~Necklace~

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Este capítulo está ubicado en el capítulo 5 de la primera temporada, cuando John B está en el hospital y JJ y Kiara se reúnen en el Chateau por casualidad. Disfruten!

Cuando su bicicleta de colores brillantes (sus padres la habían elegido, ignorando sus preferencias) se detuvo en el Chateau, sintió que un manto de seguridad la envolvía. Dado que John B estaba en el hospital, lo más probable es que solo estuviera JJ en el castillo, y tal vez también Pope. JJ se quedaba en el castillo la mayoría de las noches; era tanto un hogar para él como para ella.

Dejó caer la bicicleta al suelo con un ruido metálico tan pronto como se desmontó, e inmediatamente abrió la puerta mosquitera del patio que, como se esperaba, estaba abierta. Tan pronto como entró al porche, saltó cuando su visión periférica registró la figura presente en el sofá del patio. La figura giró la cabeza y el leve brillo de la luz de la luna sobre su cabello rubio le dijo todo lo que necesitaba saber.

-Dios, JJ, me asustaste muchísimo- suspiró. Ella caminó hacia él.

-¿Kie? ¿Qué estás haciendo aquí?- respondió el chico rápidamente. Estaba sosteniendo un porro entre sus dedos, una nube de humo lo rodeaba. La familiaridad del asunto la hizo sonreír.

-Bueno, eh, podría hacerte la misma pregunta.
-Verdad.

Se acercó al sofá y se acurrucó en el cojín.
Cuando Kiara tomó asiento, él giró ligeramente la cabeza para mirarla.

-¿Qué pasó? Tienes los ojos como si te hubieras fumado siete porros.
-Pues igual que tu- replicó ella.
-Bueno, eso es porque acabo de fumarme como siete porros.

Ella no pudo evitar reírse. Muchas cosas estaban cambiando en su vida... habían cambiado. Pero JJ nunca cambiaría. Él siempre la hacía reír, siempre la hacía sentir cálida y segura. Esperaba que las cosas siempre fueran así.

-¿Entonces fumaste siete porros y todavía no me has ofrecido ni uno?- respondió ella, alzando una ceja hacia él.
-Perdóneme, mi buena señora- el chico le entregó el porro y ella lo deslizó entre sus dedos, respirando profundamente.

De repente, su tono cambió, como si acabara de notar algo.
-Kie, ¿qué te pasó en la cara?- dijo, confundido y preocupado al mismo tiempo.

Ella exhaló el humo.
-¿Qué?
—¿Tu cara? ¿Quién te hizo eso? —dijo con una arruga de preocupación formándose en su frente.

Ella había olvidado por completo que el poderoso impacto de la mano de su madre todavía estaba grabado en su mejilla, y que nada jamás pasaba desapercibido para JJ.

Intentó parecer indiferente.
-Me peleé con mis padres- fingió una sonrisa débil. -Ya sabes cómo son- mantuvo la mirada hacia adelante, incapaz de mirarlo a los ojos.

-Kie, no tienes que...

-¿Podrías... podríamos simplemente no hablar del tema?- se le acumulaban las lágrimas en los ojos y sentía una presión en el pecho. Si hablaba de sus padres un segundo más, estallaría.

A través de su visión periférica, vio cuánto tiempo le tomó a él dejar de apuntar dagas con los ojos a su perfíl. Pero JJ pareció aceptar su petición, aunque no fácilmente. Hizo lo que mejor sabía hacer: distraer.

-Justo cuando pensé que John B no podía ser más loco, él saca una hoja de ruta hacia la riqueza, bastante creíble- dijo en un tono juguetón, claramente tratando de aligerar el ambiente.

JIARA one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora