, iluminando la figura inacabada de una escultura de piedra. Desde hacía semanas, habías estado trabajando obsesivamente en esta pieza. Cada detalle, cada línea, reflejaba a la perfección la imagen del hombre que aparecía en tus sueños. Era un ángel, serio y formal, con una mirada penetrante y un perfil perfecto. Su presencia en tus sueños imponía un respeto que no podías ignorar.
Estos sueños te intrigaban profundamente. ¿Quién era ese hombre? ¿Por qué tu mente lo había creado con tanto detalle? Para distraerte de estas preguntas sin respuesta, volcaste toda tu energía en esculpir su figura, esperando que en la próxima exposición de arte en el museo de la ciudad fuese un éxito. Era una obra que salía de tu zona de confort, pero la intensidad de esos sueños te habían empujado a hacerlo.
El día de la exposición, el museo estaba lleno de curiosos y admiradores del arte. Paseabas entre la multitud, observando las reacciones de los visitantes a tu obra, te sentías nerviosa pero emocionada.
Hannibal se encontraba en la galería de arte por invitación de un amigo. No era común que asistiera a tales eventos, pero la insistencia de su conocido lo había convencido de que quizás sería una experiencia interesante. Siempre impecablemente vestido y con una presencia que no pasaba desapercibida, mientras recorría la galería. La atmósfera estaba cargada de sofisticación y creatividad, con cuadros y piezas de arte de diversas formas y colores que capturaban la esencia de diferentes estilos y épocas.
Al fondo, una escultura destacaba entre las demás. La precisión y el detalle con que había sido tallada eran impresionantes. Pero lo que más lo sorprendió fue reconocer su propio rostro en la piedra. ¿Quién había logrado capturar su esencia con tal perfección?. Se detuvo frente a ella, observando cada detalle con interés.
Con una mezcla de curiosidad y admiración, Hannibal buscó entre la multitud al artista responsable. La vio de espaldas, no muy lejos de donde se encontraba, una figura esbelta y concentrada en la reacción de los asistentes y respondiendo preguntas ocasionales. Se acercó a ella con paso firme, deteniéndose a poca distancia antes de hablar.
— El rostro de este hombre me resulta familiar — dijo con su voz suave pero cargada de una intensidad.
Sentiste un escalofrío recorrer tu espalda, reconocias esa voz; era la misma que habías oído tantas veces en tus sueños. Con el corazón acelerado, te volteas lentamente.
Tus ojos se encontraron con los de un hombre desconocido a tu vista, pero a su vez el que había plagado tus noches sin descanso. La sorpresa y la incredulidad te dejaron sin palabras. Frente a ti estaba el ángel sin alas, su porte elegante, su mirada penetrante, y su presencia imponente eran inconfundibles. Observando la escultura, pero sobre todo, observándote.
— ¿Eres tú quien ha tallado esto? — preguntó, su voz tan hipnótica como recordabas.
Hannibal te observaba con una mezcla de curiosidad y admiración, reconociendo en ti a la creadora de la escultura.
— ¿Es usted? — asentias mientras realizadas la pregunta, casi sin aliento, tratando de encontrar palabras. — Sí, soy yo. No puedo creer que estés aquí, que seas real.
— Al parecer, así es —respondió Hannibal con una leve sonrisa — Y debo decir, es un trabajo excepcional. Me has capturado con una precisión que es casi inquietante.
Sentiste una mezcla de orgullo y nerviosismo. Nunca imaginaste que conocería al hombre de tus sueños, y mucho menos que él reconocería su propia imagen en tu obra.
— Gracias — murmuras, sintiendo tu corazón latir con fuerza — No esperaba encontrarte aquí... en la vida real. No sabía que existías.
— Tal vez era inevitable — respondió Hannibal suavemente. —Parece que el destino tenía planes para nosotros.
— Apareció en mis sueños, y no pude evitar esculpirlo. — confesaste.
— Los sueños a veces son más reveladores de lo que imaginamos — dijo Hannibal, su mirada nunca apartándose de la tuya.
Sonreiste, sintiendo una conexión inexplicable pero profunda con Hannibal. La exposición continuaba a su alrededor, pero en ese momento, nada más importaba. Mientras sus miradas se mantenían, ambos comprendieron que sus encuentros en sueños no eran meras coincidencias. Había algo más profundo que los unía, algo que aún no comprendían del todo, pero que estaban dispuestos a explorar juntos.
Hannibal también estaba perplejo. La mujer frente a él irradiaba una mezcla de sorpresa y reconocimiento que no podía comprender del todo. La conexión era innegable, aunque ninguno de los dos sabía exactamente qué significaba. Sin embargo, en ese instante, ambos entendieron que sus vidas estaban a punto de cambiar para siempre.
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𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭 || 𝐇𝐚𝐧𝐧𝐢𝐛𝐚𝐥 𝐋𝐞𝐜𝐭𝐞𝐫
FanficEn un universo de relatos cortos donde el amor y la oscuridad se entrelazan en la fascinante figura del Dr. Hannibal Lecter. A través de historias independientes, explorando las complejidades del corazón humano y las relaciones que se establecen en...