_13_ Verdades a medias

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💚Dedicado a Fallnight69💚
¡Gracias por el apoyo, mor!


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Rhydian


—¡Que pares te estoy diciendo!

—¿¡De verdad me crees tan estúpido como para hacerte caso!?

Dejé de correr y me detuve justo detrás del sofá dibujando la sonrisa más pacífica y amable que pude simular en un momento como este.

—Tranquilo, enano, no voy a hacerte nada. —Abrí mis brazos animándole a venir a mí.

—¡Que te den, Rhydian!

Me sacó el dedo y emprendió de nuevo el circuito de carreras que habíamos improvisado en mi propia casa.

¿Qué había pasado para que en estos momentos sólo deseara matar a mi hermano pequeño? Recapitulemos unos cuarenta y cinco minutos atrás.

Apenas había conseguido salir casi a rastras de la habitación de Sky tras ser nuevamente llamado por ella aquella noche. Entré una vez más en sus sueños al verla retorcerse en su cama mostrando rabia en sus gestos. Me preocupé de más ante su reacción y la cosa no mejoró una vez dentro de su mundo onírico.

Sus escenarios empezaban a ser diversos y en esta ocasión se trataba sencillamente de su propia habitación. Casi parecía que no había entrado en su sueño.

La encontré tumbada en la cama dando patadas contra el colchón y bufando molesta. No tenía la más remota idea de por qué se comportaba de aquella manera, pero debía hacer algo, ya había irrumpido en su sueño, así que tenía que acercarme.

Fui consciente en los primeros pasos que di hacia ella de que de su boca salían palabras que, en un inicio, eran ininteligibles hasta que poco a poco cobraban sentido dejándome claro que se trataba de maldiciones, muchas, y todas dedicadas a mí.

Aún trataba de entender cómo logró ser consciente de que se trataba de un sueño… o eso creía ella. Tampoco supe en qué momento se torció todo cuando, usando su voz más clara y hermosa, logró despertar a mi demonio, quien creyó que Sky le anhelaba. La cuestión fue que tuve que hacer de tripas corazón y huir como un maldito cobarde despavorido cuando mi subconsciente abandonó a mi yo humano en el mismo instante en que mi lengua probó el sabor de su piel al recorrer su garganta y todo terminó yéndose a la mierda completamente cuando de sus labios escapó un excitante gemido al sentir la presión de mis dedos en su pelo.

—Maldita sea… —pateé la hierba del jardín bajo mis pies una y otra vez en el corto trayecto a mi casa. Luchando internamente con mi demonio para no regresar y hacer algo de lo que me pudiese arrepentir.

Demasiado se me había ido de las manos la última vez que entré en sus sueños y no podía permitirme cometer un error similar.

¿Un error?

No, lo que pasó aquella vez no fue un error. Oír cómo me llamaba en sueños deseosa por tenerme con ella… La forma en la que me miraba, me acariciaba y me pedía sin palabras que le hiciera lo que le hice…

—¡Basta! —Me obligué a mantener alejado ese recuerdo.

Aceleré mi camino hasta al fin llegar a casa deseando ponerme una buena copa y regodearme en mi miserable existencia, pero ese plan se vio truncado en cuanto al abrir la puerta me encontré con algo que no esperaba.

Demon: Cenizas del perdón © //Libro 1: Rhydian//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora